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Celestyal Cruises (I): Por fin un crucero para disfrutar del barco... y de los destinos

¿Os marcháis de crucero? ¿En serio? Los barcos son espectaculares, tienen de todo, pero olvídate de visitar los destinos como Dios manda... vas a "matacaballo" y apenas podrás dedicar un puñado de horas a cada ciudad que visitas. Esto os sonará si habéis planteado en algún momento el iros de crucero o, como nos sucedió a nosotros, sois muchos los que nos comentasteis que eligiésemos otras opciones para nuestra próxima crónica viajera. Alejados del cuñadismo más casposo, quisimos comprobar cuán verdad hay en estas afirmaciones y, por mero contraste, reconocemos que nos encontramos muchos discursos similares, hasta que topamos con Celestyal Cruises. Investigamos al detalle su crucero idílico de 7 días por las islas griegas y no sólo encontramos unos destinos de ensueño inéditos en otras compañías -Celestyal, como buena griega, es la mejor embajadora de su tierra- sino que topamos con una distribución de los tiempos que permiten disfrutar tanto del barco como de cada uno de los destinos programados. En la segunda entrega desmenuzaremos cada isla, pero en esta primera toca hablar de Crystal, el barco que navegó por el Egeo con nosotros a bordo si bien nos sentimos en una nube por las instalaciones pero, sobre todo y especialmente, por el servicio.

Y eso que, según nos contaron, se trata de un barco pequeño...
Cuando terminéis de leer estas líneas, pensad que todo crucero que hagáis a bordo del Crystal presentará las características y virtudes que estamos a punto de detallaros. La primera impresión que tendréis una vez os encontréis con el barco es que, comparado con otros gigantes del mar, es más bien pequeño. Lejos de ser esto un aspecto negativo, con el paso de los días descubriréis cuán positivo es, pues así tendréis tiempo suficiente no sólo para dedicar a las instalaciones, sino también a los destinos. No obstante, no penséis en un velero, aquí hablamos de 10 cubiertas que albergan todo lo que un pasajero puede desear, comenzando por la tripulación: con un ratio de 1 por cada 3 pasajeros, ciertamente sentirás un trato casi exclusivo y personal a bordo del Celestyal Crystal.

Aunque nos maravillamos con cada destino, siempre queríamos echarnos a la mar para gozar con la navegación.
Pese a nuestros esfuerzos ;), el Crystal es escrupuloso con los horarios y los cumple a rajatabla.
De hecho así lo sentimos en el mismo puerto de Pireos, desde donde partió nuestro crucero: éramos muchos formando filas para recoger la tarjeta que pasará a ser tu "pasaporte" mientras dure tu aventura en el mar y, en lugar de limitarse a pedir datos, documentación y expedir el plástico, se detenían en conocerte, preguntarte qué tal el viaje hasta Atenas y, por qué no, explicarte lo que necesites saber si eres de los impacientes que prefiere preguntar a descubrir. Si el personal de a bordo era como el de tierra, Celestyal Cruises prometía. Ycumplió.

Llegada y sonrisa
Con la expectación del novato y la emoción del que arranca las vacaciones, nos plantamos frente a la entrada habilitada en la segunda planta, donde se sitúa por cierto la primera fila de camarotes que, tranquilos claustrofóbicos, siempre están por encima del nivel del mar. Lectura de nuestras tarjetas y sincera sonrisa, que se repetiría una y otra vez durante siete días inolvidables. 
Recuerda cumplir con la programación que encontrarás cada día en tu habitación, especialmente con la hora
en la que todos los pasajeros han de estar a bordo. ¡No vayas a quedarte en tierra por una última foto!

La distribución del barco es sencilla; hay cubiertas, como la número 2, 3 y 4 dedicadas exclusivamente a camarotes y otras que albergan servicios, o bien combinando ambos. Unas generosas escaleras en ambos extremos, acompañadas de sendos pares de ascensores, permiten moverse a placer por el barco sin olvidar las que se distribuyen por la popa para que hagas parte del recorrido también al aire libre. 

