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Córdoba con niños en tres días

Tres cuartas partes de la Península Ibérica fueron una vez un califato que tomó nombre de la ciudad y capital del mismo, Córdoba. Allí pusieron los árabes sus ojos para mostrar al mundo su poderío político y militar, opulencia y excesos, belleza natural y monumental. Y allí viajamos para confirmar lo visto años atrás cuando aún no escribíamos estas humildes líneas... que estamos no sólo ante una de las ciudades más bonitas de Andalucía, España o Europa, sino del mundo. Córdoba supera a Roma y París en número de monumentos y bienes protegidos con el sello de la Unesco, el que declara un enclave Patrimonio de la Humanidad. Por eso merece una visita de, al menos, tres días en los que dar cuenta de sus bondades arquitectónicas, gastronómicas, su oferta hotelera y de ocio, su gente y su herencia árabe, cristiana, judía, visigoda y, por supuesto, romana. De ellos tomaron la denominación Colonia Patricia Corduba, Córdoba.

A pie o sobre ruedas, Córdoba es una ciudad para visitar en familia y con niños.

Al igual que en otras ocasiones, no esperéis una guía al uso que profundice en la historia de cada monumento así como detalle fechas y orígenes de cada uno de los puntos de interés. Lo que hacemos en otiuMMadrid es dar cuenta de qué hacer y visitar en un puñado de días en Córdoba y las formas y recomendaciones para hacerlo. Transporte, logística, dónde comer, qué merece la pena contratar y qué hacer por libre... siempre teniendo en cuenta que se trata de una opinión más que, en este caso, corresponde con las elecciones que nosotros hicimos para nuestro viaje. Hemos de deciros que en 72 horas nos cundió sobremanera todo lo que os vamos a contar para disfrutar de Córdoba en familia, con niños y con la necesaria pausa que ello conlleva.

Córdoba a pie o Córdoba en City SightSeeing

Como ocurre con otras muchas ciudades, Córdoba es fácilmente visitable a pie. Algo antipática con los carritos de bebé por el enchinado cordobés ya sea con pequeñas teselas o con enormes bolos, como dicen los cordobeses, pero siempre encontrarás una baldosa plana amiga por donde discurrir salvo en el caso de la judería, algo más intrincado. Valerte de tus piernas de permite asomarte a multitud de rincones inalcanzables para los vehículos de cuatro ruedas pero, como de costumbre, nosotros optamos por ambas vías para obtener una visión global motorizada y después adentrarnos en las especifidades de la ciudad. Es ahí donde aparece City SightSeeing Córdoba.


Los principales enclaves de la ciudad a bordo del City Sightseeing.

Con varias opciones disponibles, siendo la Iconic la básica que ya justifica la inversión, nosotros escogimos la "Value" ya que añade la visita a la Mezquita al clásico autobús de subir y bajar cuantas veces quieras a lo largo de sus dos rutas -azul, con 10 paradas y roja, con 17- y puntos clave del casco histórico cordobés. La interfaz web es tan sencilla como la contratación y el cierre de flecos como la reserva previa de la visita a la Mezquita. Pero lo crucial de esta compañía, amén de las 2 rutas a pie que incluyen por Judería -indispensable- y Mercado Victoria -tour prescindible, no así las consumiciones gratuitas que incluye, una por billete- es su practicidad. Ambas rutas están perfectamente diseñadas para que no sólo en Córdoba Íntima (azul) o Córdoba Panorámica (roja) visites desde autobuses techados o descapotables los principales rincones de Córdoba, es que además te facilita muchísimo el desplazamiento por la ciudad, ahorrando energías para el resto de la jornada. Además de detalles como la parada en la Ciudad de los Niños -gigantesco parque infantil, parada activa según la temporada- o en la estación de AVE de Córdoba. Es verdad que las líneas municipales 3 ó 4 te dejarán cerca del hotel que hayas elegido en el centro, pero trasladarte desde o hasta allí en el generoso autobús de City Sightseeing facilita enormemente tu llegada y desplazamiento con maletas, niños, carrito, etcétera. Sobre el personal es extraordinario, no encontramos excepción alguna entre los "chaquetas rojas", como les llamábamos. En asesoramiento, información, amabilidad y ayuda... tan útiles como la completa aplicación que, de manera muy gráfica, te advierte de por dónde circula el autobús que quieres coger así como de las paradas más cercanas o los puntos de interés próximos. Todo ello redondeado por la experiencia más pura del City SightSeeing, esto es, la audioguía que te informa sobre lo que vas viendo desde el autobús.


Descubre más sobre estos monumentos en la audioguía o visitas a pie de City Sightseeing.

