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Real Madrid 3 - Nápoles 1 (Octavos Champions): Remontada inconclusa

El Real Madrid despierta tras el primer tanto del Nápoles y logra golear al equipo italiano, si bien el gol de Insigne no cierra del todo la eliminatoria. Benzemá se reconcilió con el Bernabéu y Keylor enmendó su error inicial en los minutos finales. 


San Paolo promete ser una caldera para evitar que el Real Madrid se clasifique, un año más, para los cuartos de final de la Champions.


Lo bueno de Europa es que pinta en Champions, y en Champions es donde más pinta -y de blanco- el Real Madrid. Lo malo es que, en Europa y ante el Real, todo equipo muestra su mejor versión e incluso una cara aguerrida y talentosa hasta ahora nunca vista... y si el equipo es un Nápoles que venía de una racha extraordinaria, las cosas pueden complicarse.

Y puede suceder, por ejemplo, que a los diez minutos Insigne vea la posición -algo descolocada- de Keylor y le bata para meter miedo al Bernabéu y al equipo. Pero también que el Madrid sepa reaccionar, con la venia de un Nápoles que no supo rentabilizar el impacto moral del tanto y se echó atrás, y el que espera al Madrid, pierde. Fue Carvajal el que, exterior mediante, puso el balón a Benzemá para que el delantero francés marcase y callase a críticos, al menos, hasta el próximo partido. Luego ya vino el asedio y dominio blanco, las ocasiones fallidas de Cristiano y Benzemá, y el descanso.
En la segunda mitad, con el delantero portugués al que el gol se lo está poniendo más difícil este año apostando por las asistencias, encontró a un Kroos que certificaba la remontada... pero no la remataría. Ese honor estaba reservado a Casemiro y su voleón desde fuera del área para llevar el júbilo y un mayor porcentaje de seguridad a las oficinas blancas. Queda eliminatoria, y San Paolo será una caldera... pero éste Madrid no teme al fuego italiano. Y los italianos sí a la pólvora blanca.

Jesús Clemente Rubio