Brahim llama a la puerta. Apenas un puñado de oportunidades después, el hispanomarroquí ha demostrado que puede ser un perfecto titular y reemplazo a un Rodrygo irregular... y justo entonces, el brasileño ha despertado. Y liderado por delante del resto, incluido Vinicius, un partido impecable con gol y asistencia y el doble de disparos (18 a 9) que el rival. Claro que hablamos de la Cenicienta del Grupo, un Braga valiente pero con muy poca pegada que permite al Real Madrid certificar de manera matemática su pase a la siguiente ronda de Champions.
No hizo falta dar más pases que el Braga, ni siquiera tener más la pelota... de hecho el combinado portugués venció en ambas estadísticas al final del encuentro... pero lo que cuenta es lo que diga el marcador. Y ese marcador recogía los tantos de Brahim, Vinicius y Rodrygo, lo mejor de un partido que comenzó tremendamente aburrido y que ganó con el paso de los minutos y la entrada en juego del primero. Brahim deslumbró al Bernabéu por ritmo, pegada, colocación, rapidez, movimiento entre líneas, desborde, atrevimiento...cualidades que por sí solas suele aplaudir la parroquia blanca y que, todas juntas, hacen soñar con un jugador para muchos años. Y que no debería dejar escapar la Selección Española, por cierto.
Suyo fue el primer tanto, a pase de un Rodrygo que también recupera con este partido confianza y brillantez. Demasiado apagado en la primera temporada que, a falta de fichajes y gracias a lesiones, le han aupado a una titularidad indiscutible que aprovecha a ratos. Éste partido ha sido uno de ellos, ayudando a abrir la lata llegando al fondo del área y cerrando la goleada con un tanto de altura. Entre medias, el de siempre, el incombustible, el que está aunque "no esté", Vinicius.
12 de 12, puntaje perfecto para un Real Madrid que ya está en el bombo de octavos... para infortunio del resto. El coco es y siempre será el conjunto merengue.
Jesús Clemente Rubio