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Real Madrid 1 - Sheriff 2 (Champions, Group Stage): El Madrid permitió la sorpresa


Cierto es que el Sheriff protagonizó una primera jornada que a todos sorprendió colocándose líder tras endosar un 2-0 al Shaktar. Y también que su golazo para certificar la victoria respondió a producto de calidad y ese empujón de azar que a veces necesita la primera. Pero también que el Real Madrid, que acumuló posesión y llegadas, nunca amasó peligro ni profundidad y cuando lo hizo se topó con un guardameta visitante que detuvo hasta con la cabeza. Cabeza es lo que le hace falta a los de Ancelotti si quieren clasificarse como primeros de grupo y evitar a los cocos.

Y eso que las primeras triangulaciones estaban siendo letales. La velocidad en la toma de decisiones de Benzemá con Hazard ayudados por el revulsivo Valverde coloreaba los primeros minutos y auguraba, incluso, una posible goleada. Y esa expectativa fue la que cavó la tumba del Madrid, que comenzó a decelerar con la misma rapidez con la que pisaba a fondo el Sheriff. En su excelente planteamiento repelente de todo ataque y sabiendo esperar su oportunidad, llegó y supo aprovecharla. Yakshiboev remata de cabeza y a placer un buen contragolpe del equipo moldavo para adelantarse en el marcador. Un marcador que en ocasiones, y pese a la velocidad que seguían imprimiendo al juego Camavinga, Hazard y Benzemá, parecía que no se movería.

Llegó a dar esa sensación que a veces acompaña a un equipo de que ni en 200 minutos conseguirían abrir marcador, igualar e incluso soñar con la remontada. Vinicius tuvo un papel destacado en cuanto a intervenciones, pero pobre en la definición. Athanasiadis detenía todo intento del extremo izquierdo del Madrid así como de Benzemá e incluso de Modric, con aquel remate a bocajarro al que no llegaron sus manos pero sí su cabeza. Sería el siempre molesto Vinicius el que incordiase a la defensa una jugada más para sacar un penalti que conseguía transformar Benzemá y poner las tablas en el marcador.

Insisto, otrora se podría vislumbrar una remontada inmediata y a corto plazo, pero no hoy, no contra este Sheriff que nunca perdió la compostura, ni exhibió prisas o nervios que sí aparecieron en las filas blancas y que terminaron por jugarle una mala pasada. Véase la ocasión clara de Rodrygo fallada a nueve minutos del final y en cambio la aprovechada por Thill que, beneficiándose del desorden y caos que trajo el cambio de Valverde y Camavinga a laterales derecho e izquierdo respectivamente, supuso una falta de marca que le permitió armar un disparo imparable incluso para Courtois.

Saltó la sorpresa pero es que el Madrid le puso el listón bajo para que lo hiciera, comenzando a medio gas y luego, cuando quiso acelerar, ya fue tarde. El que de joven no corre de viejo no puede volar, y un novel Sheriff ha sabido estrenarse con alas y pasión que le erigen como líder único de grupo.


Jesús Clemente Rubio