Si la pérdida económica fue mayúscula, la de prestigio e imagen superó toda cifra. CD Projekt, de inmaculada imagen tras la saga The Witcher, creaba una expectación casi sin precedentes con Cyberpunk 2077. El videojuego fue lanzado al mercado, pero no respondió a lo que tenían en mente usuarios... ni tampoco programadores. Una ristra de 'bugs' imperdonables, eternos tiempos de carga... un producto a todas luces inacabado que 14 meses después recibiría un parche "next-gen" más grande que el propio título. Ello, unido a su experiencia en la nueva generación, por fin logró acercarse a lo que todos esperábamos. O al menos es lo que percibimos jugándolo y terminándolo en Xbox Series X.
Porque la consola más potente del mercado carga el título y los diferentes distritos de Night City a un ritmo que nunca da tregua. Da igual si mueres o si optas por el desplazamiento rápido en los puntos que irás desbloqueando por el gigantesco mapa a medida que lo recorras, la carga no sólo no entorpecerá la experiencia sino que la mejorará ya que puedes completar las misiones -o, al menos, desplazarte hasta el lugar en el que las tienes que finalizar- a una velocidad plausible.
En el aspecto gráfico, sólo en una ocasión vimos a un viandante ser "atravesado" por un vehículo, en una de las carreras de Claire... y en más de 100 horas de juego. Estaréis conmigo en que es todo un logro dados los antecedentes. Y sí asistimos a un espectáculo visual que pone en las calles multitud de personas y vehículos sin ralentizarse lo más mínimo y ofreciendo una verdadera inmersión en las vicisitudes de cada barrio y distrito gracias a una iluminación muy bien cuidada.
Del juego poco que decir, eres V, un mercenario que tras un trabajo que no sale del todo bien -fatal, más bien- se ve inmerso en un enfrentamiento entre corporaciones y también en el seno de una de las familias más poderosas de Night City y a partir de ahí tendrá que elegir entre hacer la guerra por su cuenta o ir tejiendo relaciones con aliados que, eventualmente, te ayudarán en los últimos compases del título. Amigo o enemigo, hay un personaje que no te podrás sacudir ni socialmente ni siquiera, literal, sacártelo de la cabeza: el interpretado a la perfección -por favor, jugado con las voces en inglés- por Keanu Reeves, Johnny Silverhand, en cuya piel nos encantaba meternos por su descaro y manera de hacer las cosas. Si no sois muy angloparlantes, descuidad, el actor que habitualmente dobla a Keanu Reeves también pone su voz en un videojuego que no descuida nada. Ni los trabajos secundarios, que nosotros hacíamos sólo de vez en cuando pues ya con las misiones secundarias y las historias personas de los PNJ teníamos suficiente, ni la trama principal... en la que, como decimos, en algún que otro punto nos dibujará varios caminos que confluyen en los diferentes finales del juego. En cualquier caso, volviendo a la esencia de este artículo, nuestra experiencia con Cyberpunk 2077 en Xbox Series X es todo lo que cabría esperar de Cd Projekt y un título de mundo abierto con las pretensiones con las que se lanzó el título... y algún que otro extra inesperado en la historia y también en algunas misiones alucinantes que redondearon una jugabilidad soberbia.
Porque la nueva generación es mucho más que exigir un aspecto gráfico hiperrealista, es velocidad, puesta en escena y capacidad y tiempos de carga... es dar réplica a la ambición de los programadores. Y Xbox Series X lo consigue.
Jesús Clemente Rubio