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Joy to the World diseña el mejor plan navideño y familiar hasta medianoche


 Sí, hasta medianoche. Joy to the World ha apostado todo al rojo navideño dividiendo en dos grandes bloques todo lo que ofrece en IFEMA; en exteriores, un recorrido a bordo de nuestro vehículo con diversas paradas, en algunas nos podremos apear, y con un cuento como hilo conductor. Una vez aparquemos, el pabellón 3 dispone un sinfín de actividades para el público infantil de todas las edades y algunas disfrutables también por adultos. Con el único límite de guardar cola, si es que te topas con ella. Por eso Joy to the World es más que cualquier otro plan navideño, porque en un puñado de metros combina una de las iluminaciones navideñas más destacadas, decenas de actividades para hijos y padres y un generoso horario que exprime hasta el último euro invertido. Alegría para el mundo, que es Navidad. ¡Joy to the World!


Muchos se preguntan si compensa el recorrido en coche con las lógicas esperas en las últimas paradas, que es donde uno puede bajarse del vehículo para hacer un par de fotografías rápidas. Sí, compensa. Porque el precio del vehículo, algo más de 30 euros, permite que por menos de 8 euros por persona ya se pueda completar la jornada en el pabellón 3 y a pie disfrutando de las actividades cuantas veces se quiera. Si optamos sólo por este segundo plan, el importe asciende a casi 16 euros por persona por lo que, a nada que vaya una familia compuesta de tres miembros, se quedará a pocos euros del pack completo. En resumen, por si os ha resultado complejo: por casi 55 euros tendréis recorrido en coche y pueblo de Navidad para tres personas. Vamos a desgranar cada propuesta.

Así te recibe Joy to the World, con sus mejores deseos.


Recorrido motorizado de luces en Joy to the World

Espectacular, impresionante. Boquiabierto quedarás por la cantidad de bombillas que visten gigantescas y majestuosas figuras o bien discretas y preciosas representaciones. Cada parada se apoya en un audio que, a través de una intuitiva app, viste el camino y entretiene a los más pequeños, que podrán ir en las rodillas del copiloto por cierto por lo que su experiencia es doblemente gratificante.

El recorrido motorizado está plagado de figuras y luces. Una maravilla.

 Cierto que en algunas franjas horarias puede demorarse algo más el recorrido del vehículo, pero nosotros estuvimos unos 45 minutos, si no más, y os aseguro que nunca se hizo tedioso ni pesado. Ni siquiera cuando aguardamos algo más a llegar a las dos últimas paradas, que permiten a voluntad del usuario apearse del vehículo para hacerse sendas fotografías con un enorme árbol de Navidad o bien el letrero que da la bienvenida a 2022. Lo mejor de todo es que, cuando concluye, la experiencia Joy to the World no habrá hecho más que empezar... ahora es turno de visitar el poblado navideño.

Toca cambiar coche por tren. ¡Visita el hogar y taller de trabajo de Papá Noel!

Joy to the World también es un pueblo navideño

Repleto de actividades infantiles para niños de todas las edades, esta parte de la visita nos gustó por varios motivos. El más importante; la ausencia de prisas. Abierto hasta medianoche, para los padres que quieran alternar y los niños que lo soporten, se percibía la tranquilidad de los asistentes a la hora de disfrutar de los castillos hinchables -dos diferentes, para diversos tramos de edad-, la piscina de esponjas -divertidísima-, los rincones "selfie" para fotos navideñas y beso bajo el muérdago, una bola de nieve gigante donde meterte con la familia, un tren que recorre una representación del hogar y taller de trabajo de Papá Noel... las opciones son numerosas e impiden el aburrimiento en cualquier niño, sea del perfil que sea. 

Sumerge a tu hijo en la piscina de nieve y échate a dormir... ¡no querrá salir nunca!

Por si habías oído otras actividades que no has leído en estas líneas, estás en lo cierto, es que hemos reservado nuestras favoritas para el final. La pista de hielo -también incluida en la entrada- es una fabulosa manera de iniciar a tus hijos, bueno y a ti, en esto de deslizarte sobre tan desafiante superficie, y disponen patines y apoyo para que los menos duchos puedan aprender si sufrir aparatosas caídas. El carrusel es una apuesta segura porque es un viaje sencillo, apto para todos y con varias tipologías de vehículos. Pero es un paseo al lado del tobogán gigante donde, a bordo de un flotar, nos deslizaremos por pista mojada en el que se convirtió en nuestro rincón favorito. Pista abajo, recoger flotador, camino arriba y vuelta a la diversión. Una y otra vez. Para gozo de unos y otros.

El rincón fotográfico nos encantó. Con escenarios tan navideños como éste.

Justo enfrente del tobogán, para terminar nuestro recorrido de lo más complejo a las cosas más sencillas y, sin embargo, atractivas para los niños, pintacaras, taller donde escribir la carta para los Reyes y también para Papá Noel, quien en ciertos momentos aguardará en su trono a que los niños vayan a relatarle lo que se han pedido. 

Salta en castillos, patina sobre hielo, tírate por el tobogán. Joy to the World
brinda varias opciones de diversión y entretenimiento.

Insistimos, todo lo anterior -más muchas cosas que nos hemos dejado- incluido en la entrada y disfrutable cuantas veces se quiera. Sólo habrá que pagar por los productos y comida que adquieras en el recinto. En definitiva, una de las experiencias más completas, gratificantes, duraderas y mejor diseñada para tu Navidad en familia. Joy to the World.

Más información en https://joytotheworld2021.com/


Jesús Clemente Rubio