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El Crédito y La Estupidez: Las dos obras que nos encantaron incluso antes de verlas

carlos-hipolito-luis-merlo-credito-maravillas-topSon muchas las ocasiones que recordamos cuándo hablamos de previas (planes que podrían estar bien) o de experiencias (críticas en primera persona). De las dos obras que hoy nos ocupan, una nos ha encantado tras verla y, la otra, antes de hacerlo. Porque "El Crédito" -que se llevará el grueso de la reseña- por fin rompe con lo que veníamos reseñando en las últimas semanas y aglomera extraordinaria interpretación y sublime guión. Y porque los chicos de Feelgood -tras la obra homónima- nos traen ahora "La Estupidez" que, con sólo leer sinopsis y echar un vistazo al elenco, podemos vaticinar una imperdible de las tablas madrileñas. ¡Pero cómo no nos va a gustar el teatro!

Nos encantó y sorprendió Carlos Hipólito. Un 40% de la obra,
su compañero de escenario idéntico porcentaje y el resto, claro,
para el guión.
Si tenía el sello y patrocinio de Mercedes-Benz, tenía que ser buena. Carlos Hipólito y Luis Merlo. Dos nombres que pueden atraerte a la taquilla, pero que no tendrían por qué ser garantes de éxito... hasta que compruebas cómo interpretan. Primero por el intercambio de papeles respecto de lo que nos tienen acostumbrado; aquí el "jocoso" -aunque gruñón- es Hipólito, el más (melo) dramático, Merlo. Y así es la obra: un vaivén de situaciones que arrancarán una sonrisa por no echarnos a llorar, comprobando que cada cosa que sucede en la ficción palidece ante el día a día de la realidad y que sólo medidas desesperadas cabrían en situaciones cotidianas que hemos hecho normales y son absolutamente extraordinarias.
La sincronía de ambos actores es absoluta. Ninguno es nada sin el otro, cada uno lo es todo con el compañero.

Merlo completa otra actuación brillante.
Sirva la anterior parrafada, para el que se haya perdido en los retorcidos renglones, para ensalzar un guión que no da que pensar a base de cargante literatura y reflexiones al aire, sino que sentencia, clava el diente en la conciencia social y remueve el interior de cada uno, que verá en sí mismo o en algún conocido idénticos comportamientos y vivencias. Como hemos seguido más a Merlo quizá por ello no nos impresionó su impresionante dominio de los tiempos y el lenguaje, desparpajo y soltura también sobre las tablas; pero Hipólito, cuyas apariciones televisivas no hemos seguido mucho por no gustar el género, que no él, nos dejó boquiabiertos. Y sí, ahora vamos con la sinopsis, fijaos cómo nos ha gustado el desarrollo que apenas hemos necesitado engancharos con el genial argumento; Carlos Hipólito es un banquero corriente al que un corriente ciudadano de a pie visita y pide un crédito. El "no" -justificado para el banquero, desesperante para el ciudadano- recibe una inesperada réplica de un hombre que nada tiene que perder, generándose una sucesión de circunstancias que parecen, más que venir todas de repente y de la mano, sucederse unas a otras como si la primera réplica de Merlo hubiese sido el batido de alas de una mariposa (por aquello del efecto).

Un desarrollo con el ligerísimo -que casi tenéis que leer muy por encima- error en extender demasiado las "conversaciones" telefónicas, pero que igualmente resulta brillante y adictivo. Creednos; que nos denieguen un crédito quizá sea el menor de nuestros problemas... y no lo sepamos. De las pocas veces que la asociación publicitaria resulta real: tanta calidad tienen los vehículos de la marca que nos invitó, Mercedes-Benz, que la obra que apadrinan. 

- ¿Dónde? Teatro Maravillas. www.teatromaravillas.com Calle de Manuela Malasaña, 6.
- ¿Cuándo? X y J a las 20:30, X y S a las 19 horas y a las 21 horas y D a las 19 horas.
- ¿Cómo? En la misma calle y colindantes a San Bernardo (por ejemplo, Santa Cruz de Marcenado). En Metro, L1 y L4 (Bilbao) y L1 y L10 (Tribunal).
- ¿Cuánto? Desde 21 euros.

La alternativa, la Estupidez

Muy mal se tendría que dar para que semejante elenco flaquee.
Feelgood fue obra y es compañía en la que Fran Perea es sólo una cabeza visible más del extraordinario elenco de talentos que se han dado cita en ella. Fruto fue la mencionada obra, de tinte político y que se colaba en los huesos de la moralidad y la ética social, y ahora llega La Estupidez, la que no hemos visto, pero que nos vemos obligados a recomendar tras oír varios "diretes" y porque está hasta el 21 de febrero. Nosotros daremos cuenta de ella el 11 y emitiremos un breve veredicto final, pero no queríamos apurar tanto para recomendaros no sólo estar atento a estas páginas sino consultar otras y, si os gusta lo que veis, aventuraros al Teatro Español http://teatroespanol.es/382/la-estupidez/ (aquí podrás encontrar detallada información) y haceros con un par de entradas. Desde 22 euros aunque M, X y J tienes un 25% de descuento.

Jesús Clemente Rubio