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LG V50 ThinQ 5G: Soltura, imagen y conectividad en el nuevo 'uve' de LG

El 5G en el dorso, aunque poco funcional en el mercado español que nos movemos, ya atisba un salto cualitativo. Ciertamente LG lo da en este V50 no sólo por la citada combinación de número y letra, sino por un trío de cámaras traseras, que juntas o por separado y amén de las delanteras, suponen de lo mejor que hay en estos momentos en el mercado. Un procesador y RAM potentes aseguran solvencia en el procesamiento de tareas e información y garantizan que el desembolso que supone invertir en el músculo de la firma surcoreana rentabilice hasta el último euro.
No hemos mencionado ni en titular ni en entradilla su doble pantalla accesoria, porque en nuestro caso le hemos dado poco uso, pero merece la pena destacar una modalidad que hará las delicias de los que convierten su móvil en una oficina y, sobre todo, en una videoconsola. Conexión de pines mediante, se acopla a la perfección y lejos de dar sensación endeble "arma" nuestro dispositivo transmitiendo fortaleza. Si bien en lo estético, obviamente, casi duplica las dimensiones de nuestro V50 ThinQ, el operar con dos aplicaciones a la vez en pantalla grande o bien jugar cómodamente y con gran ángulo de visión no tiene precio.


Elegante, sofisticado pero, ¡cuidado!... algo escurridizo.

Volviendo al móvil en sí, tenemos entre manos un aparato que apenas supera los 156 X 76 X 8 mm. y se queda a 17 gramos de los 200, lo que se traduce en una asombrosa ligereza y manejabilidad. Cuidado con los resbalones, porque su elegante diseño y materiales escasean en adherencia y, sin funda, el accidente es probable, aunque nosotros nos hemos movido varios días con él sin protección alguna y no se nos ha caído en ninguna ocasión, si bien otros que lo han probado nos han remitido esa cualidad.

Ya echando un vistazo a su P-OLED de 1440 x 3120 uno descubre que está ante otra gran apuesta de LG que merece de una vez por todas reconocimiento internacional, con una magnífica paleta de colores y una capacidad audiovisual bestial para mostrar el procesamiento de su potente Qualcomm Snapdragon 855 de ocho núcleos. Unido a la RAM 6 de 6GB y el Android 9.0 Pie, el resultado es una asombrosa velocidad que jamás duda en labor alguna. Una ejecución sublime.
Potencia y doble pantalla para delicia de los jugadores.
Sus 128GB de almacenamiento interno se antojan suficientes pero, por si eres de los que padecen del síndrome de Diógenes y todo desean acumularlo, tienes ampliación vía SD de hasta 1 TB. Y lo hemos probado llenando dispositivo y tarjeta de memoria SD sin que se resienta lo que, hablando de los comentarios ajenos, ha dejado pasmado a más de uno sin olvidar la calidad de pantalla -ya descrita- y las fotografías -a continuación-.

Si bien el detalle crece con la cámara normal y la lejanía se hace cercanía con el zoom, nuestro favorito
sigue siendo el gran angular. Eso sí. la panorámica sacrifica resolución para recogerlo todo.
Con doble cámara interna para el autorretrato individual o colectivo, y que dibuja de manera bastante notable rostro o medio cuerpo sobre el fondo, hemos de quitarnos el sombrero ante el trío que aguarda en la parte trasera -donde se ubica, por cierto, el sensor de huellas-. Nuestra favorita ha pasado a ser la de Gran Angular, con fotografías panorámicas que por fin hacen olvidar la desterrada opción panorámica de las cámaras que nos obligaba a desplazar el móvil sin "torcernos" y con pulso de cirujano. 

Espléndidas con cuanta más luz mejor, claro, pues continúa siendo asignatura pendiente de los móviles el responder con calidad HD y suprema a la noche. No obstante, en determinadas condiciones con algo de luz o activando el flash, las fotografías son más que satisfactorias. Pero con luz natural y día soleado el móvil es una joya fotográfica, difuminando a placer en los retratos sin engullir los bordes del sujeto fotografiado y respetando, en aquellas que no se concentran en un sólo objetivo, cada detalle del paisaje.


A medida que caiga la luz, también lo hará el rendimiento de las cámaras. No obstante, el LG V50 resiste
la noche siempre y cuando haya una fuente de luz cercana.
 A medida que cae la luz, también lo hace el detalle si ampliamos la fotografía en el PC, por ejemplo, pero sigue resultando bastante superior a los móviles de su categoría acercándose e incluso superando la gama Premium de otras marcas.



Arriba, el efecto difuminado se deja algún borde, si bien rara vez ocurre. En el centro, la IA detectó la comida y
el  resultado fue bastante decente. Abajo, un retrato con abundante luz y gran calidad.
Con todo, el LG V50 ha terminado de fidelizarnos a la gama "uve" de LG, tras un V40 que sentó las bases -y abrió, por cierto, camino para el resto de marcas de la triple cámara- del que ya es un móvil consolidado y excelente opción de compra para el que lo quiere todo: potencia, almacenamiento, pantalla y fotografía.

NOTA: Recuerda que puedes encontrar muestras de nuestras fotografías realizadas con LG V50 en artículos anteriores que contengan en la foto de portada el pie "Fotos realizadas con LG V50".



Jesús Clemente Rubio