Son varias las salas que conocéis y que hemos reseñado en estas líneas en tiempos pasados que prometen experiencias sensoriales que luego no son tal. Mundos ambientados en famosas muñecas, o en series de televisión o en mundos de dibujos animados que pecan de dormirse en los laureles de la licencia y alejarse de toda interacción e inmersión para centrarse en un puñado de salas "instagrameables". Pero no sólo de seguidores vive el hombre, ni unas cuantas fotos llamativas llenan la dieta del entretenimiento. Por eso IKONO nos ha gustado porque, al margen de enfocarse también en la estampa más original para tus redes sociales, se asegura más de una decena de salas en las que hay belleza, hay diversión, hay incluso angustia y es para toda la familia. Sólo un pero: la duración... Claro que si nos quedamos con ganas de más es porque nos gustó lo que vimos.