Hacía dos años que no visitábamos el Autocine RACE. Un crimen del que nos hemos percatado tras nuestro retorno con motivo del estreno de Le Mans´66. Entonces, como podéis leer aquí, quedamos prendados de la propuesta, las instalaciones, la calidad de imagen y sonido y las hamacas desde las que vimos la película. Era verano, eran otros tiempos, y traicionamos el concepto primero del cine. Esta vez fuimos a una película de carreras e historia del mundo del motor, hacía frío y nos refugiamos en nuestro vehículo para disfrutar al cien por cien de la experiencia. El resultado, como la película, espectaculares.
Espectaculares porque con 5 grados fuera uno apenas notaba el frío desde su asiento, con la calefacción puesta, las luces quitadas, claro -respetemos al resto, si no eres capaz de quitarlas descuida que te colocan una lona la mar de útil para no molestar al prójimo- y servicio "a domicilio" de la comida tras diez minutos de película. Basta con telefonear a un número de móvil que puedes encontrar en el mismo menú que te entregan a la entrada y, aunque los precios son algo elevados, es cierto que con un par de perritos y de menús de palomitas nos vimos más que servidos. Con la calidad del sonido que llegaba a través del dial sintonizado en la radio de tu vehículo y una enorme pantalla cuya altura y ángulo permiten una buena visualización desde toda fila y aparcamiento, basta con que la película sea medianamente decente para justificar la visita. Visita que, por cierto, comienza absolutamente guiada desde la garita de bienvenida donde te entregan instrucciones, menú y comunican que estás accediendo para ser convenientemente guiado hasta tu punto de aparcamiento.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjbkHRVnXTCM1lj7ZJXyzI50CK-tGXSouCMdt1ZRSfnSpMnjCldESLx_0nu8x4LNmM7ly3XYUy45iikCo2qYgFEo082ctQ7g_zYgAqrsqfexNhcwoLfu_QHhMHATxtT1k61uLrzGIC7L4/s400/20191115_220128.jpg)
Con un final que, si desconoces la historia mejor no te empapes de ella hasta que haya concluido la película, y un desarrollo en el que adeptos del motor y las carreras e incluso los más ignorantes quedan atrapados, Le Mans´66 resulta una película que coquetea con el sobresaliente pero que sin duda lo abraza cuando es vista con tu salpicadero en primer plano y a través de la luna de tu coche. Y si vas a verla en vehículo deportivo, ofertón premium con cena y entradas para 2.
La mejor excusa, hoy por hoy, para acudir a Autocine RACE se llama Le Mans'66. Ningún otro escenario te brindará el mejor contexto para ver este "duelo" interpretativo de Bale y Damon.
Más información en https://autocinesmadrid.es/
Jesús Clemente Rubio