Los siete grados de Kevin Bacon, esos que aseguran –y
cumplen- con la regla de que todo actor está conectado con el actor en un
máximo de siete pasos, bien se podrían trasladar a Goiko. Porque en todos los
años que llevamos escribiendo sobre la famosa cadena de hamburgueserías, ha
habido una constante: la versatilidad de su Kevin Bacon. Mil y una fórmulas y
mutaciones después, Goiko reinventa receta añadiendo carne mechada de cerdo y
salsa alioli para obtener una nueva criatura llamada a quedarse en carta.
Eso sí avisados quedáis, si no os gusta el alioli olvidad esta referencia, y si, como a un servidor, demasiada cantidad os apabulla tendréis que retirar hasta alcanzar la medida deseable. Es por ello que los salseros más radicales gozarán sobremanera una hamburguesa inundada de deliciosa alioli y con intenso sabor en su cochinillo desmenuzado, aupado por la carne picada de Goiko y el queso como perfecto compañero. Abrochándolo todo un adictivo pan brioche que cede el protagonismo al interior descrito, como siempre debería ser en una hamburguesa. El pan ha de ser el mejor actor secundario.
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