Surrealista, llevando al colmo cada situación, demostrando que siempre puede ir peor, La Función que Sale Mal vuelve para alegría de los que vieron cómo la pandemia les arrebataba el espectáculo. Un espectáculo que parte del más bajo de los listones ya desde el título, augurando que todo saldrá mal para deleitarte con un conjunto y visión global que, comprobarás, es tan buena como la idea original.
Cierto es que, en ocasiones, apuran tanto el esperpento que roza el absurdo ese que tanto rechazan algunos en la comedia o el arte en general. Pero que otros amamos incondicionalmente. Seas de uno u otro bando, has de saber que la premisa y desarrollo de la obra son tan originales como estupendos en su ejecución aupados por un elenco vasto y talentoso y un gigantesco escenario que se va viniendo abajo. Da gusto ver cómo puede mejorar una obra en la que todo sale mal, una armonía y unos conceptos perfectamente encajados que caminan irremediablemente al desastre para terminar, dentro del caos, más y mejor encajados que al inicio. Dejando en el durante a un espectador ávido del "más difícil todavía" y preguntándose cómo puede tornarse malo lo bueno, como puede empeorar lo peor.
En tiempos en los que parece que nunca veremos la luz, el arte, la cultura y el teatro, otra vez el teatro, nos recuerda que la vida es también estos momentos en que cuando todo lo que parece ir mal no es tan malo, después de todo.
Información, horarios y entradas en este enlace.
Jesús Clemente Rubio