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Materia Prima, el mercado se viste de restaurante


En las ocasiones en las que nos hemos deshecho en elogios a un lugar, tres circunstancias confluían en el resultado final: buen servicio, excelente cocinado y producto soberbio. Materia Prima propone una fórmula que atiende a las necesidades y demandas actuales del mercado proponiendo encargar cuarto y mitad de unas apetecibles gambas o zamburiñas o carne de calidad para luego preparártelo en casa... o bien que te lo preparen allí por 8 euros en un coqueto emplazamiento para tu pareja o 3 si lo tuyo es más la dicharachera barra con amigos. En cualquier caso, siempre podrás completar tu comanda con un puñado de referencias de la carta que terminan de impulsar la propuesta de Materia Prima. Ve al mercado, siéntate en un restaurante. 
Producto fresco y de calidad. Es lo que tiene el mercado.

Nosotros nos decidimos por sentarnos al amparo de los difusores que aliviaron el calor lo justo para poder cenar en la embriagadora terraza de Materia Prima. Antes, habíamos echado un ojo en el "mercado" interior a gambas, zamburiñas y merluza que, solicitamos, fuesen preparadas y traídas a nuestra mesa. Podíamos haberlo llevado todo ello a casa pero, francamente, ni nos habrían quedado tan deliciosas como las segundas ni tiernas como la última. 


Del mercado a la mesa por tres u ocho euros, en función del 'ambiente'.


Pero fueron los platos de carta los que nos sorprendieron, con especial mención a la suerte de canelón de socarrat relleno de gamba y alioli. Extraordinario. Pero es que algo ya tan manido como la ensaladilla rusa destaca por un sabor diferente, matizado por las huevas que la coronan pero también por un perfecto equilibrio de sabores. Y hablando de platos de siempre, las bravas. La coletilla "del siglo XXI" no es gratuita, y responde a un más que llamativo emplatado rematado por una adictiva salsa bravioli. 


La carta es tan escueta como soberbia. Todo lo que pedimos nos encantó.

No es necesario ampliar una carta que funciona en pocas referencias en lo que se refiere a validad, cantidad y calidad. Incluso en los postres, con una torrija recomendable pero una tarta fina de manzana de obligada comanda. Un baño de manzana y azúcar sobre un hojaldre de exquisita textura que te invitará a acudir otro día en horario de meriendas sólo para repetir degustación. 


Torrija y tarta de manzana pusieron el broche a una muy buena comida.

Ir al mercado nunca fue tan divertido y delicioso. Así resulta todo cuando la Materia Prima es buena.

Más información en http://www.materia-prima.es/

Jesús Clemente Rubio