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La Casita del Mimo, un paraíso rural en El Camino del Cid

 

Ya os hemos hablado en multitud de ocasiones de varias etapas de El Camino del Cid. También de la importancia de, mientras seguimos la huella de Rodrigo Díaz de Vivar, reposar como él hizo -vistas las penurias de algunas jornadas, mejor incluso- para emprender la etapa del día siguiente con renovadas energías. Precisamente en uno de los tramos que más disfrutamos, Atienza y alrededores, se erige el que promete ser un paraíso rural que a nosotros nos pasó inadvertido... hasta que nos han enviado completa información sobre un alojamiento nacido de un vecino de la zona y a disposición de todo visitante que quiera adentrarse en rutas de senderismo, pueblos de pizarra y arquitectura rural. La Casita de Mimo se postula como tu nuevo hogar para tu escapada a Condemios de Arriba, Guadalajara.

Aldeanueva de Atienza tiene una visita. Un entrañable pueblo arriacense.

El clásico "sobre nosotros" de La Casita de Mimo es historia viva española, con un sobrino, Mario, ensalzando la labor, sabiduría y empeño de su tío Germán en recuperar una casa tradicional de pueblo y hacer de ella uno de los rincones más entrañables de la localidad donde se asienta. Antes de mirar hacia adentro y explayarse en las bondades de su alojamiento rural, Germán se asoma orgulloso al idílico entorno que rodea a La Casita de Mimo, en el que naturaleza, gastronomía y arquitectura rural se funden en una estampa única para los que gusten de escapadas rurales extramuros.

En las escapadas rurales hay que disfrutar de la casa... y el entorno.

Aldeanueva de Atienza se ubica a los pies de la sierra de Alto Rey, en el valle del río San Cristóbal, en un enclave en el que confluyen y del que parten numerosos senderos y rutas, sobre los que Mario siempre asesorará para señalarnos la ruta más adecuada para nuestros intereses. Un entorno que posibilita la recolecta de setas, visitas como la del Hayedo de Tejera Negra y pueblos negros como Valverde de los Arroyos, recorrer cascadas y pozas... un sinfín de posibilidades para los que gustan de volver a nuestra esencia, a la primera forma de contacto con el mundo, la naturaleza. 

Con nuestros pulmones sometidos a una necesaria desintoxicación de la urbe, y hayas o no elegido invertir el aire puro que has respirado en el deporte que puedes practicar en las pistas de pádel, fútbol sala y baloncesto aledañas, entramos en La Casa del Mimo, previa introducción de la combinación en la cerradura exterior.


Salón y dormitorios conservan el toque rural pero no
escatiman en comodidades.

Dentro no se puede fumar y sí pasarlo bien, aunque sin fiestas universitarias de las de llamar a la Policía. Se viene a disfrutar pero también a descansar y desconectar. A impregnarse de la paz que uno encuentra, no a romperla con el ruido que trae. Previa consulta, se admiten mascotas, hay WIFI y gasolineras y tiendas de alimentación a 15 minutos... además de recomendadas propuestas hosteleras en las que, de nuevo, aparecerán las labores de asesoramiento de los caseros. Un salón coqueto y acogedor con chimenea y estufa Pellets y una cocina equipada con los electrodomésticos básicos, además de aseo con botiquín, completan una planta baja que cede a la de arriba las habitaciones -una doble, una con cama nido y balcón- además de una tercera para descanso o lectura y teletrabajo. 

Cocina y baños lucen totalmente equipados.

Baño equipado remata una casa que, si bien no hemos conocido más que en fotos y por la información que nos ha llegado, si está dejando un reguero de buenas opiniones al tiempo que, a juzgar por las imágenes, cumple con todo lo que promete y lo que uno puede buscar en una casa rural. 

Si el Cid hubiera descansado así...

Lo que más nos interesa es que ya tenemos una nueva opción de alojamiento en nuestro Camino del Cid o bien para el madrileño deseoso de escapar de todo lo banal para impregnarse de lo importante. Naturaleza, relax y descanso en La Casita de Mimo.


Más información en https://casitasrural.com/


Jesús Clemente Rubio