Ir al contenido principal

Mejores hoteles República Dominicana II: Lo que venías buscando a Punta Cana


Cierto que hay excursiones, algunas imperdibles como la de Isla Saona, que receptivos como NewBlue te ofrecerán a buen precio y con la misma diligencia con la que se ocuparon de tu traslado desde el aeropuerto de Punta Cana. También que uno busca en un resort todo incluido el que le den el mayor número de cosas hechas para, precisamente, no tener que ocuparse ni preocuparse por nada. Y los que lo tienen aún más claro ven en Punta Cana un paraíso para el recreo y el baño, el copeo y conocer gente, el desplome sobre una hamaca hasta que el sol -de justicia- nos eche de ella o "aparcar" a los niños en el Kid´s Club para poder tener unos minutos a solas con tu pareja, ésa que apenas existe desde que el infante llegó a vuestras vidas. El hotel Riu Bambú tiene una virtud de la que cuelgan todas las bondades anteriormente citadas: reúne en un mismo complejo todo lo que irás buscando a Punta Cana. Diversión y fiesta, pero también espacio para el relax y la meditación; deporte y aventura, o la sencillez de arena, playa y tumbona; comodidad y gastronomía 24 horas, sin descuidar calidad. Si quieres algo más específico te esperan el Riu Palace Macao (sólo adultos) o el Palace Punta Cana (más tranquilo), e incluso más accesible (Riu Naiboa), pero si optas por una propuesta que aúne todo y seas tú el que elija a qué renunciar, Riu Bambú te recibirá con el característico abrazo dominicano. Turismo seguro y familiar en República Dominicana.


Turismo seguro en República Dominicana

Hasta el 31 de julio todo turista que se aloje en un complejo hotelero adscrito -la mayoría- gozarán de seguro médico gratuito, sobre todo, para emergencias. Un punto a favor. No hay exigencia de PCR negativa en el aeropuerto y basta con rellenar un formulario y obtener código QR, un punto a favor y otro en contra en función de si te quedas con la comodidad o con la seguridad. Y luego ya, en el día a día en el resort, habrá de todo: algunos lo tildarán de flexibilidad desmesurada y otros de nueva normalidad controlada. Desde nuestra experiencia os diremos que fue un placer poder desplazarte por dentro del hotel sin mascarilla y portarla sólo en el momento de servirte la comida en el buffet o dirigirte a la recepción o a espacios cerrados en los que no estés consumiendo.

Con el paso de las horas las piscinas de Riu Bambú se irán llenando, pero la primera franja
del día te premia con estampas y momentos como éste.

Pero también es verdad que gran parte de los huéspedes enseguida dejan la pandemia en un vago recuerdo y llenan piscinas y participan en juegos varios sin mantener la debida distancia de seguridad... si es que alguna vez ha habido que mantenerla en exteriores por peligro de contagio, algo que hoy día sigue en tela de juicio. Así que, más allá de opiniones, quedémonos con los números, que no engañan: no ha habido brote alguno desde la reapertura de los complejos Riu, al menos no uno que se haya colado en las noticias por cuantioso y dañino; TODO el personal del complejo está vacunado y los recursos y materiales sanitarios son parte de la estética del hotel. En definitiva; gran parte del combate contra la pandemia se deja en manos, una vez más, del sentido común del huésped... pero en lo que respecta al hotel poco se puede alegar y sí mucho agradecer de que volvamos a viajar, a la vida y al disfrute. 

Siempre a la orden. Siempre dispuestos a ayudar. Todos vacunados. Son el
'ejército' de Riu.


La parte positiva del servicio, estamos en República Dominicana, no se queda sólo en que a todos les haya sido inoculado el fármaco: algunos no ocultan que tampoco es que les guste demasiado la reactivación, pero la mayoría muestran diligencia y buen hacer con nombres propios como Angelo, Juana e Iván en la recepción, Natalie y Teli en la animación infantil de RiuLand o Francis, Carlos y Yohanna en la de adultos, Yamel en la hostelería... seguramente muchos nos dejemos a la hora de agradecer servicio y voluntad de querer ayudar al huésped en lo más banal que, a la postre, resulta de lo más importante. ¡Gracias!


