Más de 40 millones de personas ya
tienen la PS4, y subiendo. Se habla ya de la próxima generación cuando, en
realidad, deberíamos regodearnos en lo fantástica que está siendo la actual. La
lucha de dos titanes junto a la inminente irrupción de NX de Nintendo deja E3
cargaditos y que hacen pequeñas obras maestras que se veían venir como
Uncharted 4 (casi 3 millones de copias vendidas en su primera semana) y otras
que han sido una agradable sorpresa (Overwatch, 10 millones de jugadores) para
dar paso a títulos por los que babeamos los jugadores. Así está la última hora
consolera post E3.

Death Stranding, Gods of War,
Days Gone, The Last Guardian, Detroit, Spiderman… la lista de “First Party” de
PS4 ha sido una de las más extensas que se recuerda. Pero por primera vez un
dispositivo ha centrado los focos más allá de los títulos, y ese ha sido las
gafas de realidad virtual VR. Su lanzamiento el 13 de octubre a un precio de
399 euros, junto al anuncio de que será compatible con bombazos como Final
Fantasy XV o Resident Evil 7 ha provocado un aluvión de codazos al que estaba
sentado al lado durante la conferencia, llamadas con gritos como saludo y
excitación ante lo que se nos viene encima.


Jesús Clemente Rubio