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Fantastic V: Más allá del trampantojo

Seamos sinceros: nos gusta que nos mientan. Que jueguen con nuestra mente y ojos, engañándonos con ilusiones que, aunque luego se adivina que lo eran, no por ello resta emoción ni espectáculo. Pero en Fantastic V dieron un paso más; se preguntaron qué pasaría si implantan una propuesta de comida rápida vegana que no solo se asemeje estéticamente a lo que imita -daría entonces la razón a aquellos de "para comerme algo que se parezca a una hamburguesa de carne, pido una hamburguesa de carne"- sino que no decepciona tampoco cuando la ilusión se desvanece y queda la realidad. Una realidad que va más allá del trampantojo y que nos trae hamburguesas, choripanes y patatas con queso no similares a las que pretende emular saciando nuestras ganas gastronómicas más primitivas sino, incluso, superándolas.

También nosotros fuimos escépticos cuando oímos hablar de Fantastic V. Os lo decimos de antemano porque sabemos que lo estáis pensando, que no vais a meteros en un vegano para comer hamburguesas y suerte de perritos teniendo otros dioses especialistas en ello. Por eso nosotros no os lo recomendamos, al menos desde ese punto de vista. Fantastic V es, simplemente, un vegano que elige la propuesta de comida rápida para traer esa parte de la cultura gastronómica a nuestros paladares. Sin más. No pretende imitar, ni suplantar, ni recordarte a cualquier otra cosa que hayas probado antes. Simplemente se vale de ingredientes vegetales -aceite de coco para el queso, proteína de soja para el bacon, por poner un par de ejemplos- para configurar una oferta vegana que, insistimos, no quiere desplazar de tus intereses las opciones cárnicas. Sólo mostrártelas para que seas tú el que elija cuándo te es más apetecible una propuesta o la otra.

Nunca has probado unas bacon cheese fries así. Y siempre querrás repetir.

A golpe de local coqueto y pequeño con un curioso emplazamiento para comer en forma de gradas unifamiliares -máximo, dos grupos comerán dentro, el resto puede llevarse la cómida cómodamente a la calle- Fantastic V no para de sorprender. Por el local, por la reducida y atrevida carta en la que tan pronto hay tacos como choripanes pero, sobre todo, por el sabor. Sí... ya llegamos a la mesa.
Y en nuestra mesa topamos con unas clásicas bacon cheese fries de todo menos clásicas, con queso y bacon "de mentira" pero que echaremos de menos en las próximas que comamos en cualquier otro establecimiento. Las patatas, al corte artesanal y tan frescas en su preparación como el resto de platos, son adictivas y encierran, como el resto de la carta de Fantastic V, quizá su mejor baza después de los intensos sabores: la falta de pesadez al no emplear ingredientes que te trasladan un falso efecto saciante antes de nutrirte.

Parecida y distinta a las demás.

Deliciosas, decíamos, porque en Fantastic V juegan con el maridaje y las especias como pocos; ello lo pudimos comprobar en el plato estrella, la Fantastic Vurger que bebiendo de la más pura esencia entre panes (tomate, lechuga, "queso"....) nos premia con una "beyond meat" que, como su nombre indica, va más allá de cualquier carne, más allá de cualquier trampantojo. Extraordinario sabor que invitará a paladar y estómago, por aquello del ausente "efecto llenado" a una segunda unidad. Sorpresa agradable para todos los sentidos, favorita de algunos de los que allí dimos cuenta de la carta del restaurante. 
Claro que otros nos quedamos con el choripan y su mágico chimichurri, que ensalzaba el fuerte sabor del chorizo vegano, de nuevo, aromatizado y cocinado de tal forma que deja perplejo al comensal más exigente. 

El choripan luce estética, guarnición, tamaño y sabor. Lo tiene todo.

Por ello, y aunque podemos entender tu escepticismo dado que hay mucho restaurante de este tipo que parece convencerte de que para ser vegano hay que sacrificar sabor o placer del que allí acude, no te asustes por la etiqueta 100% vegano de Fantastic V. Nosotros lo hicimos y, a los 30 minutos y choripan, Fantastic Vurger y patatas mediante, tuvimos que rectificar y reconocer que hablamos de una carta que ya se ha colado en nuestras alternativas cada vez que recorramos las opciones para comer. Porque recuerda, se le puede engañar al cerebro, nunca al paladar. Y el nuestro nos habla, cual niño pequeño y obsesionado, de que quiere volver a Fantastic V.

Más información en https://fantasticv.com/

Jesús Clemente Rubio