En definitiva, una excelente manera de moverse que ahorra tiempo y esfuerzo y que facilita el turismo de una manera muy ilustrativa. Seguid siempre nuestro truco: dad al menos una vuelta entera para obtener la visión general de la ciudad para después, ya a pie o subiendo y bajando allá donde prefieras, ir más allá de la letra negrita, al cuerpo del monumento o el enclave. Con o sin ellos porque, como os decimos, incluyen una visita a pie que no puedes dejar de hacer como es el barrio de la Judería. Una hora por el barrio judío mejor conservado de Europa en la que, salvo el zoco -termina en la Sinagoga, muy cercana, así que te recomendamos pasarte por él una vez concluya- sí recorre las laberínticas calles que conforman uno de los lugares más queridos de Córdoba por locales y visitantes. Y que utilizaremos para ya entrar en materia del turismo de Córdoba.

Qué ver en Córdoba en 3 días

Pongamos como excusa esta visita a pie de City Sightseeing para, como hace aquella, partir del santo y seña de la ciudad y mapa de Córdoba en nuestro primer día: la Plaza del Triunfo con uno de los muchos triunfos erigidos en honor del arcángel San Rafael, que liberó a la ciudad de la peste y con Puerta y Puente Romanos de hermosa factura y culminando al otro lado del Guadalquivir en la Torre de Calahorra. 



Arriba, vista de Córdoba desde la Torre Calahorra.
Abajo, Triunfo de San Rafael y la Puerta del Puente.


No olvidéis dirigiros allí cuando caiga la noche para obtener una instantánea panorámica de la ciudad al otro lado de un río en cuya Ribera han abierto varios bares bastante frecuentados y que, siguiendo el curso del Guadalquivir, deja los Sotos y Molinos de la Albolafia. Llegados hasta aquí se erigirá ante nosotros el imponente Alcázar de los Reyes Cristianos, otrora un edificio unido ahora dividido en tres de obligada visita tanto a sus instalaciones palaciegas como a la única torre visitable de las cuatro que rodean el complejo, así como sus jardines. Una extraordinaria muestra del culto a los sentidos que hacían los árabes en estos espacios en viviendas y edificaciones de todo tipo. 



El Alcázar de los Reyes impresiona tanto en interiores como exteriores.

Una vez abandonemos el Alcázar, si subimos hacia el centro, la primera calle que cruzará será la de las Caballerizas Reales. Allí donde Felipe II instauró la crianza del Pura Sangre Español cruzando el caballo de la Península Ibérica, más tosco y grande, con el coqueto y pequeño árabe. Desde entonces y hasta hoy, que continúa y permite al visitante no sólo conocer de primera mano este pura sangre sino también, tres días a la semana, quedarse boquiabierto con un espectáculo que mezcla baile flamenco y desfile ecuestre. Obviamente va siendo hora de comer en Córdoba... y el Bar Santos es una opción rápida porque desde aquí lo tienes a unos minutos para probar una de sus famosas tortillas a pie de la Catedral Mezquita. Te recomendamos también la ración de albóndigas que, aunque sólo vengan cinco, su salsa y patatas machacadas están riquísimas. Antes de regresar a las Caballerizas y dirigirnos hacia el Barrio de San Basilio, desde el Bar Santos tienes dos calles indispensables en el carrete de tu viaje: la del Pañuelo (conocida así, si bien el nombre real es Calle de Pedro Jiménez), estrecha como pocas y que desemboca en una diminuta plaza; y la Calleja de las Flores, un pequeño aperitivo del buen hacer cordobés con macetas y flores para lo que estamos a punto de recomendarte.


 

Las muy fotografiadas Calleja de las Flores, la Regaora y la Calle del Pañuelo.

Porque de regreso a la calle Caballerizas Reales y atravesando la muralla estaremos ya en el barrio de San Basilio y, a la derecha, encontraremos la oficina de Ruta de Patios Córdoba para conocer uno de los tesoros de la costumbre cordobesa.

Ruta de patios Córdoba

Carmen y Nacho decidieron brindar al mundo por 6 euros y medio –un regalo- cinco de los famosos patios cordobeses más galardonados y premiados año tras año. Así que lo que visitarás serán los patios privados de ciudadanos privados que deciden hacerlos públicos para, más allá del negocio –a ese precio uno no puede pensar en que la finalidad sea lucrarse-, difundir la fortaleza de una tradición tan hermosa y laboriosa como es la de los patios cordobeses.

