Y que no os engañe el título de la presente reseña, todo cuanto vais a leer y ver en fotografías está al alcance de cualquiera gracias a la reciente acción "Tapas Garden" de Ginkgo Garden. Así que aprovecharemos nuestra degustación de estos pequeños y placenteros bocados en Ginkgo Garden para ofreceros la otra vía, más discreta, para aproximaros a semejante selección. Por el precio de la bebida, tapa incluida los domingos. Tapas gourmet, ambiente embriagador y selecto y uno de esos enclaves de Madrid para recomendar y aconsejar al visitante y al local. Llamados a convertirse en referente. Tapeo en Ginkgo Garden.
La calle Gil de Santivañes no aparecerá en muchas guías de Madrid, es una más de la capital estrechada por altos edificios que eliminan todo atisbo de sol y libre de circulación peatonal y casi también motora. Vamos, que la ubicación ya suena a exclusividad. Una reservada atmósfera que se confirma una vez accedemos al Hotel VP que alberga el restaurante por la puerta de acceso a éste, a la parte hostelera, y topamos con una suerte de arco que emula a los utilizados en el Caribe para casar a los enamorados. Pero con más gusto y distinción.
Su oferta dominguera de tapa incluida con la bebida no tiene parangón. |
Si aún no habíamos comentado la jugada, apenas pongamos un pie en el "jardín" acristalado seguro que lo haremos, segundos después de cambiar nuestra boquiabierta expresión. La iluminación, la sensación de amplitud, el verde por todos los rincones que ornamenta y viste pero no satura, las sillas, las mesas. Todo conforma una perfecta sintonía a la altura de las que podemos escuchar en sus conciertos de viernes y sábado noche, pero eso es una velada que dejamos pendiente y de la que también daremos cuenta cena mediante.
Pequeño bocado y enorme placer. |
Porque hoy preferimos hablar de tapeo y tardeo, tan de moda en Madrid y que encuentra aquí su máxima expresión llamada a ser referente. Los domingos, día clásico para semejante tradición, hasta las 16:30 tu bebida viene acompañada de una tapa, eso sí, elegida por ellos. Pero os garantizamos que apuesten por la que apuesten, os deslumbrará tanto la bebida -muy recomendables los cócteles- como el pequeño bocado que, a veces bebe de otros platos de carta, a veces está sólo en este formato. No esperéis comer con una o dos tapas en lo que a cantidad respecta, pero sí preparaos para un aperitivo de lujo que puede invitaros a, en segunda visita y ya cualquier otro día de la semana, atreveros con su menú degustación.
Los emplatados son también otro rasgo destacable de Ginkgo Garden. |
Menú degustación de tapas y 2 consumiciones por 39 euros
Una propuesta insuperable. No os lo penséis, sólo id, pedidla y disfrutad. Hablamos de una decena de tapas, postre incluido, cuya relación calidad precio sólo es equiparable a la generosa cantidad que deja el cómputo global. Y que comenzó con un tartar de lomo de vaca madurado suave y delicioso sobre una cama de arroz de plausible textura. Idéntica descripción para el sashimi de salmón sobre arroz crujiente.
Los torreznos lucen como saben: espectaculares. |
Los torreznos castizos son un manjar sin acompañamiento alguno pero, claro, no los entendemos sin las patatas revolconas que aquí maximizan la experiencia. En el capítulo de las croquetas, si bien las de puerro y setas resultan, las de jamón -y mira que hemos probado- nos parecieron espectaculares. ¡Qué sabor, qué intensidad!. Una lectura similar hicimos del ravioli de pato, que ya hemos degustado en otras mesas, pero que en Ginkgo Garden logran equilibrar a la perfección con la salsa Hosin para que ninguna eclipse a la otra. Si os preguntáis por las gyozas, aunque no vienen en el menú degustación, os rogamos y pedimos que las tengáis en cuenta para el futuro, con una masa fina y ligera que cede el protagonismo al interior.
Variedad y cantidad en el menú degustación. |
Si algo disfrutamos con gusto y poniendo en práctica nuestro amor por la "fingers food", el comer con las manos vaya, fueron los molletes. La anguila ahumada con foie o el pato con barbacoa coreana se colarán en tus favoritos. Con permiso, claro, de las gambas con adictiva salsa cítrica y cuchara vegetal para que todo lo que te entra por el ojo también pase por el paladar.
El cítrico exalta el sabor de las gambas. |
El remate dulce es una réplica de altura: la tarta de queso roza el sobresaliente que queda reservado para la tarta de zanahoria, quizá con más crema de la que nos gustaría pero que, al ser ésta tan suave, respeta a un bizcocho delicioso.
Somos exigentes cuando se trata de tarta de zanahoria. Y aquí nos satisfizo. |
Sabemos que lo que veis y leéis os abre el apetito, pero no olvidéis el factor ambiente y gran valor añadido del Ginkgo Garden; ya sea dentro o fuera la sensación de paz, las ganas de departir con tu compañía entre tapa y cóctel es tal que a veces será difícil respetar el límite de tiempo que, imaginamos sólo aplicable a cuando registra llenos absolutos, disponen. Lo bueno es que Ginkgo Garden siempre estará ahí para cuando volvamos y, quién sabe, quizá con otra sorprendente propuesta como sus cenas más concierto.
Ya sea con comida o bebida en mano, disfruta. Ginkgo Garden se presta a ello. |
Más información en https://www.ginkgoskybarmadrid.com/#restaurantes
Jesús Clemente Rubio