La rana Nana se convierte en trilogía con Una rana y los dinos, nueva entrega de la experiencia teatral para bebés que sigue entreteniendo durante algo más de media hora a los más pequeños a la vez que les introduce en el maravilloso mundo de las tablas. Nuevamente con factores sensoriales de los que atrapan y concentran la atención del bebé, algo que ya sabemos todos los padres que es arduo difícil, y que no la vuelve a soltar hasta que finaliza la obra gracias a la variedad de personajes, el colorido de los mismos así como del escenario y el juego constante de luces y sonidos. Claro que con bebés se puede ir al teatro... si se llama Luchana y quien allí actúa es la compañía Zapatos de Papel.
Mucho ha llovido desde aquel día en que fuimos con nuestra hija mayor a ver cierta rana que coqueteaba con la Luna, fue entonces cuando descubrimos su pasión por las historias en vivo, la visita a mundos y situaciones de todo tipo, el teatro. Allí una tal nana brincaba asombrada mirando a la luna y los bebés la imitaban boquiabiertos contemplando toda la puesta en escena que tenían enfrente... un lustro después, Una rana (sigue) en la luna y se ha hecho trilogía echándose también a la mar y, en la que nos ocupa, viajando en el espacio tiempo hasta que su avioneta se rompe y aterriza en una selva... ¡repleta de dinosaurios!
Serán ellos los que, cada uno con sus características, colorido y canción, ayudarán a Nana a reparar su avioneta antes de reemprender sus aventuras y viajes. Y Zapatos de Papel conjuga en 35 minutos un notable puñado de canciones que recorren varios géneros, adaptando cada melodía al dinosaurio que conoce Nana y aprovechando, en sencillas y abreviadas frases, para el fin didáctico de, por lo menos, incrustar en la memoria nombre y rasgos de cada especie de las mostradas. Algo que siempre nos gustó y que mantienen es la interacción con el público, llevando a todos los rincones de la platea cada muñeco sin dar tregua a los que esperan a que llegue su turno, ya que por el lado contrario otro de los miembros de la compañía empleará diversos utensilios para recrear sonidos y efectos especiales propios de la escena que observamos (lluvia, por ejemplo). Aderécese todo ello con un festival de colores y un atractivo juego de luces para que nuestros bebés queden prendados de Una rana y los dinos, ya sea por los citados protagonistas, el aspecto visual, el sonoro o todos ellos.
Sin percataros, también estaréis poniendo en contacto con vez primera a vuestros pequeños con una experiencia teatral y todo lo que ello supone: aprender a estar en una butaca observando a los artistas, viajar por mundos varios sin moverse del asiento y, sobre todo, divertirse con una de las artes más hermosas que hay: las escénicas. Por supuesto, si son reincidentes o tienen ya varias obras a sus espaldas, quedarán igualmente encantados.
Más información en https://luchanakids.es/cartelera/una-rana-y-los-dinos/
Jesús Clemente Rubio