El Real Madrid se pone líder provisional con dos goles del delantero francés, el primero pasando ya a la historia blanca por ser el tanto número 1000 de los merengues en Champions y el segundo tras una extraordinaria jugada a cámara rápida. El Shaktar siguió el guión mucho mejor que los blancos a costa de una defensa caótica y un combinado local dormido tras abrir el marcador. Pero finalmente los tres puntos y el liderato se vistieron de blanco.
Pero el Shaktar avisaba ya de cuál sería su planteamiento
del partido con rápidas transiciones que solían terminar en Fernando, Patrick o
Mudryk, como el disparo el palo. Dos veces en dos minutos Carvajal perdió su
marca. No obstante, el Madrid, aprovechando los buenos minutos arriba pese a la
–un día más- debilidad abajo, supo asestar el primer golpe con un largo pase
del propio Carvajal que Benzemá controla algo largo para encarar el área
grande, lo suficiente para que el defensa ceda al portero. Lo que no imaginaban
es que por ahí andaba un rastreador de sangre y balón llamado Vinicius que, con
enorme rapidez e inteligencia, no permitió que el portero devolviera el
esférico al defensa y se interpuso para hacerse con el balón y cedérselo a Benzemá,
que marcaba a placer y convertía al Real Madrid en milenario en Champions.
A partir de aquí, a sufrir las embestidas ucranianas. El
Madrid perdió el balón, se pasaba los minutos achicando aguas en su área hasta
que los agujeros fueron ya demasiados en una defensa caótica donde Mendy y
Militao nunca encontraron su lugar. Fernando empataba el partido adelantándose
a la zaga y, esta vez, ni siquiera Thibaut Courtois, acertado en otras
intervenciones, pudo hacer nada por evitarlo.
Ya en la segunda mitad los de Ancelotti intentaron recuperar
sensaciones de la primera mitad pero les duró aún menos y fueron otra vez los
visitantes los que llevaron la voz cantante. Pero ellos no tienen a Vinicius,
ni Casemiro –mejor que otros días- ni Benzemá. Y entre los tres dibujaron una
jugada difícil de seguir para los espectadores, imposible para los defensas y
portero por su rapidez y calidad al primer toque. Vinicius descarga sobre
Casemiro quien, de elegante tacón, devuelve la pelota al brasileño y éste
también de primeras sirve a Benzemá, que fusila. Y con la alegría del gol llegó
el ritmo cuyo bajón había sido pitado por el Bernabéu en la primera mitad.
Carrerones de Vini para ganar línea de fondo y centrar atrás y, aunque el
Shaktar quiso decir algo más, finalmente el marcador dejó los 3 puntos en
Madrid. Y al Madrid líder. No siempre se puede jugar bien, decía Benzemá, el
autor de los dos goles, al finalizar el partido. Pero incluso así se ha de
ganar y el gen campeón del Madrid en su competición fetiche mostró la manera.
Jesús Clemente Rubio