Con los primeros o últimos rayos de sol, darse un paseo por las instalaciones
del hotel Riu Bambú es encontrar lo que venías buscando.

Diversión y deporte en Riu Bambú ¡con un parque acuático!

Hay tantas cosas que os queremos contar del hotel Riu Bambú en Punta Cana que nos costaba comenzar por alguna, pero elegimos el Splash! Park porque nos parece bastante elogiable lo que han erigido en el complejo Riu. Un discreto parque acuático que, te garantizamos, disfrutarás aún más que los conocidos Aquopolis porque concentra en un pequeño puñado de metros cuadrados las principales atracciones de aquél, pero privándonos de largos desplazamientos y distancias... y colas. ¡Y es de acceso gratuito para clientes del hotel!




El Splash Water Park de Riu es de acceso libre y diario para huéspedes.

Así que todos los días salvo los martes tendrás ACCESO LIBRE desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde a una hilera de toboganes para adultos con diferentes alturas y caídas -incluida la llamada "Kamikaze" de pronunciada inclinación y llamativo aterrizaje así como un tobogán azul que desemboca en una suerte de embudo donde darás vueltas hasta caer- y un apartado para niños con versión reducido de dichos toboganes. En resumen, un parque acuático a tu disposición, gratuito, con dispensador de bebidas también incluidas y gratuitas y sin las colas habituales de este tipo de recintos.


Actividades incluidas con Scuba Dive

Es el parque acuático Splash! uno de los atractivos de Riu, pero no el único. Sin dejar el agua, tenéis una hora diaria de ciertos deportes acuáticos también gratuitos, entre los que destacan el kayak individual o doble, el Windsurf e incluso, si sabes navegar con él, un pequeño catamarán. En caso contrario, siempre podrás pagar los 30 dólares de la única lección que te habilita para poder lanzarte al mar por tu cuenta. Algo que te recomendamos encarecidamente porque los chicos de Scuba Dive no sólo ofrecen ésta y otras muchas actividades de pago más que justificado -nado con delfines, visita a Isla Saona, etcétera- sino que en el caso del catamarán, si eres hábil y con una lección te basta para dominar la embarcación, podrás el resto de días echarte a la mar con tu familia y destreza una hora al día completamente gratis. Sólo por ser huésped Riu.

Aunque la lancha motora ya tiene coste, es toda una experiencia. Si no, siempre te 
quedarán el catamarán o los kayak. 


Por último, no faltarán dos clásicos de los grandes resort hoteleros: los espectáculos nocturnos, siempre precedidos por el show infantil en el que los niños son los protagonistas y bailarines de sus canciones; y la animación. Si bien el Kid´s Club (RiuLand para los más pequeños y Riu4Fun para adolescentes) siempre está sujeto a la cantidad de niños que puedan reunir las animadoras, podrás dejar tranquilamente a tu pequeño a sabiendas de que estarán ocupados en manualidades y juegos que, no sólo os dará un valioso tiempo a solas, sino que también es necesario para que tus hijos se mezclen con otros niños y hagan cosas de niños. Que sean niños, vaya, no un apéndice de los adultos aburridos ante los ritmos de sus padres.

Todos los días a las 8 de la tarde tus hijos tienen una cita con Animación y Calú.

En el ámbito adulto, la animación ofrece un amplio abanico de actividades y torneos que van desde los juegos colectivos como el waterpolo y el volleyball hasta las clases de AquaGym y baile o la herradura y el ping-pong. ¿Te parece mucha información? Descuida, en la app de Riu Resorts encontrarás un útil detalle de la programación diaria para no perderte tu actividad favorita. Y sí, lobo solitario, también hay un gimnasio para ti con aire acondicionado y en muy buen estado si lo tuyo es ir por libre y cuidar el palmito por tu cuenta. 






