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El buffet premium de SUMO merece la pena

 

Porque sus 120 platos incluidos añaden a los menos de 100 que ya dimos cuenta en aquella nuestra primera reseña de SUMO la posibilidad de pagar algo más (algo más de 33 euros incluyendo la bebida que has de pedir sí o sí, siempre y cuando hablemos de un refresco o botella de agua normal, nada de combinados) por acceder a toda la carta -excepto postres- de SUMO. Los 120 platos. Tantas veces como quieras. Y sí, en esos "especiales" están nuestros favoritos del restaurante y de ellos vamos a hablarte para que aprecies lo mucho que compensa la oferta... pero también de los clásicos que nunca defraudan en SUMO y, de extra, las referencias "grill" del local de Francisco de Silvela.

Las opciones a la plancha del SUMO 'Grill' son variadas y recomendables.

Solomillo, gambas, almejas, sepia... platos que uno raramente casaría con SUMO y que, sin embargo, en el número 63 de la calle Francisco de Silvela han de ser incluidos en tu comanda para sacarle todo el jugo al establecimiento. Cierto es que un puntito más de sal, y mira que no cocinamos mucho con este condimento, no haría sino ensalzar su sabor. Pero hoy aquí hemos venido a escribir sobre por qué optar por el buffet premium, y ahí es donde tenemos que comenzar con nuestro favorito entre favoritos: los crepes de pato. Por los que incluso cuando no existía la opción premium, los abonábamos aparte (unos 14 euros), pues sin duda su salsa, perfecto emplatado e ingredientes lo merecen. Con semejante precio en carta, habréis echado cuentas y deducido lo mucho que compensa optar por la opción que incluye más de un centenar de platos. No lo olvides, si te gusta tan elaborado manjar, siempre podrás repetir... pero sería una pena no dejar hueco para otras referencias que cuelgan del apartado "especiales" de la carta y a los que tu premium te da acceso ilimitado.

A referencias conocidas como los nigiris de salmón se suman otros 'especiales'
como los nigiris de anguila o el pez mantequilla flambeado... ¡ilimitados!

Véanse por ejemplo algunos de los mejores nigiris de SUMO: los de huevo de codorniz, adictivos; los de anguila, con un intenso sabor a mar, quizá nuestros favoritos... si no fuera por los pez mantequilla flambeados y con trufa. Aunque hablando de flambeados, y con los de salmón -incluidos en todas las vertientes del menú buffet- aupándose al tercer lugar de nuestro podio, en el segundo y a punto de hacer oro se sitúan los uromakis de solomillo crispy crujiente. Una delicia que pide ser engullida de un solo bocado, como también los makis tempurizados. 

En el capítulo de pastas, el Pad Thai te pedirá, al menos, un segundo pase. Y no olvides
pedir unas gyozas... siempre serán nuestro ojito derecho de la carta estándar.

El teppanyaki de solomillo y el bao de pato rematan las opciones carnívoras que, en la pasta, encuentran en el Pad Thai (puedes elegirlo sin picante) una de las opciones más demandadas y deseadas por los comensales de SUMO. 

Quizá algún día SUMO se plantee lanzar un menú extramegahiperpremium que incluya postres... hasta entonces, tendrás que abonar una media de 5 euros y medio para rebañar tu velada gastronómica con un dulce. Es posible que estemos ante el apartado donde más tiene que mejorar la cadena asiática, pero también sería injusto no ensalzar el Brookie -mezcla de Brownie y Cookie- y, muy lejos de aquel, la tarta de zanahoria. El resto, como decimos, merecen una revisión... pero claro, son pocos los que tras un copioso, completo y variado menú premium llegan a estos bocados. ¡Vuelve a SUMO y hazte premium!

El brookie -arriba- es el digno representante de los postres. El resto, mejorables.

Jesús Clemente Rubio