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Piú di Prima, una lección magistral del uso de la trufa en la pasta

 

Hace tiempo que la trufa bajó de la alta cocina al fogón medio para impregnar numerosos platos de su aroma o bien emplear el hongo directamente para finalizar el emplatado en mesa. Es el caso de la pasta, que en ocasiones nada en aceites y derivados matando el resto de sabores y en otras peca de escasez o bien de malas combinaciones. Pero Piú di Prima llena terraza e interior, como mínimo los fines de semana, por un uso excelso de este aderezo, también en su vertiente apta para el bolsillo más lleno, la trufa blanca. En cualquier caso el lugar es de obligada visita y su sección de platos con trufa de indudable comanda... pero descuidad. Sabedores de que hay tantos paladares como personas y tantos gustos como colores, en Piú di Prima echan el resto en una carta escueta pero en la que ninguna referencia desmerece, al menos las que probamos y las que vimos en nuestro entorno probar y disfrutar.  Y os habla el padre de una niña de 5 años que otrora habría rechazado un desagradable y demasiado protagonista sabor de trufa, y que aquí terminó relamiéndose y pidiendo más.
Con Sofía Loren por testigo os contamos cómo fue nuestra comida en el restaurante italiano ubicado en el Paseo del Pintor Rosales.

Lasagna de carne de vaca. Genial.
Como las masas de las pizzas.

Un primer hall de magnífica luminosidad y amplitud con una de las actrices italianas más hermosas de la historia nos adentra en un comedor que podría atestar de más mesas o sillas el espacio, pero opta por dejar respirar al comensal como primer punto a favor. Pero es sentado a la mesa, y una vez explorada la carta, cuando nos percatamos que Piú di Prima está tan orgulloso como seguro de su oferta de pastas, risottos y pizza con trufa. Optamos por los tagliatelle con huevo escalfado topando con un plato de atractiva presentación y cantidad e intenso y equilibrado sabor. Fue el favorito de nuestra hija y también del padre, si bien la lasaña con carne de vaca, casera ya en la textura y muy sabrosa, puso complicada la elección.


En el apartado de pizzas, si bien dejamos en el tintero la carbonara, optamos por una base de tomate con jamón de york y aceitunas negras que resultó ligera y deliciosa gracias a su lograda masa. De nuevo, cantidad más que notable y que al relacionarla con el precio vemos como golea a algunas cadenas "italianas" de producto notablemente inferior y precio casi idéntico. Aquí el precio medio del plato principal son 15 euros, para ayudaros a echar cuentas. Y otra ayuda: nosotros pedimos tres principales y dos postres, y salimos más que satisfechos (2 adultos y 1 niña). En el apartado final, de nuevo, pizza... pero esta vez dulce y con Nutella como ingrediente principal. La diferencia y la grandeza vuelven a citarse en su masa, esta vez crujiente y vestida, abrigada más bien, de la crema del pecado. Como os podéis imaginar, si bien nuestra hija -y Piú di Prima también- huyen de los clásicos menús infantiles de escasa calidad, obviamente sigue siendo niña y la Pizza Nutella le hacía cerrar los ojos para centrar su actividad cerebral en el sentido del gusto y gozar en cada bocado.

Aunque la Pizza de Nutella no tiene rival, hay otras opciones como la Panna Cotta.

Apenas terminamos de ordenar nuestros platos y alzamos la vista, temimos lo peor. Tanto interior como su generosa y disfrutable terraza estaban llenos... lo que adelantaba un posible atasco en cocina. Nunca estuvimos tan equivocados. Servicio amable y rápido para que dediques tu tiempo a la compañía y la mesa, no a maldecir esperas eternas. Varios platos atractivos quedaron en el tintero, como la burrata con anchoas de Santoña, el provolone o el risotto trufado, pero Piú di Prima es de esos locales que repites... sin que pase mucho tiempo. Os contaremos.

Más información en https://restaurantepiudiprima.com/


Jesús Clemente Rubio