Jovic, Nacho y Kroos se toparon con la madera. El resto, con Unai Simón. Y el público del Bernabéu, con un Real Madrid en clara tendencia ascendente que, sin embargo, sólo ha podido marcar un gol en los últimos 270 minutos reglamentarios de Liga. El Bilbao nada hizo para merecer la victoria y poquito, salvo su guardameta, para arrancar el punto de un estadio antaño infranqueable y que en los últimos meses deja escapar demasiados puntos... y con ellos, al Barcelona en la tabla. El Madrid de los tres palos frente al Bilbao es el que sólo ha juntado sendos palos en los últimos tres partidos, 3 de 9 posibles. Veremos los moratones que deja semejante tunda.
El primero en probar los guantes de Unai Simón fue Vinicius. A los once minutos de partido, y tras un dominio incontestable del Madrid que se prolongaría durante el resto del encuentro, una buena internada del brasileño que no entiende de banquillos ni titularidades puso a prueba al meta visitante. Minutos más tarde, Kroos estrella un gran chut contra el larguero que, junto a los gemelos que lo soportan, se convertirían en los grandes aliados de Unai.
Benzemá faltó a su cita con el gol, pero no porque no intentase llegar. Una y otra vez encaró a portero y defensas y fue el pie salvador de otro Unai, Núñez, el que evitó que el máximo goleador blanco abriese la lata. Y lo que se postulaba en los primeros minutos como un potencial gol que acabaría llegando, con el paso del tiempo, los aciertos de Unai Simón y el infortunio de los palos, trajo los nervios a la grada y la impaciencia a un Madrid que perdía su dominio en favor de jugadas menos elaboradas y más toscas. Con todo, Nacho recién entrado en el terreno de juego estrellaría en la madera antes que lo hiciera Jovic para el descalabro en el coliderato y la estadística goleadora. 3 puntos de 9 posibles y con un Getafe en forma en el horizonte, afilando cuchillos en su feudo de cara a la próxima jornada.
Jesús Clemente Rubio