En aquellos destinos que precisan de "transfer" hasta la isla, tranquilo.
Siempre te será sencillo localizar a un miembro de Celestyal Cruises
que te indicará dónde coger tu autobús o barca hasta el Crystal.
Dicho esto, y teniendo que pasar por vuestro camarote una vez ingreséis al barco, "desobedeced"; subid a la cubierta 10, pasamos de la primera a la última, apoyaos en la barandilla del barco y contemplad a quién estáis a punto de, en vano, intentar conquistar: el mar. Vuestra casa la próxima semana, el lugar que servirá para desconectar literal y metafóricamente de cuanto dejamos atrás una vez cruzamos el umbral del Crystal. Es ahí cuando os daréis cuenta de lo acertado de vuestra decisión de elegir un crucero para vuestras vacaciones.

Ya que estamos en dicha planta, os diremos que ahí también se ubica la discoteca, la cual dependiendo de la época del año y los pasajeros con los que coincidáis estará más o menos llena, pero no será por la falta de esfuerzo y calidad de las sesiones de Dj Albert o el karaoke previo.

Descanso entre olas
Amanecer cada día en un destino o en alta mar tras un
descanso entre olas es posible a bordo del Crystal.
Regresando al inicio, para cuando llegues al camarote tu equipaje estará esperándote en la puerta. Sea como fuere tu opción elegida, ten por seguro que encontrarás las comodidades que esperas: material de baño suficiente -de sobra- con secador y ducha de temperatura rápidamente regulable, cómodos colchones y un aire que siempre "funciona"; esto es, en aras de ventilar -pues ya sea ojo de buey o ventana no puede abrirse- la ventilación siempre funciona pero ello no supone que siempre expulse aire frío, basta con ajustar el termostato a tu gusto. Si haces como nosotros y eliges ventana el beneficio será doble; mayor iluminación que las que carecen de la misma y vistas a un mar que embelesa y enamora en cada vistazo. Si en algún momento tienes CUALQUIER problema, no dudes en comunicárselo a tus responsables de habitación, la simpatía con la que te reciben se transforma en tristeza durante la despedida habiendo pasado por una diligencia y profesionalidad absolutas en el durante. 

Regresar de un largo día de turismo y encontrar una habitación
impecable y con estos detalles.
Lo comprobarás día tras día en los detalles ornamentales que te encontrarás sobre tu cama, además de los dulces y la programación diaria en la que Celestyal es escrupulosa y excelente en la organización, pues se trate de actividades o restaurantes disponen el día para que dé tiempo a todo. Y de verdad, insiste y os lo dice un sibarita del silencio; el descanso está garantizado y, como mucho, interrumpido por los anuncios de llegada a uno u otro puerto.

Degustando felicidad
El hojaldre con marisco y otras joyas del mar fue sólo una
de las jugosas propuestas a la carta del Crystal.
Volviendo al repaso por plantas, la quinta se convertirá en el santo y seña de tu viaje; allí está el centro de excursiones, las cuales te recomendamos siempre al menos echar un vistazo y, en algunos casos y pese a que los precios sean algo elevados, contratar pues bien lo merecen, como la de Éfeso. Justo enfrente encontrarás la recepción que reúne e incrementa el carácter servicial de toda la tripulación en las dos o tres personas que en esos momentos atiendan y, sí por fin llegamos la comida y la bebida, aquí se halla uno de los restaurantes así como uno de los bares. Respecto del restaurante, comparte carta con el de la octava, por lo que será indistinto en términos gastronómicos cual elijáis. 

