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Guía Tenerife II: Mynd Hotels, la revolución sostenible



Y volvimos a Tenerife, una isla que por diversas razones -entre ellas, el róbo de uno de nuestras cámaras- nos dejó hace ocho años mal sabor de boca. Así que teníamos que apostar fuerte para quitarnos la espinita y quedarnos con lo que, más allá de una inclemente y puntual meteorología y la labor de los amantes de lo ajeno, ofrece verdaderamente la isla. En ese periplo, el alojamiento se alza como un aspecto fundamental, y Mynd en Costa Adeje nos atrajo por su prometido -a la postre, cumplido- revolucionario concepto. Rescatando lo que funciona de los hoteles más clásicos, añade una sostenibilidad real -más allá de la etiqueta vacía y que obedece a pura tendencia-, una nueva forma de atención en la que los empleados son ellos mismos, sin las ataduras de una disciplina desgastada y fuera de moda y unas instalaciones modernas, funcionales y coquetas repletas de pequeños e inéditos detalles que casi obligan a publicarlas en Instagram. El broche lo ponen cielo y tierra, la terraza y piscina en la azotea y el restaurante con una de las mejores relaciones calidad precio de cuantas hayas podido ver en un establecimiento de semejante categoría. Mynd no es un hotel, no cree en las pensiones completas ni en la derrochadora ostentación. Mynd es, como su nombre indica, un estado de ánimo, una recomendable forma de vivir y descubrir Tenerife, porque saludará y cerrará tus jornadas de la mejor manera posible.

Sin lujos pretenciosos ni barrocas ornamentaciones. Mynd apuesta por un entorno
moderno, minimalista y funcional.

Tras dejar nuestro vehículo en el generoso aparcamiento de Mynd, apenas accedemos a recepción nos llaman la atención dos cosas: sin faltar a la profesionalidad, quien nos recibe más que un empleado parece un amigo que quiere ayudarte y asegurarte de que todo salga bien. Un anfitrión que te deja a tu aire, vaya. Como llevamos realizado el Pre Check-In, en pocos minutos ya tenemos información suficiente sobre el funcionamiento del hotel y nuestras tarjetas listas para acceder a la habitación. Minutos que nos permiten explorar visualmente una recepción luminosa, abierta y moderna, tres características que se repetirán en el resto del hotel y que denotan no sólo la juventud del mismo sino la apuesta por formas geométricas y un ambiente agradable y moderno. Quizá sean tonterías y quizá nunca las uséis, pero el dispensador de agua gratuita 24 horas, más el recipiente con agua aromatizada que cada día sorprende por sus ingredientes, se convirtieron en nuestra referencia cada vez que entrábamos o salíamos del complejo.

Tómate un respiro con la mejor calidad musical en la recepción de Mynd.

Tampoco pasaron inadvertidos los tocadiscos con varias propuestas musicales para que tú mismo pinches y escuches ni los juegos de mesa, desde la jenga al parchís que, insisto, es probable que apenas echemos mano de ello, pero respira ya esa atmósfera informal y millenial que tanto casa con el concepto Mynd. Nos detenemos tanto en la recepción porque los estudios siguen reflejando que un alto porcentaje de nuestra opinión sobre el hotel viene configurado por esa primera impresión y estampa. Pero, ya os hemos dicho, Mynd no es un hotel, o es mucho más que eso.

Mynd es familia y deporte


Ya el acceso principal nos da pistas sobre lo que os contaremos en esta sección. Mynd es capaz de acoger y hacer sentir cómodos a los emprendedores y nómadas digitales del siglo XXI y mezclarlos bajo un mismo techo con familias, sin apenas dedicar espacio alguno a los más pequeños. Y esto lo consigue sin los gigantescos programas de actividades para toda la familia porque sus instalaciones ya son un plan familiar, aunque sí hay de vez en cuando alguna actividad en la azotea como Yoga o talleres varios.

Foto: Mynd Hotels



La climatización de las piscinas y su profundidad variable ayuda a disfrutar
de ellas en familia. Si no son amantes del agua, siempre quedará la 'playa'.

Desde la piscina en la planta 0, pegada a una cancha de Volley Playa con arena suave y fresca, hasta la gigantesca azotea, donde columpios escoltan el nombre de la marca separando los dos ambientes; el piscinero y chill-out, con sesiones de DJ en vivo de jueves a domingo, y el solarium con césped artificial, para que niños y adultos alternen entre recogida piscina infinity con tostarse al sol o disfrutar de un atardecer en familia.







La terraza te premiará con momentos familiares únicos.