Dardos, herradura, boccia, mini-golf... las posibilidades son tantas como las personas
que conocerás mientras las realizas. ¡La diversidad cultural es fascinante!


Comer en Riu Bambú en cinco restaurantes diferentes

Y te hará falta cuidar ese palmito... porque comerás. Mucho, variado y de buena calidad y en ocasiones notable, salvo contadas excepciones. Esas excepciones pasan por el mexicano, quizá el restaurante temático que menos nos gustó por temperatura -mucho calor, "pero" temporal dado que acabarán arreglando el aire- y por propuesta. Si bien los entrantes que te sirves al estilo buffet salvan la criba por las flautas de pollo o los tacos de res, los principales no están a la altura ni en el pescado, ni en las fajitas ni en el propio filete de res. Así que si quieres probarlos todos, aquí habrás de conformarte con unos buenos entrantes.


El Kulinarium premia la paciente espera con 'delicatessen' como las rodajas de plátano
frito con jugo de piña o los ravioli de chivo sobre batata dulce.


Y empezamos por el que menos nos gustó porque el resto sí merecen, a su manera, elogios y alabanzas. Decir que ninguno funciona con sistema de reserva, todos son por orden de llegada, lo cual tampoco nos agradó especialmente dado que, precisamente en el mexicano, a veces las esperas son demasiado tediosas y uno siente que pierde parte de la noche esperando a que su "beeper" suene y le reclame. Dicho lo cual, el italiano responde con creces a las expectativas tanto por número de platos como por calidad, si bien no sorprenderá al comensal habituado al buffet genérico, cuyo rincón italiano siempre ofrece al menos dos pastas recomendables. 

El gourmet (Kulinarium), completamente a la carta, encuentra en esta característica su virtud y defecto: nosotros acortaríamos las esperas entre platos pero algunos merecen mucho la pena, por factura y sabor, como los dos arroces melosos con langosta. Los ravioli de chivo también estaban deliciosos pero nos pareció excesiva la guarnición a modo de batata dulce. No obstante, no desluce en un plato muy interesante. 

Sushi, arroz nasi goreng, cerdo agridulce, fideos... el japonés destaca por variedad y por
algunos bocados como el Pad Thai.

Completan los temáticos el restaurante americano, que estuvo cerrado durante nuestra estancia -la apertura del complejo está siendo progresiva debido a la pandemia si bien casi todo está abierto- y el japonés, donde lo menos bueno -no es de justicia decir lo peor- es precisamente el sushi, y eso que está más que correcto. Los que contienen queso philadelphia están riquísimos. En el resto de platos encontramos fideos chinos y pad thai sobresalientes, rollitos de primavera y gyozas notables y cerdo agridulce y pato laqueado aprobados. 

No se nos ocurre mejor manera de comenzar el día que con el desayuno de Riu Bambú,
un capricho dulce y vistas al mar.

Y llegamos al buffet genérico, el llamado a repetir y reutilizar todo lo sobrante y que, alejándose de esa tradicional visión peyorativa, dispone rincones americano e italiano fijos y platos principales y postres itinerantes y cambiantes. Nos cuesta recorrer y enumerar todas las propuestas pero sí os diremos que hay un pescado -basa- hechos en el momento verdaderamente exquisitos, albóndigas en salsa especiadas, sí, pero adictivas y arroces de todos los sabores y colores que competirán por hacerse un hueco en tu paladar. Un consejo; aunque camines algo más, tras coger tu comida dirígete al extremo del comedor al aire libre del restaurante Continental y deléitate comiendo con vistas a los contrastes que forman la arena blanca y las aguas verdes, azules y turquesas. Eso si eres capaz de distinguirlos: sé responsable y consume la amplia y variada oferta de las hasta cuatro barras que sirven bebida -recuerda, todo incluido- y ya nos contarás cuál es tu cóctel favorito. El nuestro el Banana Mama (sin alcohol). 

Despreocúpate de acercarte a la barra: en la misma playa podrás pedir
al camarero tu cóctel favorito.


