Cierto es que el Café Barbieri frecuentado por Pablo Picasso y un sinfín de artistas, escritores, políticos... no servía los platos italianos que hoy presenta en su menú. Quizá sí alguno de sus entrantes, más castizos y patrios, pero en cualquier caso lo que perdura es el aura, la atmósfera, el ambiente añejo plasmado en sus pupitres convertidos en mesa -no muy cómodos, pero cargados de romanticismo- y una localización madrileña por antonomasia: Lavapiés. Paredes que acumulan relatos de más de 100 años ahora disfrutables con una buena pasta en la mesa.
Porque los años pasan, el mundo cambia y aunque en Café Barbieri casi todo siga igual ha sabido adaptar y adoptar la globalización integrada ya en casi todos los rincones del mundo. Atreviéndose a combinar lo castizo con lo italiano, las croquetas de carabinero, la ensaladilla rusa -a la italiana- y las patatas bravas -también una interpretación en forma de trampantojo de hojaldre con adictiva salsa- con pastas y pizzas.
En este segundo capítulo, el de los principales, cabe pedir más a unos carbonara demasiado determinados por el guanciale en sabor y, para algunos paladares, exceso de sal pero igualmente aplaudir unos papardelle con trufa de abundantes cantidad y calidad. La pizza rústica no acusa la sobredosis de queso y resulta incluso ligera al estómago y simpática al paladar y repite en generosidad en lo que se refiere al tamaño de la ración.
Es en el postre donde echan el resto con una cookie al horno con helado de vainilla y sirope de chocolate donde la exagerada galleta posee un fuerte sabor a nuez que contrasta con el dulce azúcar presente en cada uno de los elementos citados, maravillando en cada cucharada.
Si lo tuyo no es la comida italiana, descuida; Café Barbieri tiene completos desayunos hasta la 1 de la tarde -esto es España- y una propuesta para la clásica merienda más café que mantendrá el espíritu castizo del local a golpe de bizcocho de zanahoria, tarta de queso o tiramisú, entre otros. Puestos a comer, devoremos historia.
Más información en https://www.cafebarbieri.com/
Jesús Clemente Rubio