Pero si hay algo que logra cohesionar las metas vacacionales de diversos perfiles familiares es el deporte. Os enamoraréis de la colorida cancha de Mynd elevada a patio de luces, pues desde todo pasillo podrás observar, deslumbrado, su presencia y majestuosidad. Polideportiva, la oferta de serie se dirige al baloncesto pero, insisto, con un balón de fútbol disfrutarás como los enanos que te acompañen. Y si eres más de las dos ruedas, unas bicicletas de gran calidad están esperando justo al lado para recorrer la isla a golpe de pedalada.


El gimnasio posee suficiente equipamiento para tus sesiones de entrenamiento.

Incluso los que no podemos -ni sabemos- iniciar un día sin nuestra correspondiente dosis de ejercicio toparemos con un gimnasio bajo reserva -el COVID te dejará SOLO en el local-, ligeramente apartado de las zonas comunes para evitar que se convierta en zona de paso y poder entrenar a tu ritmo. Muy equipado, convenientemente ventilado y, de nuevo y como es habitual en Mynd, con dispensador gratuito de agua y vasos de material reciclado para cuidar del planeta. Una obsesión para Mynd.

La cancha polideportiva de Mynd, con pintura de Iker Muro. Foto: Mynd Hotels.

Mynd es sostenibilidad y coherencia gastronómica

Que el agua sea gratuita en recepción y restaurantes, con jarras que repiten aromas y sabores, decíamos que es un plus. Algo que queremos destacar porque es un concepto implantado en Estados Unidos desde hace lustros y que en España aún sigue provocando reticencias. Nadie va a dejar de tomarse un vino porque le des agua gratuita pero, para los que sólo bebemos agua con las comidas, el poder elegir entre esta opción o la mineral embotellada es un mensaje cuanto menos coherente. O el tratar de calcular semanalmente las raciones de comida adquiridas y preparadas en función de la demanda, evitando el desafortunado derroche alimentario que, también por culpa de la ley, se produce diariamente en las clásicas cadenas hoteleras con oferta bufé.

Las noches en Mynd pueden ser mágicas. Un paseo por sus instalaciones después de
cenar puede ser la relajación que necesitas antes de dormir.

La coherencia y la sostenibilidad es santo y seña para Mynd como también demuestran los 20 céntimos que donan por cada toalla que no echas a lavar y que, no nos engañemos, es absolutamente innecesario hacer porque si en tu casa no cambias la toalla cada día, tampoco hay que hacerlo fuera. Al ritmo que llevan nos hicieron una estimación de que donarán a asociaciones ecologistas unos 40.000 euros al año. Mynd previene pero también cura derroches medioambientales y gastronómicos. Y su última muestra de coherencia viene en su carta; con tamaña puesta en escena, uno podría temer lo peor con respecto a los precios de la carta de Mynd, por eso sorprende favorablemente los números que preceden al símbolo del euro, tan bajos como alta la calidad de los platos.

Mynd es comida fresca y artesanal al precio de industrial

Más allá de la completa oferta para veganos, Mynd destaca por su filosofía de cocina fresca y al momento como eje para evitar el derroche y desperdicio de alimentos. Por producto y por elaboración ya nos atrajo, pero terminó de conquistarnos cuando, cada noche, mirábamos la factura después de cenar.


Platos principales a 8,90 euros y postres, como este brownie, a 3,50 euros. Precios
inimaginables en otros hoteles de similar categoría.

Has de saber que puedes contratar media pensión, pero huyen del concepto conocido para dotar al cliente de un crédito de 25 euros que puede gastar a su antojo, dónde y cuándo quiera. Y con 25 euros, para que te hagas una idea, puedes comer el pescado del día con ensalada (nosotros probamos varios y elegir uno sería como decir qué hijo queremos más), postre y una copa de vino y aún te sobrarían ocho euros para los siete que te puede costar una buena ginebra en la barra de la azotea.

 
Además de la carta, hay un par de sorpresas y propuestas diarias como este queso asado.

Además de los pescados, los quesos canarios -el día que haya queso asado, pídelo- las carnes -con varios platos proteicos y, depende del día, alguno canario- brillan como la hamburguesa Angus, exquisita y que algunos asesinan con ketchup pero que por sí sola y con el chutney que le acompaña maravillará a tu paladar. Arroces con sepia y gamas o pasta al pesto pero, repetimos, con esa vuelta de tuerca que trasciende el emplatado para, con ingredientes frescos y de primera calidad, convencer al comensal de que no está ante un arroz o pasta al uso. Y qué decir de los postres -¡3,50 euros!, que van desde el tatín de manzana al brownie. En definitiva, un restaurante de lujo a precio casi de batalla y que, pese a todo, no nos gustó más que el desayuno... ¡así que podéis imaginar las mañanas que nos pegamos!.

