San Isidro siempre es una excelente excusa para descubrir un rincón de Madrid. Y eso que del que hablamos hoy es un referente castizo dentro o fuera de la festividad del patrón de la capital. Porque Viva Madrid es de esas tabernas chulapas durante todo el año, con propuestas en carta que huelen y saben a verbena e incluso con un día reservado a actuaciones en directo para disparar un ambiente ya de por sí distendido, fiestero y embriagador. Sirva el aperitivo de San Isidro que preparó Viva Madrid para asomarse a su carta y a los múltiples guiños a Madrid y a la cocina española.
Cuando aún resuenan los ecos del chotis, se ven restos de claveles y huele a la torrija especialmente preparada para la ocasión, repasamos algunas de las propuestas de Viva Madrid, taberna icónica de la capital y cercana a la Plaza de Santa Ana. Y quiso la fortuna que nuestra visita coincidiera con la festividad de San isidro que, hasta el pasado 18 de mayo, protagonizó un aperitivo especial homónimo que, por 12 euros, incluía precisamente los platos que son estrella durante todo el año.
Véase el bocadillo de oreja brava a la madrileña en pan de brioche, obligado por la intensidad del sabor, el golpe picante de la salsa y la calórica pero obligada oreja, trabajada a la perfección en textura y preparación. Aunque si no fuera por el picante de lo que más se acuerda nuestro paladar es de las croquetas de cocido madrileño, verdaderamente engulles uno completo en cada bocado. La ensaladilla rusa con salmón ahumado sobre regañá, lámina de pan fina y crujiente, cumple con lo que promete en el papel porque el toque ahumado hace de ella un plato exquisito y además contundente. En general, los platos en Viva Madrid son bastante generosos.
Bien podríamos cerrar el aperitivo convertido en almuerzo o cena con unos buenos torreznos sobre revolconas, ambos elementos plausibles. Sin embargo queríamos salirnos de lo más próximo y comprobar cómo trabajan platos no necesariamente castizos y por eso apostamos por las cuatro minihamburguesas servidas a pares: dos con chutney de tomate seco y otras tantas con salsa trufada de boletus. Buenos aderezos para la verdadera protagonista: la carne. Suave y tierna.
El cóctel de torrija, este mismo dulce en su más clásica forma y tan pichis. ¡Y qué Viva la taberna inusual de Madrid!
Más información en https://www.vivamadrid1856.com/
Jesús Clemente Rubio