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Víctor Camargo pone la carne, Kote la parrilla


La proliferación de restaurantes asiáticos ha sido y es extraordinaria en la escena gastronómica madrileña. Ante la abundancia, toca diversificarse, y la tendencia ahora son locales que proponen parrillas en el centro de la mesa para que sea el comensal el que finalice en mesa su comanda. Hoy hablamos de Kote, en plena calle Princesa, y de una barbacoa japocoreana con una desorbitante cantidad de comida en su buffet en el que, además, puedes elegir cuantos acompañantes quieras. Orgía carnívora con ninguna carne de batalla y algunas selectas como el Wagyu A5 y todos los cortes firmados por Víctor Camargo.

Sentados a la mesa, todo está dispuesto: un local con incrustaciones de madera y numerosos motivos japoneses conforman una atmósfera ideal para compartir, que es de lo que se trata en este tipo de restaurantes. También de irse oliendo a parrilla, pero es el precio que hay que pagar por una divertida y suculenta cita gastronómica. Para abrir boca, el pollo karaage crujiente con mermelada nos resultó nada picante y ligeramente dulce para preparar al paladar, que se puede seguir calentando con las gyozas de langostinos -estas sí pican algo más, pero están deliciosas- y el que para nosotros es la estrella de los entrantes: el arroz con pollo y huevo poché. Sublime, cuantioso y por ello, te avisamos, tu límite necesario en esta primera entrega de comida para poder con lo que se viene a continuación.





Porque lo que prosigue es la parrillada en sí, por los 30 euros del menú buffet (bebida y postre aparte) aterrizarán en tu mesa listas para ser cocinadas la entraña de ternera marinada con chimichurri coreano, quizá la más sabrosa; oyster blade ahumada en frío y la presa de vaca al ajillo, tiernas y muy ricas; la aguja de vaca marinada con la adictiva salsa Bulgogi e idéntica adicción para las salchichas (en realidad, chorizo criollo) y el tataki de Wagyu, que sin ser el A5 al que puedes optar por 34 euros más, hablamos de la mejor pieza, satisfizo a todos cuantos los probamos. Y qué decir de las minihamburguesas, a las que acompañan pan y que puedes mezclar con uno de los múltiples acompañamientos y salsas pero que por sí solas uno puede comprobar su calidad y sabor. Sumad todo lo repasado a la variedad de brochetas de carne con tortitas para comerlas en taco y obtendréis quizá la oferta buffet más contundente y cuantiosa en este tipo de locales, además de dotarla de una calidad notable. 

Un extra de pago aparte pero que nos sorprendió gratamente: la mousse de tarta de queso con helado de sésamo negro. Rompe su atractiva presentación, mézclalo todo y disfruta. Como disfrutarás el resto de lo relatado, una parrillada japocoreana que también tiene la opción de menú del día por si no te atreves con tamaña bandeja de carnes. 

Más información en https://koterestaurante.com/

Jesús Clemente Rubio