Seguro que lo has oído en alguna cuña publicitaria últimamente. O quizá, mucho antes, a través del mejor medio difusor de cuantos existen: el boca a oído. No es casualidad. Sumo Restaurante, presente en varios puntos de la capital así como en Las Rozas, dispone hasta 75 referencias de sushi a un precio fijo por el que, siempre con mesura, puedes degustar de manera ilimitada sushi de calidad. Sin más techo que el que pongan tu gana y estómago. Y con una velocidad en el servicio que bebe de la manera de rellenar y tramitar tu comanda, una original forma que ya vimos en el RollerCoaster del Prater de Viena pero que aún era inédito en los restaurantes que hemos visitado en Madrid. Sumo Restaurante pertenece a esa clase de locales que vayas con quien vayas y cuando vayas, aciertas.
Aciertas porque, en función del día, pagarás un precio u otro (con el máximo establecido en los poco más de 20 euros que cuesta el sushi ilimitado algunas noches, domingos y festivos), dispones de una carta de 75 referencias como mínimo (puedes acceder a las "especiales" abonando importe adicional en función del plato) y, si tienes prisa, no temas: el servicio es tan amable como ágil.
Uno de los especiales es el pez de mantequilla flambeado con trufa. Así luce. |
Ello se debe, aquí desvelamos la novedad, a la comanda vía QR: apenas escanees con tu móvil el código, accederás a una página en la que elegirás sushi ilimitado o a la carta -recomendamos encarecidamente el primero- y a partir de ahí podrás añadir o quitar a placer los platos. Cada referencia viene acompañada de su precio unitario -aplicable sólo si es una referencia "especial" y, en el resto, si estás "a la carta"- y teniendo en cuenta que, en cualquier caso, bebida y postre siempre se abonan a parte.
Las gyozas de pollo están tiernas y deliciosas. |
El teppanyaki de solomillo es una de las referencias más sabrosas y recomendables. |
Sin peros ni excepciones, y en raciones más que ajustadas para no pecar de exceso. No estamos para tirar comida. Y en Sumo lo saben y por eso ruegan que elijamos un máximo de 5 referencias por persona y, a partir de ahí, dosificar en las siguientes rondas para evitar derroches y desperdicios innecesarios.
Las raciones son justas para que no derroches comida. Siempre podrás repetir. |
Dejadnos decir que, quizá cueste algo más sí, pero tenéis que probar ciertas referencias especiales: el teppanyaki de solomillo resultó en una de las carnes más sabrosas que hemos probado últimamente, hasta el más resfriado apreciaría el intenso sabor de unos tacos de solomillo jugosos por sí solos, extraordinarios en su salsa. O la anguila, un bocado que evoca mar de principio a fin. O los niguiri de huevo de codorniz con trufa, o... así podríamos seguir hasta completar las más de 200 referencias que suman incluidos y no incluidos en el menú sushi ilimitado.
La anguila se coronó como nuestra favorita. Descubre por qué. |
Aunque este párrafo merece ser rematado por los crepes de pato al más puro estilo pato laqueado de muchos otros lugares, pero que aquí viene servido con una correcta proporción de cada ingrediente y una de las salsas más adictivas que te habrás llevado al paladar.
Crepes de pato. O placer en cuatro pequeños 'wraps'. |
Saludables pokes y exquisitos postres -el brownie y la tarta de zanahoria son dos muy buenas opciones- rematan un establecimiento que difícilmente defraudará en cada visita. Y, si lo hace en alguna referencia, te quedan más de un centenar para compensar.
¡Ah! Y descuida si vives en el siglo pasado con un móvil incapaz de leer códigos QR o llegas sin batería; hay tablets disponibles para pedir como cualquier otro comensal y ser partícipe, he ahí la clave, de la rapidez del local: "adiós" a eternas comandas y un ir y venir de camareros recopilando platos para luego traerlos y "hola" a camareros que únicamente aparecen para servirte y retirar platos y, el resto del tiempo, están pendientes de cocina para recoger los platos que van marchando. Un pequeño avance que agranda la experiencia en Sumo y que, apuntad, está llamada a ser copiada por numerosos locales. Y hablando de locales, sabed que el de Francisco Silvela ha puesto en marcha Sumo Grill, con los fogones dedicados a este tipo de cocinado pero eso, amigos del Otium, es otra mesa de la que ya daremos cuenta...
Más información, horarios y carta aquí
Jesús Clemente Rubio