11 de septiembre de 2011. La amenaza terrorista fructifica en varios ataques en suelo estadounidense que siegan casi 3000 almas. La acción vino por aire, así que acto seguido todo vuelo con destino Estados Unidos es desviado y 38 de ellos aterrizan en Gander, Terranova, suelo canadiense. De la desinformación y la desidia por estar encerrados en el avión al descubrimiento de que cualquier individuo, le vaya peor o mejor la vida, necesita una catarsis para percatarse de que tiene todo cuanto soñó y más, o bien de que quizá su existencia no era tan idílica como creía. Del autoengaño a la aceptación y la liberación, de la queja vacía a lo que verdaderamente esconde una amargura constante... el 11S mató a muchos, pero resucitó en vida a tantos otros. Y esta la historia de cómo lo hizo con algunos de los pasajeros que llegaron a Gander... una historia contada y cantada de manera sublime.