¿Has visto qué pedazo de lomo de atún coronando la ensalada?
Así se las gastan en los fogones de Celestyal Cruises.
Son, por tanto, las dos opciones a la carta que en comidas y cenas -el desayuno tiene un único modo, buffet- podréis seleccionar durante vuestra travesía. Más allá de gustos -a nosotros la octava nos parecía más glamurosa, así que puestos a sentirnos unos divos allí que acudíamos siempre que podíamos- llegamos a uno de los puntos que merecen negrita y mayúscula en el artículo. IMPRESIONANTE la calidad, variedad y cantidad -repite cuanto quieras- de la comida a bordo del Crystal. Uno podría pensar que se hace repetitivo, que el cocinar para tantísimas personas, por mucha calidad que desborde el producto Celestyal, deriva en una falta de mimo de la preparación, el sabor y los ingredientes. 

El punto de cocción y preparación de los alimentos está a la altura
de la exquisita materia prima.
Ni mucho menos; las fotografías que veis reflejan mínimamente la intensidad de sabores y el cuidado puesto en cada uno de los platos, redondeados, de nuevo, por un personal de primera, atento, simpático y charlatán en los momentos adecuados, sin afectar al ritmo del servicio ni de los comensales. Nurbek, Michael, Ricky, Jean Pierre, Mohammed, Elder, Héctor, Andreas... no nos aprendimos tantos nombres por participar en un concurso, sino porque era imposible no "quedarte" con los que día tras día te hacían sentir mejor que en casa. Brutal comida y cena tras cena, la gastronomía del Crystal es de primera también en el buffet (novena planta) por si gustas de comer ese día en cubierta.

Sí, éste es uno de esos instantes que no tienen precio. Con el resto del barco a tus espaldas y frente a ti tu
cóctel favorito y la estela dejada por el Crystal.
No podemos abandonar la quinta planta sin mencionar el primero de los bares, el Thalasso, situado en uno de los extremos de la cubierta, en popa y desde donde podrás degustar tu cóctel favorito mientras observas la estela que deja en el mar el Crystal. También puedes aparcar las bebidas y dedicar 15 minutos al jacuzzi que te permite sentirte todo un Poseidón, relajado mientras atraviesa el mar sin mover un músculo y, al contrario, relajando hasta las pestañas en un reconfortante baño caliente.

Esto SÍ son vacaciones.
Sobre la carta de los bares, es preciso señalar la diferencia entre el Todo Incluido (All Inclusive) y el que, por 14 euros, sí te permite optar a la totalidad de la carta, el All Inclusive Premium. Suena bien, ¿verdad? Pues resulta aún mejor, en un centenar de opciones a elegir en cualquier momento y a cualquier hora incluyendo los mejores vinos, champán de altísima calidad y toda clase de cócteles. 

Explora la carta de cócteles y encuentra tu favorito. Hay decenas
donde elegir.
En caso contrario, siempre tendrás que abonar la diferencia aunque también hay que reconocer que la carta "básica" es suficientemente amplia y variada para que no tengas que echar mano del Premium. Tú eliges. Por curiosidad, si no eres bebedor como un servidor, opta por el Fruit Punch (en el Todo Incluido) o el Aegean Fruit Smashed (en el Premium). Avisado quedas de su fuerte carácter adictivo ;).

Diversión y barbacoa
Salvando la sexta y séptima planta, también centradas en los camarotes, llegamos a la octava que, como dijimos, posee otro de los restaurantes... y mucho más. El salón principal de actos, Muses Lounge, se encuentra aquí de manera anexa a otro de los salones de fiesta y el casino, quizá el único aspecto a mejorar del barco, pues sólo posee máquinas con varios juegos, sí, pero donde esté un crupier y la magia de una ruleta en vivo que se quite cualquier aparato. Por lo demás, en cambio, Celestyal vuelve a sorprender con una programación y espectáculos poco habituales; alejados de la casposidad y el ADN del más puro José Luis Moreno, encontramos artistas y bandas con un profundo sabor latino que sorprenden por una genial puesta en escena y calidad vocal. Si a ello le añades clases de baile de salón o ritmos latinos te percatarás de que la "primera copa" previa a la discoteca de Dj Albert desengrasa la maquinaria de tu cuerpo y lo prepara para cuanto quieras que dure la noche.
La única ocasión en la que coinciden los tres restaurantes en lo que respecta a oferta gastronómica será
el desayuno. Nuestro consejo: aprovecha y hazlo saludable, que luego esperan muchas tentaciones
en las comidas, cenas y horas del té.

