Ir al contenido principal

J6 Real Madrid 2 - Osasuna 0: Lágrimas de líder


Ocho cambios, muchas habladurías previas en la grada, la victoria ante el Sevilla no pesa tanto como la derrota por goleada en París. Zidane se la juega, vuelve a ser el valiente ZZ que, ya sin flor, arriesga y juega al límite. Y una vez más, acalla diretes, demuestra con fútbol y tirando no de jugadores, no de titulares o unidades B, sino de plantilla. Ni antes eran muy malos, ni ahora son muy buenos, pero si algo es el Real Madrid esta noche y le va como anillo al dedo es líder. Y dos jóvenes, uno de ellos derrumbado entre lágrimas por la presión que conlleva ser jugador de élite y jugador del Real Madrid, devuelven la sonrisa a la grada. El sábado, derbi. Primero contra segundo. Real contra Atleti, pero mismo apellido: Madrid.Llegaba el Osasuna con un respeto ganado a pulso pero también apostando por una revolución en su equipo titular. Rotaciones en ambos equipos para construir dos nuevos, y un Madrid al que le bastaron quince minutos para tomar pulso al partido y hacer el bloque que la unidad titular a veces desdibuja. Kroos está, y aunque detrás de las cámaras, se nota en la realización y el dibujo. La defensa, organizada y segura, si bien no hubo demasiado ataque desde Navarra. Sí brilló Areola no tanto por numerosas y majestuosas intervenciones sino por la seguridad que tanto se echa en falta en demasiadas ocasiones con Courtois. A partir de la segunda línea, Lucas Vázquez rápido y veloz con detalles para driblar propios de podium mundial; Vinicius Jr. omnipresente, superando a su par por ambas bandas y Jovic, aún en fase de construcción, apuntando maneras de cara a gol. No obstante, el VAR le arrebató justamente aunque por poco el suyo. El primero, sin embargo, fue para un joven que simboliza la otra cara del fútbol. Esa que te llevas a casa, que está en redes sociales constantemente, que no perdona el fallo y que eleva al máximo la presión sobre un chaval que hace poco saludaba a la mayoría de edad. 

Tras un par de jugadas y triangulaciones que a punto estuvieron de terminar en gol -de nuevo, recordamos, Kroos está y lo hace muy fácil ya sea disparando o sirviendo- el balón cayó en Vinicius, atrevido como siempre, y que había abusado del regate -para bien- y del pase al compañero -para mal-. En esas que se la juega, levanta la cabeza, coloca y golazo. Rodilla al suelo y lágrimas. La pena y la alegría se tocan muy de cerca. Y esta vez se decantan por la felicidad, que enseguida transmite a una grada que le premia con un sonoro aplauso. El mismo que recibe en el cambio por Rodrygo. Otro brasileño, otro "jovenzuelo", cinco minutos y jugadón individual con recorte y disparo cruzado al palo largo del portero. El Bernabéu enloquece, y Brasil también: ambos tienen futuro en estos dos portentos. 

Sin lanzar campanas al vuelo, con los pies sobre la tierra pero la cabeza, por qué no, en las nubes. Igual que nos machacamos cuando caemos, hemos de congratularnos al ver al Madrid jugar con esta seguridad -mención, de nuevo, para Areola-, entrega -todos corrían- y pegada. El sábado, test definitivo: visita al feudo del que les considera el enemigo público número 1. Ellos son segundos, pero no segundones. Y buscarán recuperar el liderato. Madrid contra Madrid. Atleti - Real. Y Zidane con el dilema de que todos los que están fuera de la enfermería llegan en un excelente estado de forma. 

Jesús Clemente Rubio