 



No hace falta esperar a mayo para ver un perfecto resumen en estas cinco casas que nos abren sus patios comenzando por una de corte más clásico hasta otra galardonada con el primer premio en la categoría de “patio moderno o reformado”, cada uno con su idiosincrasia, porque no hay dos iguales. Pero todos son llamativos, “instagrameables” para los más tecnológicos y hermosos y bonitos para cualquier viajero. No dudes en preguntar a aquellos que te abren su hogar para enterarte de lo mucho que cuesta mantener semejante plantel vegetal e interesarte por los primeros utensilios como la cañilata. Sin olvidar el arte, la gracia y el salero que más de uno de los propietarios derrocha con cada visitante. Y hablamos de decenas si no centenares al día, y con todos sonrisa, humor y cercanía. Así es Córdoba, así son sus cordobeses. 

Sirva la Ruta de Patios como aperitivo a las numerosas calles floreadas de Córdoba.


Una actividad obligada en tu visita a Córdoba vayas el tiempo que vayas. En una hora habrás liquidado los cinco patios.

Más información en www.rutadepatioscordoba.com

Sabemos que aún no es momento de cenar, pero también que, como buen viajero, quieres ver la ciudad a través de las gafas de los locales. Una vez más, regresamos a la calle Caballerizas Reales, en el número 10 espera uno de esos lugares al que volverás en el resto de días de tu estancia en Córdoba atraído por su ambiente, su música, su comida y su gente. 

Jamón ibérico, guitarra, micro y escenario. Ya está montada la fiesta.

Comer en Córdoba con música en directo, Puerta Real.

Maite y Ángel conforman  un matrimonio oriundo de Córdoba que marchó al Rocío onubense a hacerse un nombre con su querida La Posada. 20 años después, siendo toda una referencia en el pueblo, dijeron basta. Merecían un descanso, recoger todo lo sembrado, así que retornaron a la ciudad que los acunó para retirarse allí en una vida plácida y reconfortante.

Poco tiempo después, una buena tarde cordobesa al pie de su piscina, cruzaron sus miradas. No como suelen hacer, aún enamorados, sino con una complicidad de saber lo que pensaba y estaba a punto de decir el otro. Casi se atropellaron las palabras. “Maite”… “Ángel”… y al unísono… “me aburro, hagamos algo”. Gente que ha disfrutado tanto como trabajado la vida, no puede estar sin "currar". Es como pedir al colibrí que deje de agitar las alas, uno diría que por fin se relajaría, cuando en realidad su corazón se frenaría en seco. Así que ese “algo” que decidieron montar resulta que es ya toda una referencia de la escena diurna y nocturna del tardeo y copeo cordobés. Fuimos a Puerta Real atraídos por un cartel que circuló por redes en el que se hablaba de música en vivo, y cuando llegamos encontramos, efectivamente, una música en vivo de guitarra y canto plausibles en un ambiente inmejorable. Pasó un matrimonio holandés por la puerta, atraído por la algarabía, y les susurré al oído: “si miráis os gustará, si participáis gozaréis como un cordobés más”. Y así fue. Mejor que en cualquier tablao y afamado mesón, en Puerta Real hay tortilla de patatas, surtido de ibéricos, salmorejo y otras exquisiteces locales de calidad aderezadas con los mejores ingredientes: fiesta, buen ambiente y excelente gente. Maite y Ángel lo han vuelto a hacer, esta vez en la ciudad que los trajo al mundo; erigir un enclave en el que locales y visitantes, residentes y extranjeros se convierten en un único colectivo una vez atraviesan el umbral de Puerta Real: gente que gusta del buen comer, cantar y bailar, del cachondeo y el compartir, gente que gusta de vivir. Y en eso este matrimonio tiene un Máster y, lo mejor de todo, cada día, pero sobre todo cada fin de semana, dan una clase magistral de ello. Acude, aunque sólo sea como oyente… acabarás como los holandeses.

Calle Caballerizas Reales, 10. Puerta Real. De miércoles a domingo, de 12 a 23 horas (medianoche los fines de semana).






En Córdoba comerás bien y a buen precio. 

Otros lugares donde comimos y entendemos por qué aparecen en otras guías: Taberna Góngora (raciones grandes, boquerones fritos y flamenquín muy ricos), el mencionado Bar Santos (el pincho de tortilla apoyado en los muros de la Mezquita es imprescindible, ojo a sus albóndigas aunque vengan cinco en la ración) y Casa Pepe de la Judería (en barra mejor, en restaurante pagas casi el doble por cada plato).


