Ir al contenido principal

Gran Canaria XIV: El Gloria Palace San Agustín se somete a un rejuvenecedor tratamiento


 
Si la hotelería de las Islas Canarias tiene un problema -quizá el único- es que es incapaz de encontrar el momento adecuado para acometer reformas. Hablamos de una región que presume de sol y temperaturas suaves prácticamente todo el año y que no entiende de temporada baja, por lo que toda remodelación se hace con huéspedes en el hotel, con los quebraderos de cabeza que ello conlleva. Ahí que apareció la pandemia y la obligación de cerrarlo todo a cal y canto, y así fue como surgió la oportunidad de maquillar y retocar incluso lo que ya funcionaba. Gloria Palace San Agustín Thalasso y Hotel es buena prueba de ello, un alojamiento que ya nos gustó en nuestra primera visita en 2014 pero que, siete años después, el producto habría deslucido de no renovarse. Ahora vuelven dispuestos a desafiarse a sí mismos, a dar mucho más que el sol y playa que suele demandar el público familiar de los grandes y completos resort y, por supuesto, armado hasta los dientes con su gran baza: el gigantesco centro de talasoterapia que ahora relaja mucho más que nunca. Te contamos por qué.

El complejo visto desde su azotea. 

Antes de sumergirnos en el agua salada que todo lo sana y cura, echemos un vistazo al hotel. La recepción mantiene el mármol y el primero de los tres bares a pie de pared rocosa culminada con las letras de Gloria. Y a partir de ahí, casi todo es nuevo: ahora tenemos dos piscinas y en el lado de la más grande se erige un flamante bar con terraza chill-out que bien parece un aperitivo de lo que aguarda en la azotea al público adulto. Enseguida vamos con ello. 

Relajación y cócteles en la piscina grande y zonas colindantes.

De momento nos quedamos en un vaso donde la música siempre acompaña y nunca molesta y se realizan actividades -echamos en falta alguna más- como el aquagym que, eso sí, es tremendamente completo. Pero es abajo donde Gloria San Agustín ha dado con la tecla disponiendo una piscina de también notable profundidad anexa a la nueva zona infantil en la que tubo y tobogán acuáticos, amén de chorros varios y cubo, hacen a los más pequeños perder la noción del tiempo... y a los adultos. Diversión en familia y, si en algún momento necesitas "aparcar" al churumbel de 4 años en adelante, siempre te quedará el Tina´s Club, que debería ser rebautizado a María´s Club por el grado de pasión y atención que pone la citada monitora en cada actividad y con cada niño. Dos veces al día acuden además a la zona acuática infantil lo que no los relegará a pasar las horas bajo techo dibujando o pintando, sino a mucho más: natación vigilada si así lo requieren, búsqueda del tesoro, etcétera. 


Con la animación e instalaciones infantiles no habrá aburrimiento para los más pequeños.


Sabemos que tanta actividad y natación cansa, sin olvidar un gimnasio que, cierto que necesita reemplazar algunas máquinas, pero por tamaño y variedad permite buenas sesiones de ejercicio. Lo mejor es que siempre podréis reponer energías en el bar chill out en forma de cócteles o bien en el snack bar a pocos metros de la piscina infantil a través de perritos calientes, hamburguesas, bebidas y otros cócteles y, nuestra perdición, la tarta del día. Que más bien es un bizcocho que suele variar entre zanahoria y brownie, ambos apetecibles a cualquier hora. Para rematar, pero en horario más reducido, pizzas con la fruti di mare sobresaliendo. Todo lo mencionado es de pago salvo que optes por el régimen de Todo Incluido, que recomendamos encarecidamente porque también incluye una amplia gama de bebidas que nosotros no disfrutamos pero que ya nos satisfizo a base de batidos de chocolate y granizados de fresa, entre otros.

Batido de chocolate y bizcocho de zanahoria para merendar. Estamos de vacaciones.

Por terminar de hablar de la parte gastronómica, hemos de ordenar la oferta empezando por el desayuno, muy completo y variado y con preparaciones al instante como los curasán a la plancha -salados o dulces-, sandwiches mixtos, huevos y demás, y terminando por la comida, que desluce en favor de una cena que, nuevamente, saca músculo y repite variedad en la oferta. Con algunos platos verdaderamente sabrosos. Pero claro, si hay que destacar algo de la mesa del Gloria Palace San Agustín es aquello que no han cambiado, porque lo que funciona no se toca -y, sin embargo, siempre retuercen hasta perfeccionarlo-: el restaurante Gorbea.

Gorbea en la azotea del Gloria Palace San Agustín

Subir a la novena planta, recomendamos que aunque seas huésped pruebes a hacerlo por el ascensor panorámico externo, siempre es un valor añadido para el cliente de Gloria Palace San Agustín. Porque durante el día tiene camas balinesas escoltando a una piscina sólo para adultos, lo que te aleja notablemente del ruido y la algarabía protagonistas en los otros dos vasos del hotel. Y porque durante la noche baja las luces y crea una atmósfera envidiable para disfrutar en pareja -aunque aquí también pueden apuntarse los hijos- de una cena de altura. 