No esperes una piscina olímpica, pero sí con el tamaño suficiente
para nunca albergar multitudes.
La novena planta era la más concurrida y con razón; aquí se extiende la cubierta principal que  permite desayunar, comer, o cenar (con permiso de la hora del té, de 4 a 5, repleta de bollería, galletas y suculentas opciones por si quieres rematar la comida como Dios manda) en uno de los dos restaurantes buffet enfrentados, además de disponer una pequeña pero coqueta piscina que renueva diariamente el agua "bebiendo" del mar.

El gimnasio, funcional durante todo el día, posee un 
buen surtidod deaparatos y maquinaria para limpiar tu 
conciencia ante tanta comida.
Sin duda la mejor sobremesa es sentarte a los pies del Helios Bar, en plena cubierta, disfrutando de uno de sus cócteles mientras observas, desde tu silla de madera, cómo avanza el barco a través de unas enormes cristaleras. Si quieres multiplicar el relax, siempre podrás acudir al centro de belleza, también situado en esta planta, y recibir uno de los tratamientos o, si por el contrario deseas activarte y echar el resto, el gimnasio -totalmente gratuito- te espera a cualquier hora para quemar esas calorías de más que has engullido durante el crucero. 
¿Te gustan? ¡Pues puedes comer todas las costillas que quieras!

¿Cómo, que consideras que nos hemos explayado poco en términos gastronómicos en esta cubierta? Descuida, que no olvidamos mencionar, alabar y ensalzar la BARBACOA (dos días a la semana) así como los RINCONES GASTRONÓMICOS TEMÁTICOS (uno diferente cada día) que dicha cubierta programa para cenas y comidas, respectivamente. 

Disfrutarás de la barbacoa incluso si no eres carnívoro.
Sobre la primera, echa un vistazo a alguna de las imágenes y relámete imaginándote en cubierta degustando costillares, hamburguesas, salchichas, sardinas... acompañados de pan de focaccia y rematados por postres de tanta entidad como los de los restaurantes a la carta. Respecto del segundo, se trate de Wok, pasta, tacos o pitas, variedad y calidad están aseguradas.

Crystal, el mejor amigo del mar
La guinda, terminando como empezamos este repaso al sueño marítimo que es el Crystal, es la décima planta. Por el día, dispone largas filas de hamacas para acoger a cuantos quieran entregarse al sol mientras que por la noche, y esta es la otra recomendación que te hacemos para tu primer día, invita a los enamorados a mostrar su amor al mar y a los que no, por qué no, a encontrarlo a bordo. 
La vida son momentos, y Crystal te premia con un buen puñado de ellos.
Si quieres comprobar cuánto exageramos y cuánto de verdad hay en semejante y atrevida afirmación, dirígete tu primera noche -o cualquier atardecer- a la cubierta 10 mientras estés en alta mar. Mires abajo o arriba, y siempre con permiso de la luz lunar en elcaso nocturno, te espera un espectáculo de luces, reflejos o estrellas que difícilmente olvidarás. Como las personas que allí conozcas, te hablo por experiencia. Tan incrustados en nuestra retina y memoria como cada instalación, sonrisa, servicio y producto que disfrutamos a bordo del Celestyal Crystal. Y fue en el mar donde nos perdimos... y fue en el Crystal donde nos encontramos. Gracias por tanto.

otiuMMenester
- Información, precios, fechas de salida de los cruceros y reservas en http://www.celestyalcruises.es

Jesús Clemente Rubio