Mientras en Neptuno celebran -con razón- dupla, fue Cibeles la que volvió a lucir y pasear tridente. Benzemá, con dos asistencias y un gol, aplacó los pitos tras un fallo que el delantero al uso nunca fallaría -él no lo es, afortunadamente-. Bale, por su parte, parece haber terminado de poner la locomotora a punto aunque Zidane sigue cuidándola como el que estrena coche y Ronaldo... Todo está dicho cuando se trata de CR7. Otros dos goles y muchísima actividad. Con la Liga aún en sueños, la Champions sigue antojándose Real con este ritmo.
Cabría arrancar la crónica, sin embargo, con el que no brilló tanto por quedarse sin gol y porque no pertenece a los tres mosqueteros de la BBC. Lucas Vázquez ejerció de perfecto D´artagnan y simbolizó todo lo que el aficionado del Bernabéu espera y, sin duda, las características que podrían llevar al Real Madrid a salvar la temporada. Pundonor, trabajo, rapidez y lucha incansable. Ya fuera por el centro o las bandas el gallego fue una auténtica tortura para la defensa del Alavés que, si no es por las ayudas y por un gran Pacheco -pese a la goleada- el electrónico habría presentado un resultado mucho más abultado. Lucas lo intentó TODO para marcar, pero cuando no aparecía el guardameta visitante lo hacía la mala suerte. Pudo ser receptor de la bondad de Cristiano a la hora de ceder el penalti, pero quien le arrebató tal honor cierto es que también lo merecía. Benzemá culminó desde los 11 metros una noche que empezó con mal remate y resbalón incluido y la sombra de algún silbido desde la grada, pero que enseguida se puso a ejercer de "no delantero" para abrir espacios, crear oportunidades y dejar, por ejemplo, el balón de elegante tacón para que Ronaldo pusiera el primero. No sólo abría la lata, sino que el portugués calmaba a un aguerrido Levante que aguantó las tablas hasta el minuto 43 y que a punto estuvo de empatar acto seguido si no fuera por un genial Keylor.
Al regreso de la caseta, llegaron el 2-0, obra de Bale tras asistencia del francés, y el 3-0, con una gran combinación de Ronaldo y Lucas Vázquez -de manual y que horas después ya habían utilizado varios programas para mostrar la belleza táctica del fútbol- . De ahí al final, más y más intervenciones de Pacheco y mayor posesión -no se echó en falta a Modric ni a Kroos, si bien es cierto que el Levante no lució centro del campo-. No hay descanso; el martes, nueva jornada de Liga visitando un campo del "amigo" RCD Espanyol.
Jesús Clemente Rubio