La desconexión y privacidad llegan en la azotea del Gloria.

Gorbea sigue en forma, y nos lo demostró con una pluma ibérica que se postula como una de las más tiernas y deliciosas de cuantas hemos probado, sin que ello eclipse a pescados como la merluza o el cherne. En los entrantes los huevos estrellados con jamón ibérico y trufa sorprenden por cantidad y texturas si bien nos faltó algo más de presencia de la trufa y, en cuanto al gazpacho, pedidlo. Aunque si algo es de obligada cata antes de cerrar una velada para el recuerdo es el hojaldre de manzana. Olvidaos de tartas y tatines, es la mejor presentación y el mejor sabor para un postre basado en manzana. Aunque no cenes en Gorbea, déjate caer para una merienda tardía por el restaurante y pídelo. Espectacular. 

Huevos rotos, pluma ibérica, cherne y hojaldre de manzana. Todo delicioso.

Amplitud y luminosidad en las nuevas habitaciones de Gloria

Tarimas grises, paredes despejadas y minimalistas y generosas terrazas con vistas al mar son los rasgos generales de unas estancias que alcanzan en la suite su máximo esplendor gracias a una disposición en forma de largo pasillo que va dejando atrás los diferentes ambientes. Una suerte de salón con televisión, más tarde el baño con grandes cristaleras y con posibilidad de encerrarse en la salita de ducha y bañera y poder salpicar y jugar con tus hijos cuanto quieras; para culminar en las grandes y cómodas camas -aquí ya encontramos el minibar y otra televisión- y la mencionada terraza. 

Semejantes vistas y tamaño de la terraza merecen celebración.

Un descanso para cuerpo, mente y vista. Te preguntarás por el almacenamiento y lugares habilitados para ello. Muchos lo hacen. Porque están escondidos en los paneles de la pared despejando aún más la estampa y albergando espacio suficiente para tus pertenencias. Te hospedes una noche o una semana, notarás la confortabilidad de tener toda tu maleta desecha y repartida por la habitación sin que nada interrumpa tu vista al mar. Aprovecharemos para mencionar que tuvimos un par de problemas con el mando a distancia y una de las almohadas y comprobamos que, apenas colgábamos el teléfono tras hacérselo saber a recepción, teníamos la solución llamando a nuestra puerta. 


Las habitaciones son amplias y gozan de una excelente distribución.

Sirva el ejemplo para ensalzar aquello que no ha cambiado en Gloria Palace San Agustín: una atención impecable brindada por empleados contentos con una marca que los cuida, forma y mima. Y eso repercute siempre en el cliente. Un breve recordatorio del servicio de traslado gratuito a las Playas del Inglés y Maspalomas y, por fin, llegamos a la joya de la corona.

El centro de talasoterapia más grande, veterano y moderno de Europa

La tercera característica no habría sido posible sin la reforma. Porque los 7000 metros cuadrados de talasoterapia que Gloria Palace San Agustín promete y cumple no serían lo mismo sin retoques como elevar la altura, de manera que ahora mientras estás detenido en una de las 37 estaciones que conforman la piscina puesta en forma puedas divisar el mar. Eso a lo lejos, porque a lo alto el centro conserva su cúpula acristalada, material que repite en las paredes para dar una constante sensación de encontrarnos al aire libre. Algo que sigue siendo posible en una de las estaciones y zonas con sofás para relajarnos a los pies de una montaña por la que cae agua. Momento e imagen memorables. 

El centro de talasoterapia es ahora más gigantesco con la zona harmony (abajo).

Para los cuerpos más exigentes a los que la cuarentena de chorros no sea suficiente, ahora también existe de manera y pago adicional la zona "Harmony" donde sauna y baño turco enormes colindan con cinco duchas de diferentes modalidades y dos piscinas para el contraste de temperatura. Uno de esos lugares en los que, tras pasar por todas las estancias y tumbarte, te percatas de lo afortunado que eres por poder disfrutar de unas vacaciones así. Pero los hay inconformistas hasta en instantes así... y más de 25 salas y 100 tratamientos aguardan para que nadie abandone insatisfecho este Talaso. Por nuestra parte combinamos un peeling de cristal con un masaje a caballo entre lo descontracturante y lo relajante, y el resultado fue piel como la seda en cuerpo y mente reiniciados. 

Dentro o fuera encontrarás la paz y el reinicio que necesitabas.

Un reinicio es, precisamente, a lo que sabe la reforma del Gloria Palace San Agustín. Que ha sabido mantener el valor más importante de todo hotel, al menos para nosotros, el servicio; pero modernizando instalaciones, mejorando la confortabilidad de las habitaciones y disparando la diversión y el entretenimiento de las zonas comunes. Queremos sol, queremos playa pero también queremos muchas otras cosas: Gloria tomó nota y aprovechó la peor pandemia que se recuerda en la era moderna para, cuando todos nos detuvimos, seguir avanzando. 

Más información en https://www.gloriapalaceth.com/es/gloria-palace-san-agustin-thalasso-hotel/


Jesús Clemente Rubio