Dormir en Riu Bambú con el silencio que tú elijas

A ver, es cierto, no siempre tú elegirás el silencio. Quizá el ruido te venga impuesto por algún vecino cafre o el espectáculo que, tranquilo, no finaliza excesivamente tarde. Pero no encontramos en primera ni tercera persona un solo caso de huésped que, descontento con su situación, no le fuera concedido un cambio de habitación, obviamente por causa de fuerza mayor: demasiada cercanía al espectáculo queriendo dormirse mucho antes... excesiva lejanía a las principales atracciones... En recepción siempre están, como mínimo, para escucharte y si tu caso es muy sangrante descuida que tendrás cambio. Esto no quiere decir que pidas otra habitación por capricho o, peor aún, por la picaresca de que te cambien a una mejor: hablamos del mismo tipo de habitación pero en otra ubicación. Nosotros, por si te sirve, estuvimos hospedados en una doble estándar y en una deluxe, y si bien la segunda ofrecía un grado de mantenimiento superior, ambas gozan de aspecto reformado, amplitud, luminosidad y cómodos colchones y almohadas. Algunas de ellas finas, ya sabes, pero siempre puedes apilar dos u optar por otra más mullida. 


Nos gusta mostrar las habitaciones una vez hemos hecho de ella nuestro hogar.
Cómoda y con todas las prestaciones y si te agobias... siempre te quedará la terraza.


La doble estándar estaba cerca de todas las comodidades, llámese piscinas, playa o gimnasio; la deluxe más alejada pero también aislada del ruido y los seres nocturnos y gritones, esto es, otros huéspedes. Pero nuestro consejo, para éste y el resto de apartados, es que te relajes, estás en República Dominicana y de vacaciones, disfrutes, y cualquier problema lo comuniques en recepción. Si hay una solución, en general la buscarán y encontrarán, y así tu estancia en Riu Bambú Punta Cana te dará todo lo que venías buscando a este enclave dominicano: diversión, deporte, descanso y gastronomía, todo incluido.

Más información en la página web de Riu Bambú.


También te puede interesar... Riu Palace Punta Cana

- Etiqueta Palace

Volved a leer todo lo anteriormente escrito. Ahora dadle una vuelta de tuerca, horneadlo, añadid caviar y subid un escalón. Obtendréis la excelencia del Palace Punta Cana, con menos "bulla" que el anterior en sus dos -tres si contamos la que tiene la red de volleyball incorporada- piscinas, con más distancia entre éstas y la recepción y la mayoría de los restaurantes, pero sin duda un valor añadido en atención y servicio, en producto e instalaciones, en Riu. El apellido "Palace" siempre pesa en la cadena, y aquí uno lo percibe desde sus primeros minutos en el hotel, desde el responsable de velar por el cumplimiento de las medidas de seguridad en el hall principal hasta el subdirector, Alejandro, al que verás como uno más en mil y un quehaceres diarios para que nada falle.


Si bien la estampa es majestuosa, la imponente explanada del Riu Palace Punta Cana
supone recorrer unos cuantos metros entre la zona de piscinas y la de restauración.

Nada lo hace, salvo el diseño que te comentábamos que, si bien premia con un paseo de imponente estampa gracias a dos gigantescas fuentes y una explanada acotada por el edificio del hotel, castiga al huésped con largas caminatas para desplazarse entre la zona de piscinas y playa y la de la mayor parte de servicios del hotel.

La piscina más grande del Palace está pegada a la playa y las palmeras.


- Oferta gastronómica de Riu Palace Punta Cana

Es de los pocos, si no el único, aspecto que se le puede afear a un recinto que no se conforma con el bien o el notable del Riu Bambú, persigue la matrícula en todo lo que hace. Desde los dulces y cafés servidos durante más de 12 horas ininterrumpidas en el café Capuchino hasta los snacks del Sports Bar, pasando por los restaurantes temáticos coronados por el Krystal Fusion de impecable factura francesa e internacional y que cuenta en su haber con japonés, italiano, español y americano a la carta. 






