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La Fábrica de Chocolate: Un viaje con niños lleno de azúcar e Instagram

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Fever vuelve a sorprender con una de esas propuestas que, de ponerlas en marcha otro, quizá quedasen a medio camino. Pero ellos en apenas 40 minutos logran un recorrido guiado por La Fábrica de Chocolate donde los niños disfrutarán de diversas estancias que invitan a la fotografía y compartir en redes sociales. Ocho espacios con sorpresón final y aperitivo que ya avisa de la edulcorada exposición, Osos Haribo mediante.

Os advertimos de que quizá se os hagan cortos y de que, en ocasiones, tanto detalle y tan bien diseñadas están las estancias que uno querría estar algo más de tiempo. 


El detalle de algunas estancias es sublime. Experiencia inmersiva.

Pero imaginamos que los planes, especialmente los de niños, en tiempo de pandemia no son fáciles y hay que garantizar turnos breves para que compensen las apuestas. En esta ocasión Fever nos trae la Fábrica de Chocolate, donde la interacción va más allá de las fotografías en espacios repletos de recreaciones azucaradas que no desgranaremos para no destripar.

Una fábrica de chocolate interactiva para niños

Desde la primera estancia con casas que recuerdan a las de Hansel y Gretel hasta la última, con una suerte de horno gigantesco, las recreaciones no son gigantescas pero sí activan nuestros sentidos golosos. Fotografías con piruletas o en la pared de chicle, la cama de nubes, cupcakes en las que poder saltar... la idea es buena y la ejecución mejor pero, insistimos, se os hará corto. Cada estancia da para mucho más y uno querría echar el resto con ese rincón tan "instagrameable" o ese ángulo que sorprende aún más que la perspectiva plana. 

Cuidado con acercarte demasiado a la pared de chicle.

Claro que todo es atrezzo y tiene un fin ornamental... pero en La Fábrica de Chocolate saben que cualquier niño que se adentre no quiere marcharse con las manos vacías. Y no lo hará. Más bien le faltarán manos, creednos, con la guinda a un pastel en el que la interacción va de menos a más con una variedad que bebe de originalidad y buen hacer de los actores que nos guían por las estancias.

El ángel del azúcar vendrá a visitarte en cada rincón. No vayas con hambre.

Turnos cada media hora y uno se pregunta cómo es que hay tan poca disponibilidad en ocasiones: id y lo entenderéis. Es breve, pero todos quieren visitar La Fábrica de Chocolate y salir a manos llenas. 

Chocolate y más chocolate. Y vosotros como bombones protagonistas.

Jesús Clemente Rubio