La hamburguesa nos maravilló por un sabor intenso y adictivo.

Hablamos de bollería fresca del día, como esos donuts que hace décadas traían en cajas de cartón sin envolver y cuya intensidad de sabor era infinitamente superior a los empaquetados hoy día. Pues multiplicad esa experiencia por 10 ó 12 referencias, desde napolitanas de chocolate hasta trenzas, rollos de canela, croissant... sin olvidar la fuerte apuesta por dulces sin gluten.



Sí, nos comimos todo. En Mynd no se tira nada y todo se disfruta.

Empezamos por la tentación, pero en Mynd puedes degustar un exquisito desayuno sin recurrir a la tentación gracias a los panes de masa madre aderezados con jamón y tomate, o la extensa oferta de fruta, yogures naturales... todo ello con la etiqueta de "fresco" o "al momento", como los huevos fritos o en tortilla. Incluso las tartas del día te permitirán, en su mayoría, darte el capricho sin sentirte excesivamente culpable, pues el azúcar en algunos casos es testimonial y en otros apto para celíacos. Nos dejamos mucho en el tintero por eso la mejor forma de comprobar si nuestro paladar nos engañó en su momento y ahora nosotros al lector es experimentarlo de primera mano.

Mynd es la terraza de moda en Madrid pero con vistas al mar


Un cóctel de altura y en las alturas. Con el sol por testigo.

Si eres asiduo de nuestra web, habrás leído sobre decenas de terrazas en Madrid donde combatir el calor del verano a golpe de mojito y difusores de agua vaporizada. Y habrás percibido nuestro gusto por estos espacios, máxime cuando se ubican en azoteas, por su buen gusto ornamental y maravillosas vistas. Añade ahora a todo eso música en vivo, piscina infinity, larga hilera de tumbonas sobre césped artificial, una barra con los mejores cocteleros y un atardecer de ensueño. Sí, también tenemos algo parecido a Madrid... pero os daremos el argumento definitivo: que ese atardecer concluya con el sol ocultándose tras el mar.

 

Sesiones chill-out para tus tardes de jueves a domingo.

Ahora sí tenéis un boceto exacto de uno de los músculos más desarrollados de Mynd Hotels en Costa Adeje, su impresionante y versátil terraza que difícilmente no contentará a cualquier perfil viajero. El agua, por cierto, climatizada con unos 25 grados que repiten en la piscina de abajo, anexa al restaurante. Creímos que con un atardecer nos bastaría... y fue tal la adicción que había días que corríamos de vuelta al hotel para poder dar otro bocado a esta experiencia Mynd imperdible. Uno de esos momentos en los que piensas "me merezco estas vacaciones... y esta vida".


Momentos en los que nada más importa.

Y por supuesto, Mynd es atención y descanso

Ubicado en Callao Salvaje, en Costa Adeje, una de las localizaciones a priori turísticas del sur de Tenerife pero que no se acusa en el día a día, y noche a noche, de Mynd. Y eso que está rodeado de algunos locales donde comer, supermercados y playa. Pero el relax y la calma se apoderan del que traspasa sus puertas con el remate final en la habitación, de estética impecable -bendita modernidad- y camas que en su comodidad revelan también su edad.

 
Amplitud y luminosidad en las habitaciones, comodidad en unos colchones
que te parecerá que los estás estrenando.

Un baño que querrás para tu casa y un servicio de limpieza que, como el del resto del hotel, combina amabilidad y cercanía con profesionalidad y diligencia. Decíamos al principio de estas líneas que Mynd es familiar, pero podemos eliminar la "r" para asegurar que Mynd es una familia de profesionales que son ellos mismos, sin las ataduras disciplinarias de algunas cadenas y con un grado excelso de conocimiento del producto y servicio que trabajan.

 
Mucho más que un logo, una pequeña gran familia que se desvive por tu descanso...
y el de los tuyos.


Pero sobre todo, comprometidos con la filosofía y el concepto del hotel en el que trabajan. Y eso, claro, revierte en el huésped en todos los ámbitos. Así, minuto a minuto, detalle a detalle, alcanzamos el "state of Mynd" que uno desea para sus vacaciones, sin sentirnos culpables por nada, agradecidos por tener la oportunidad de disfrutarlo y comprometidos con hacer crecer un concepto llamado a revolucionar la hostelería... de manera sostenible.


Grita a los cuatro vientos lo afortunado que eres por disfrutar de estos placeres.


Más información en https://www.myndhotels-adeje.com/es/


Jesús Clemente Rubio