El rincón 'Capuchino' sirve durante 12 horas ininterrumpidas cafés y repostería variada.
En el buffet pegado a la piscina siempre podrás comer con vistas al mar.
El arroz meloso con langosta del Krystal y los tagliatelle con filete de res del italiano
dan buena cuenta de la deliciosa propuesta culinaria de Riu Palace Punta Cana.

Algunos con entrantes tipo buffet, pero los principales y postres siempre a la carta y esta vez no hay ninguno que desmerezca la etiqueta Palace, nada que reprochar salvo pequeñeces a la enorme propuesta española e italiana en sus respectivos establecimientos -menudo solomillo con reducción de Pedro Ximenez y vaya tagliatelle con filete de res- además de las restantes ya citadas. No obstante, siempre te quedará el buffet, que no probamos en las cenas pero en las comidas cuenta con rincón de sushi, paella, italiano, americano y cocina internacional. Sin olvidar el snack bar a pie de playa y piscina cuyo pollo a la brasa te llamará a gritos recordándote que es pollo, y a la brasa... vamos que peques sin remordimientos. 

Si te gustan los restaurantes temáticos, pruébalos todos: he aquí el Rib Eye americano.

Pero nos quedamos con el otro buffet operativo durante el desayuno, donde los vídeos grabados para dar cuenta de todas las propuestas superan con creces el permitido por los "reels" de Instagram, por poner un ejemplo. Y es que los fríos entre ensaladas y fruta compiten con los panes, huevos, bagels y sandwiches a la plancha y en el momento, donuts de hasta 6 clases diferentes, gofres, Nutella -la de verdad, rechaza imitaciones-, tortitas, crepes... y así hasta el infinito. Imagina el mejor desayuno o uno de los más sabrosos que hayas degustado, y ahora imagina que te dicen que puedes seguir consumiendo cuanto quieras sin abono adicional y sin que nadie te mire mal. Eso es el desayuno buffet de Riu Palace Punta Cana.


Y esto es sólo la propuesta de tostadas francesas, tortitas, gofres y donuts.
El buffet del Riu Palace Punta Cana impresiona en todas sus estaciones y comidas.


- Animación y otros servicios

Pecando todos los Riu de Punta Cana del horario gastronómico, que castiga al público español, sí debemos reconocer que las franjas del Palace nos resultaron muy cómodas. A las 18:30 todos están fuera de las piscinas por obligación y ya sólo queda marchar a la habitación, ducha y cambio y a cenar. Es mucho menos anárquico que el Bambú en ese sentido y, por tanto, más recomendable para parejas con hijos pequeños, encontrando los grupos de amigos en el Bambú su salsa ideal. También el horario del gimnasio, ininterrumpido, facilita acudir a quemar esos donuts de más con el añadido del SPA de Renova que, gratuitamente, nos permite utilizar dos piscinas de contrastes -frío y calor- que recompensan al que acabe de ejercitar sus músculos en el gimnasio. Como de costumbre, acceso gratuito para clientes. 



Los más pequeños tienen su zona de piscinas y actividades como el pintacaras...
pero siempre gustarán de un buen descanso en las tumbonas de 'mayores'.


Pero quizá lo que más llama la atención del hotel y denominación chic de la cadena es su constante animación, donde no te dan tregua entre dardos, volleyball, herradura, aquafitness, clases del RiuFit... como Bambú, pero con una diosa del entretenimiento como es Beba. Espíritu y esencia de lo que uno busca cuando piensa en que le animen las vacaciones en un hotel. Misma línea que la seguida por Bambú salvo que la zona infantil posee un par de añadidos acuáticos -como un tobogán más largo y abierto- que entretendrán algo más a los pequeños.

Riu y Punta Cana premiarán a tu familia con momentos inolvidables.

 
En resumen, un hotel que rescata sólo las bondades del Riu Bambú y las eleva a otro nivel menos ruidoso y juerguista pero igualmente apto no sólo para familias sino para cualquier perfil que vino buscando una cosa a Punta Cana y se topó con muchas más en el Riu Palace.

Jesús Clemente Rubio