Córdoba en tres días, plazas y Medina Azahara

Tú eliges si desplazarte los 7 kilómetros que separan Córdoba de Medina Azahara por la mañana o por la tarde, nosotros sí te diremos que lo hagas en meses como febrero, marzo, abril o mayo... huyendo del calor exagerado vaya. Será el mejor momento para visitar Medina Azahara con niños y que todos disfrutéis. 







De arriba abajo, las plazas: Capuchinos, Tendillas, Potro y Corredera.

Antes de asomarnos a ese capricho ostentoso del califa, y para la otra franja del día que hayas liberado, hemos de pedirte que recorras diferentes y atractivas plazas de Córdoba. Desde la del Potro, animal que la da nombre y representado en su fuente y que fue mencionada, entre otros, por Cervantes en El Quijote, hasta la más "castellana" como la cuadrangular Plaza Corredera. Si camináis al oeste desde aquí pasaréis por el edificio del Ayuntamiento que, al ser ampliado, permitió el descubrimiento de un vasto templo romano en el que aún se trabaja. 

En el centro de la Plaza de las  Tendillas espera el Gran Capitán de los Reyes Católicos y muy cerca, en Plaza Capuchinos, un par de bancos y un convento que invitan al relax mientras los niños corretean por los alrededores. Un poco más al norte llegaréis a la Plaza de Colón y los Jardines de la Merced escoltados en uno de los laterales por el llamativo edificio de la Diputación Provincial. Desde aquí estaréis muy cerca de una de las paradas del autobús que te llevará a Medina Azahara, al menos, con la compañía por la que nosotros optamos: Arte En Córdoba.

Consejos para visitar Medina Azahara con niños, La ciudad brillante

Sabemos que hay mucho Arte En Córdoba y que por ello proliferan las compañías que ofrecen al visitante múltiples opciones y combinados de visita. El que mencionamos al comienzo de este párrafo es el que elegimos para visitar la Ciudad Brillante o Medina Azahara, con la duda de si, entre todos los llamados, el elegido estaría a la altura de nuestra expectativa. Duda que no tardó en disiparse.


Busca el autobús amarillo con letras rojas. Te llevará a Medina Azahara.

Con el pack de autobús más visita guiada por el recinto adquirido, nos dirigimos al punto de encuentro frente a la Glorieta de la Cruz Roja y al hotel Eurostars, donde el autobús amarillo con letras rojas no tiene pérdida. Allí, Azahara (¡cómo no!) nos recibió y se presentó como nuestra guía durante el resto del viaje. Y fue en ese momento donde celebramos nuestra elección por la predisposición, amabilidad y buen hacer… que enseguida tuvo su réplica apenas nos apeamos del autobús, ya en el complejo de Medina Azahara. Tras un vistazo de 15 minutos a lo que fue y es el recinto a través de un vídeo, y después de abordar el autobús lanzadera que nos deja ya a pie de ruinas –incluido en el precio-, comenzamos una visita que fue deliciosa en cada explicación. Sin demasiados tecnicismos, sin escasos chascarrillos. Detallando lo que tenemos ante nosotros y esbozando lo que fue de una manera concisa, precisa y dinámica que no aburrió ni siquiera a nuestra hija de seis años. Al margen de que Medina Azahara es una maravilla por historia –aunque durase 80 años este símbolo de la opulencia árabe- y estado de conservación, resultó tremendamente sencillo dibujar el día a día de la urbe así como aprender causas de su levantamiento y decadencia así como consecuencias de la misma.



El complejo, la historia y la visita deslumbran al viajero.

Huelga decir que la libertad de movimiento que otorga el auricular conectado al aparato inalámbrico permite fotografiar cuanto quieras toda vez que escuchas las explicaciones, lo cual facilita no perder hilo de guía ni itinerario pero tampoco tu foto favorita. Y que para los niños bien puede resultar algo tediosa, pero tendrán un espacio histórico a sus pies para perderse y jugar entre piedras y diferentes niveles. Si vas con bebé, puedes dejar gratuitamente el carrito en el Centro de Visitantes -antes de abordar el autobús lanzadera- y llevar a la criatura en mochila de porteo o en brazos... pero descarta completamente meterte en el complejo con sus cuatro ruedas. 

Tres horas en total dejando en una  hora y media aproximadamente la visita guiada en sentido estricto que dejarán satisfecho al usuario y difícilmente le harán pensar en qué habría sido de su visita de escoger otra opción (ir por libre, con otra empresa, etcétera). Muy recomendable.

