'SuperGunn' debería ser trending topic si es que alguien no ha parido ya igual que un servidor el alias. La afrontaba con mucho recelo por la saturación de versiones -no a la altura de Batman pero, sin duda, rozando el exceso-, por el desconocimiento del talento interpretativo del actor, por la dificultad de reinventar y reexplorar un mundo sobradamente conocido...pero James Gunn y David Corenswet lo han conseguido. Y han parido, con permiso del siempre admirado Christoper Reeve, el mejor Superman de todos. El superhéroe más humano, el Clark Kent que fusiona lo mejor de cada casa, la historia que no da tregua en el ámbito de la acción y que logra tejer un conjunto impecable. Fiel al cómic, fiel al imaginario común, fiel a lo que en algún momento se perdió en el camino del superhéroe. Ni pájaro, ni aviones...en el cielo de Madrid, con los rascacielos de Plaza de España por testigo, en La Estival, lo que vimos fue Superman... el mejor Superman.
Los primeros minutos ya anticipaban que, como poco, tendríamos un Superman a la altura de las mejores cintas del pasado. El Hombre de Acero o aquella primera entrega de Christopher Reeve. Un paisaje helado y un puñado de letras sirven para engullir el clásico reinicio con la enésima aclaración del origen de Kal-El, así que en un minuto nos enteramos de que Superman lleva ya un tiempo en la Tierra y se le conoce como metahumano. Y después de un tiempo ayudando al personal de una y mil maneras, la última a frenar el avance de una dictadura sobre un pueblo desprotegido -¿os suena?-, otro metahumano le endosa su primera derrota. Unos minutos después sabemos que detrás de ese metahumano hay toda una estrategia ideada por el malévolo pero avanzado cerebro de Lex Luthor, un Nicholas Hoult que da igual si héroe, villano, protagonista de drama o de comedia, vuelve a estar impecable. Es menester aprovechar este inciso para elevar al Olimpo uno de los muchos rasgos sobresalientes de la película: el elenco, al completo, está espectacular. Desde Jimmy Olsen a Lois Lane, todos parecen haber nacido para sus respectivos papeles.
Y aquí es donde aparece David Corenswet, que ni es el mejor Clark Kent ni es el mejor Superman, es el perfecto equilibro entre ambos. Una identidad secreta que por fin recibe explicación con chiste incluido sobre las gafas, que navega entre la bondad y casi ingenuidad del Kent de Reeve y el carácter reivindicativo del de Cavill. Que deja claro que este Superman salva hasta las ardillas pero siempre aferrado a unos principios que nunca quebrantará pues es eso lo que le hace humano, y esa Humanidad la que le otorga su fuerza.
Utilizando la excelente interpretación de Corenswet, que ha logrado afianzarse en el imaginario común como Superman desterrando imágenes nostálgicas de otros, retornamos a la película para ensalzar la labor de Gunn: ritmo frenético, sin perder el tiempo en innecesarias presentaciones de Linterna Verde o Mr. Terrific pero exprimiendo al máximo la aportación de cada personaje en aras del conjunto. Gunn ha sabido rescatar de Guardianes de la Galaxia que un partido cinematográfico y de superhéroes no lo ganan las individualidades, sino el conjunto. Hasta el perro Krypto está estelar.
Hay dilema moral, pero sin moralina; hay sentido del humor, pero sin mofa ni circo; hay acción, pero sin exceso de efectos y combates grandilocuentes. Y hay planos épicos, como la primera vez que la S se queda con el público para recordarle que esta película se llama Superman así como en momentos cumbre de las intervenciones del superhéroe. Hay hasta dos escenas poscréditos que huyen de establecer cebos para futuras entregas y se quedan para redondear visualmente una película soberbia.
No sé lo que dirá la taquilla ni siquiera la crítica generalizada, pero sí sé que este Superman ha llegado para quedarse...al menos en mi memoria. Una que, con permiso del efímero Cavill, sólo tenía ojos para Reeve. Queremos más, y lo queremos ya. Y si es rodeado de los rascacielos no de Metrópolis pero sí de Madrid, en la castiza Plaza de España y con el buen hacer de La Estival que hasta ofreció un minirepertorio orquestado y en directo de John Williams previo a la película, mejor. Y si puedes elegir auriculares en mano entre versión original subtitulada o versión en castellano, mucho mejor. Cine y Superman para todos.
Más información en https://www.laestival.com/
Jesús Clemente Rubio
 
