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Pancipelao consolida su cocido de cuatro vuelcos como uno de los mejores de la capital

 Apostaron por los cachopos, y se convirtieron en un referente. También por una carta tradicional en la que brillan platos como los arroces. Acertaron. Y entonces pensaron en el cocido de cuatro vuelcos, que compitió de tú a tú con locales y cocidos de todo Madrid y parte de Castilla La-Mancha aguantando el tipo y sorprendiendo por sus cuatro vuelcos. Hoy ya queda atrás esa incipiente apuesta; hablamos de un establecimiento consolidado en la escena de tan querido plato madrileño. Seguimos amando su croqueta de pringá, su sopa, sus garbanzos y sus viandas. El cocido de Pancipelao.

Cocido de cuatro vuelcos en Pancipelao

 Sobre el papel, es su carta de presentación. Cuatro vuelcos por 22 euros -15 euros en los martes "obreros", guiño a la Vallecas en que se ubica el restaurante- que auguran cantidad... pero siempre está por ver la calidad. El cocido está diseñado para elevar constantemente la expectativa del comensal sin nunca defraudarlo; la croqueta de pringá vaticina lo deliciosas que están las carnes; la pequeña tapa de garbanzos que se sirve al lado de la sopa adelanta el fantástico tratamiento que hacen de las legumbres... y la sopa... La sopa es la única que no tiene adelanto alguno, lo que resulta aún más impactante desde la primera cucharada. El sabor se aferra al paladar sin abusar, para hacerlo, del exceso de grasa de otros cocidos. De hecho es ligera, invita a repetir -puedes hacerlo, pues dejan el puchero en la mesa- y nuestra recomendación es que primero la comas sola para después mezclarla con algunos de los garbanzos que te sirven en tapa. No con los que llegarán a continuación en la majestuosa bandeja acompañados de las carnes, esos merecen degustación exclusiva para disfrutar de un intenso y adictivo sabor. Báñalos en aceite y aderézalos con tomate para triplicar la experiencia. 


Pancipelao ha perfeccionado los cuatro vuelcos de su cocido.

Con las carnes poniendo el broche a la parte salada, sólo nos queda despedirnos de Pancipelao con un santo y seña de la casa: las filloas de Pepe, Pepe Filloa de hecho le llaman... si quieres saber por qué, pídelas. Y confirma a Pancipelao como uno de tus restaurantes favoritos para, entre otros platos que trabajan , comer cocido. 

Más información en https://pancipelao.com/

Jesús Clemente Rubio