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Hotel Spa Niwa, poniendo el contador a cero

 Un pequeño y completo SPA, un enorme e insuperable masaje. Son las dos bondades de SPA Niwa que se adelantan sobre el papel y se comprueban bañador y albornoz en mano. Pero las virtudes de este enclave de Brihuega van mucho más allá y trascienden el mimo físico hacia una suerte de masaje mental que nos ayuda a liberarnos de toda carga, piedra a piedra del día a día que al final resultan rocas demasiado pesadas para nuestros hombros y alma. Relax, desconexión y, como haríamos en primer lugar con un ordenador que comienza a fallar y ralentizarse en sus tareas, apagar y encender. Volvimos a Spa Niwa y volvimos a poner el contador a cero. 


Desconecta y tómate tu tiempo en las zonas comunes.

Vaciando la fatiga corporal y mental y llenando las reservas de energía, optimismo, ganas de salir y seguir comiéndote el mundo. Es el efecto de un circuito que, podéis comprobar en las fotos y ya os hemos contado en otras ocasiones, no es el más grande de cuantos hemos probado, tampoco el más variado, pero sí llega donde tú necesitas que llegue y resulta lo suficientemente completo como para dibujarte una perfecta senda hacia tu descanso nocturno o, mejor aún, hacia uno de los destacados tratamientos. Enseguida vamos con ellos, antes recorramos juntos ese circuito.

Circuito SPA Niwa con chorros, contrastes y saunas

Cada perfil gustará de un recorrido o recalará en algunas de las estaciones obviando otras, pero nosotros os contamos lo que siempre hacemos (aquí y aquí). En primer lugar nos adentramos en la piscina que, si quieres y botón mediante, te planteará una pequeña corriente para que ejercites un poco más los músculos al nadar. Templada, ideal para comenzar tu viaje a la quietud y el bienestar. Después una fugaz entrada y salida del vaso frío antes de acudir al caliente donde comenzamos con el cuello de cisne a las cervicales, continuamos con el chorro para trapecio y hombros y continuamos la secuencia por los que te abarcan el resto de la espalda, ya sentados, y nuevamente de pie los que rematan tus piernas. Un pequeño y burbujeante jacuzzi te despide de la zona más caliente para enfilar la ducha aromática, de colorterapia y chorros a diferentes alturas donde contrastan los fríos y los calientes. 

Pequeño, coqueto y completo. Así es el SPA de Niwa.

Regulada de nuevo la temperatura de nuestro cuerpo, un paseo por la sauna y el baño turco -vaso frío entre uno y otro- antes de poner fin de nuevo en el agua más fría para quedarte a punto. Repítase cuantas veces se quiera o bien ya óptese por la estación favorita para un bonus de placer... Antes del otro extra que dispara sensaciones: los tratamientos.

Tratamientos Niwa de 60 y 90 minutos

¡Qué inolvidable hora y media, cuánto necesitábamos una sesión de semejante calidad y tiempo! No lo sabrás hasta que no lo pruebes. En Spa Niwa sus masajistas son filipinas y dominan las técnicas que emplean de entre las seleccionables en el catálogo. Si has de elegir uno, decántate por el Shiatsu + Sueco (Especial Niwa) donde nunca darán tregua a tu cuerpo, comenzando con presiones con toallas y sin aceite para luego invertir los papeles. Es la mejor manera de atestiguar lo que desde el primer día que pusimos pie en este paraíso de Brihuega nos llamó la atención en comparación con el resto de centros de masajes y tratamientos: no dan tregua a tu cuerpo. Nunca. Jamás te dejarán envuelto en chocolate, por ejemplo, y se marcharán para que te quedes 20 minutos "charlando" con tu envoltura o dándole vueltas a cosas que no vienen al caso. Al revés. En este caso recorrerán cada centímetro de tu cuerpo aplicándole la presión justa y a la carta prácticamente para que el resultado final se acerque al éxtasis. 

Pero es que al día siguiente rematamos con uno de 60 minutos, un lifting asiático, que iluminó nuestra cara al leerlo en el folleto y, más tarde, al salir de la sesión. El mimo y cuidado de cada porción de tu rostro es sublime y, de nuevo, mientras determinados productos -todo natural, la sostenibilidad en Niwa es otro de los rasgos intrínsecos- actúan en tu piel allí que marchan las filipinas a tus manos para demostrarlas y mostrarte cuánto necesitabas trabajarlas y estirarlas. Por no mencionar el masaje craneal final. Aún oímos a nuestro cerebro relamerse. 

Desayunar y dormir en Niwa Brihuega

Por si fuera poco, se come y duerme bien. Las habitaciones, con una luminosidad y vistas que son un descanso para los sentidos y una confortabilidad más que notable de las camas, culminarán el abrazo que comenzó a darte el complejo en sus piscinas y camillas. Por si eres animal nocturno tranquilo, Amazon Prime en cada habitación resolverá cualquier demanda de contenidos que tengas. 

Equipadas y confortables para un merecido descanso.

En cuanto a los desayunos... otrora buffet, ahora servidos en mesa, lo cierto es que no sabemos con qué modalidad quedarnos. La presentación y variedad dejaron una propuesta colorida, variada y deliciosa, siempre sujeta a que quieras repetir de alguno de los productos. Jamón de calidad, pan tostado, bollería variada, gigantesco bol de fruta, huevos fritos o tortilla a la carta... no echarás en falta nada para comenzar tu jornada así como la terminaste: repleto de energía.

Los desayunos son variados y sabrosos.

Es el efecto Niwa, el que buscamos en toda escapada o respiro a la rutina diaria, la desconexión para luego reconectar con más fuerza, el reinicio, el poner el contador a cero con una escapada de 10.

Más información en https://www.hotelspaniwa.com/


Jesús Clemente Rubio