Más información en https://medinaazaharacordoba.com y más visitas en https://www.artencordoba.com/


Visita a la Catedral Mezquita de Córdoba con niños

Si habéis llegado hasta aquí del tirón, sabréis que hicimos la visita a la Catedral Mezquita de Córdoba con City Sightseeing. En realidad no es con ellos, tienen subcontratado el servicio que te incluyen en uno de sus packs, pero igualmente resultó tan gratificante como la del barrio de la Judería. Estamos ante la joya de la corona cordobesa, la que Mezquita y ahora Catedral y que, tras sufrir varias ampliaciones, supera las mil columnas interiores. Con una mezcla de estilos arquitectónicos tan bien ejecutados que es difícil no impresionar al visitante apenas pone un pie en ella. Con una historia que merece ser tratada y repasada por una voz experta como fue nuestro caso. Con multitud de ángulos que exigirán una fotografía que inmortalice tu visita a uno de los lugares más bonitos del mundo. Si creéis que exageramos, acudid y, si nos permitís el consejo, hacedlo en visita temprana. La nuestra comenzó a las 9:45 y, aunque ya había varios grupos de otras empresas y tours guiados en los alrededores y dentro, encontrarás mucho menos tráfico y trasiego que a medida que avanza el día.



Templo árabe y cristiano, lugar de culto y combinación de ambas arquitecturas.

Más de 20.000 metros cuadrados repletos de arte e historia donde lo humano y lo divino se funden en un espectáculo al que hay que asistir al menos una vez en la vida. Nuestra niña de 6 años quedó deslumbrada, aunque sólo fuera durante los primeros 20 minutos claro. Son niños. Para los adultos, lo difícil es quedarse en esa única vez. Nunca querrás irte y siempre querrás volver. Desafortunadamente, en la guía de City Sightseeing has de abandonar la Mezquita cuando concluye la visita guiada, por ponerle un "pero" a la experiencia. Siempre puedes volver de 8:30 a 9:30, franja en la que la visita es gratuita...

Y sí, preferimos dejar la visita a la Mezquita Catedral para el último de nuestros tres días en Córdoba para terminar en alto, con el mejor sabor, para certificar que lo que hemos sentido durante las últimas 72 horas no era una ilusión, sino la certeza de que estamos ante una ciudad, títulos aparte, patrimonio y legado de la Humanidad. 

Dónde dormir en Córdoba, La Ermita Suites

El pasado FITUR aprendimos un concepto nuevo, una evolución de la ya manida sostenibilidad: el turismo regenerativo. No sólo cuidar de lo que encontramos, sino relanzarlo de una u otra manera. Javier Velasco vio en una antigua ermita y convento una oportunidad de aportar su granito de arena al vistoso músculo de Córdoba toda vez que dotarla de una solución habitacional que mezcla historia y modernidad, tradición y vanguardia. Con algún que otro bache burocrático y una enorme inversión de tiempo y dinero erigió La Emita Suites, una base de operaciones perfecta para la visita descrita en párrafos anteriores sobre todo por su localización.

 

La parte posterior llama la atención por su fachada y patio.

 2 minutos andando de la Mezquita Catedral, uno de la Calleja de las Flores, 4 de la Puerta y Puente Romanos... si vas a estar varios días por Córdoba y tu City SightSeeing sólo dura 48 horas, La Ermita Suites pone solución porque si hay una inversión que repercute directamente en las energías y bolsillo del viajero es la localización. Y si además hablamos de instalaciones, como decimos, que combinan en un perfecto cóctel restos antiguos con mobiliario moderno, luminosidad, habitaciones enormemente equipadas con todo tipo de menaje y utensilios, terrazas -en nuestro caso- que saludan y despiden el día cordobés con unas vistas envidiables. Limpieza, comodidad y la tregua necesaria en un día de caminata arriba y abajo, ya que nunca dará pereza hacer parada técnica en un hotel que goza de semejante ubicación. Nosotros hicimos varias a lo largo de nuestros días en la ciudad, a veces en la zona común interior, a veces en el coqueto patio exterior y otras en la misma habitación. Entre 30 y 60 minutos que supieron a gloria a nuestras piernas y ánimo para continuar. Y eso sólo te lo da un hotel que abraza al viajero y que le espera en la mejor localización de Córdoba.

  


Instalaciones y habitaciones que mezclan tradición y modernidad.

 Imborrable el momento de desplomarnos sobre el sofá y, mientras repasábamos mentalmente lo que había dado de sí nuestra jornada, topar visualmente y a través de ventana y cortina con el alminar de la Mezquita. Y así fue como finalizó nuestro periplo por la ciudad de las cuatro inscripciones en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. Mezquita, Fiesta de los Patios, el centro histórico y Medina Azahara. La envidia de todo un planeta. 


Más información en la web del hotel y en la red de hoteles con encanto Rusticae.

Jesús Clemente Rubio