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Real Madrid 2 Sevilla 1: A veces ser líder es demasiado duro

marca-jese-retorno-madrid-mas-liderEn el día más frío del año venía el Sevilla con la intención de meterse, por qué no, en la lucha por el título de Liga. Enfrente un Madrid con rotaciones y Khedira y Arbeloa como beneficiados. Sin embargo no sería de este defensa del que se hablaría en los primeros compases; Ramos se retira lesionado en el minuto 9 y Nacho asume galones. Toca demostrar -y lo hizo- por qué es el comodín de lujo de la última línea blanca. El cambio no fue por culpa de ningún lance del partido aunque no habría extrañado, pues Vitolo y Mbia parecían tener tanta hambre de balón como de amarilla en vista de sus duras entradas. El Sevilla daría más guerra que leña y el Madrid, quien lo iba a decir tras su incansable asedio sobre la portería andaluza, buscaría una y otra vez en el neón el minuto 90.

Puesto en duda por su discutible estado de forma, lo que ya nadie duda es que James se encuentra en estado de gracia. En la primera jugada que al fin triunfó el fútbol y el Real Madrid mareó la pelota hasta que encontró el hueco, el balón quedó suelto en el área pequeña y el colombiano entró hasta con la plancha para empujar el esférico. Quizá pudo hacer más Beto pero cuando alguien tiene estrella, deslumbra. El fútbol es gol, y pese al gélido día la grada rechazó mostrarse fría con Bale en cuanto el 11 demostró en un par de asistencias para sendos remates de Benzemá que la solidaridad, aunque no lo crean, es otro de sus fuertes.

De esta manera tan espectacular logró James el primer gol del encuentro.

No quisiera desviarme del tema, hablaba de estrellas. Y si hay alguien iluminado por dioses y santos es Casillas; Vitolo sirve para Iborra en extraordinario pase y éste supera al portero madridista en el mano a mano, pero no a sus eternos aliados, escoltas y guardianes; los palos. Más tarde el propio guardameta certificaría que lo suyo es suerte de la buscada; paradón a tiro raso de Bacca. El Sevilla aprieta más y mejor, pero es difícil ahogar a los de Ancelotti. Sí pareció surtir efecto con James que tantos aplausos arrancó por su salida -acabó estrellado y será dos meses de baja- como Jesé por su entrada; 65 minutos suponían una oportunidad de oro para anunciar su retorno definitivo.

El Bernabéu celebró el buen partido
con gol incluido.
 
Cosas del fútbol, el Sevilla llevaba ocho faltas por ninguna del Madrid, y ambos empatados a 0 tarjetas; mas Benzemá en la primera que hacen él y su equipo lesiona a Beto tras llevárselo por delante; tras unos minutos de parón, el Madrid toca, descoloca, y tras tener dos posibilidades de disparar a puerta la pasa hasta que el balón llega a Jesé, que fusila. Y entonces... el Bernabéu estalló. Júbilo y alegría como cuatro días antes frente a la Real, porque el Madrid sin Cristiano se lamenta en la previa de los partidos pero luego se percata, como ya dijimosvde Jesé, de que también sabe jugar... y de que se divierte haciéndolo. Al filo del descanso Iglesias Villanueva reacciona con tres amarillas al Sevilla y una al Madrid, todas merecidas aunque mal dosificadas. Descanso necesario para Mbia, amonestado y que simbolizó con su patada a Khedira un Sevilla que se estaba olvidando del deporte.

Una plausible jugada individual de Bale inaugura la segunda parte; faltó el gol o la asistencia de éste a Benzemá, vosotros decidís. Sea como fuere, la acción merece ser vista siempre como el vaso medio lleno. Permitidme seguir con el símil para contaros que en el 65 el Real Madrid habría desbordado hasta un tonel; preciosa jugada al primer toque nacida en la banda derecha con paredes y taconazos que recorrió la frontal del área para morir en el remate que nunca llegó en el área pequeña. Así es la identidad blanca, de toque justo y vertical, que nada tiene que ver con el que algunos se empeñan en comparar. 

El Sevilla fue demasiado duro en ciertos
momentos del partido.
Olés en la grada por una de las mejores jugadas en la Liga aunque después la imagen era otra; la de ningún aficionado marchándose antes de tiempo porque el Sevilla logra reducir distancias con 10 minutos aún por delante. Nadie se podía creer que los locales dejasen escapar dos puntos por un empate imprevisto pero Emery sí creía en los suyos y puso toda la carne en el asador. Pero el tiempo, implacable, pasa para todos y, si bien el árbitro pareció algo injusto con el Madrid, no lo fue así su reloj, que le señaló el final del encuentro y se oyó un alivio de decenas de miles de personas. El Real Madrid, más líder, ya piensa en dar un golpe casi definitivo a la Liga el próximo fin de semana... si su nueva bestia negra -rojiblanca- se lo permite.

otiuMMenester

- El Real Madrid continúa líder con 54 puntos por los 50 del Barcelona y 47 del Atlético de Madrid.
- El próximo sábado a las 16 horas derbi madrileño en lo alto de la tabla y en el Calderón.
- James será dos meses de baja y Ramos tres semanas.

Jesús Clemente Rubio