Llegamos a la cuarta entrega de nuestros volúmenes sobre los indispensables de Xbox Game Pass asomándonos a los universos casi eternos. Los mundos creados de la nada y que a todos atrapan. Las sagas, franquicias como The Walking Dead, Mass Effect, Final Fantasy... que tenemos reunidas en el servicio más exitoso de Microsoft.
The Walking Dead Saga
El primero es, y siempre será, el mejor. Lee conquistó primero, para romper después, el corazón de todos los que, como un servidor, dudábamos del concepto de "película interactiva" al que relegaba Telltale a sus videojuegos. Pero la fórmula nos atrapó con una historia basada en el universo de The Walking Dead que nos hizo soñar con ver algún día a Lee con Rick y compañía en la serie. En lugar de ello, le acompañaba una pequeña Clementine sobre la que se puso el foco a partir de la segunda entrega y que se libera y desata en la culminación de la saga, The Final Season. Como mandan los cánones de la psicología, nos quedamos con lo primero y lo último. Entre medias, disfrute aunque alguna que otra desesperación en según qué partes.
Mass Effect saga
Empecemos por el final. Es brutal. Nos da igual los detractores que tuviera, es cambiante en función de tu elección como los mejores Fallout, por poner un ejemplo. Pero el resto de la aventura, para no olvidar lo verdaderamente importante, es inmaculado. Un vastísimo universo creado de la nada y que con personajes de gran recorrido y opciones más o menos amplias de personalización parió una primera entrega buena, una segunda mejor y una culminación excelente. Entre medias armas, armaduras, habilidades, romances, conversaciones, traiciones y un sinfín de giros argumentales que bien merecerían trilogía cinematográfica. Somos acérrimos de la saga, nos encantó hasta Mass Effect Andromeda (muy por debajo, sí), pero negar que la saga de Mass Effect es una de las joyas de la actual oferta de Xbox Game Pass es negar la máxima: las videoconsolas nacieron para reproducir títulos así.
Final Fantasy VII, VIII, IX y XII
Saquemos un pero al Final Fantasy IX: el final con fuerte, excesivo, contenido existencial. Quitando este minúsculo punto en toda una experiencia jugable, estamos ante una de las mejores partes de cuantas podéis disfrutar amén de las otras dos entregas aquí mencionadas. Obviamente Cloud y Sephirot, con esa miserable y cruel muerte dada a Aeris, unido a la revolución que supuso en Playstation en su momento, incrusta FFVII en nuestros corazones. Pero qué queréis que os diga... donde estén los personajes a tamaño real de FFVIII, las constantes dudas de Squall a propósito de la meta de vivir y ser recordado y, por supuesto, su romance con Rinoa, que se quite cualquier otro Final. Incluso el XII, denostado por muchos pero que marcó la línea a seguir al eliminar el combate por turnos y apostar por uno más cercano a los Zelda, en tiempo real aunque, claro, sin renunciar a la mecánica JRPG.
Halo 5 Guardians y resto de la saga
El Jefe Maestro encuentra su némesis, no necesariamente maligna (de hecho en ocasiones parecerá el propio Master Chief el villano) en el Guardian de Halo 5. Narrativamente, y por jugabilidad al alternar entre ambos, una de las mejores entregas de la saga. Pero un desperdicio si te aventuras a ella sin probar los remasterizados primeros títulos que sirven no sólo para introducir el vasto universo de Halo y el inicio del conflicto y la guerra, sino para degustar una de las mejores entregas para todos los adeptos de la franquicia: la segunda.
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Ya os mencionamos en anteriores entregas de nuestras joyas de Xbox Game Pass franquicias como Resident Evil o Yakuza, que gozan de un buen puñado de entregas en el servicio de juegos en la nube de Microsoft. Las posibilidades son infinitas con los que están pero, sobre todo, con los que están por llegar... crucemos dedos.
Jesús Clemente Rubio