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Nada derrite el interés por el Museo de Cera de Madrid

 Décadas después, testigo del tiempo en una ciudad en constante cambio, y bajo la atenta mirada de la bandera española más grande de la región, se erige el Museo de Cera de Madrid. Siempre atractivo para el visitante, carne de "meme" para los locales por algunas representaciones bastante alejadas de la persona que pretenden emular pero interesante para todos. No sólo por la esencia de todo museo del ramo, que te permite codearte entre todo tipo de famosos de los más variados sectores, sino precisamente por eso, por saber presenciar el desarrollo de la Humanidad y colocar entre sus paredes lo más representantivo de la Historia Española; la Lengua y Literatura; el Deporte... materias que escribimos mayúsculas como si de un Trivial se tratase. Así es el Museo de Cera, un gigantesco tablero que reúne lo más representativo de la Humanidad. Con más o menos acierto... y siempre innovando. Lo último: el Tren del Terror, la experiencia Wax Horror y la pequeña zona infantil. Nada derrite al Museo de Cera de Madrid.

La Wax Horror Experience está genial.

Mención especial y primera merece la categoría de "Terror" que ya en anteriores visitas nos marcó por su agresivo detalle de asesinos en serie o episodios nacionales mucho más crueles que la ficción. Lo que quizá faltaba era una buena puesta en escena, que ahora proponen partiendo de una sala circular circuncidada por los clásicos monstruos (Drácula, Frankenstein, etcétera...) para después adentrarnos en una renovada primera planta, apadrinada por Alaska, donde un estrecho pasillo sólo es interrumpido en una de las paredes por diversas estancias. En ellas, sin destripar mucho más, asesinos en serie sacados de los libros de historia y otros elementos terroríficos de los tomos de ficción. Luz baja y una atmósfera asfixiante apta para adultos (momentazo el de las gemelas de El Resplandor) y que contrasta con la experiencia más familiar y para todos los públicos del breve pero entretenido Tren del Terror.

La sala infantil resulta, pero los niños piden más. Seguro que el museo ha tomado nota.

Quedándonos en los más pequeños, la sala infantil con Tío Vivo y personajes de dibujos animados es un primer paso de un camino que la organización ha de seguir recorriendo para hacer su propuesta mucho más interesante para los niños. 

Junto a los mencionados, las salas clásicas con un repaso histórico de España desde Viriato hasta Felipe VI y Pedro Sánchez, el Oeste de Clint Eastwood, la pintura de Goya, las letras de Cervantes o la música de Elvis, además de la faena taurina con menos sangre que antaño. En definitiva, más de 450 personajes de nuestro pasado y presente confluyen en un Museo de Cera siempre pendiente de lo que está por venir, actualizándose con más (La Roca) o menos acierto (Cristina Pedroche) para aguantar el tipo en el futuro. 








Música, arte y literatura en el Museo de Cera.

Más información en https://www.museoceramadrid.com/

Jesús Clemente Rubio