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Al encuentro de Mr. Banks: Mary Poppins gana sin maquillaje


La historia que inspiró Mary Poppins es casi tan surrealista no como su película, sino como la autora de ésta. La excéntrica P. L. Travers rechazó al elocuente Walt Disney para llevar a la gran pantalla personaje y novela que, lejos de como la concibió finalmente la "fábrica de los sueños", hablaba de una historia dramática y repleta de pesadumbre. Una oda a cómo la imaginación puede cambiar la realidad o, mejor dicho, colorearla de tal forma que seamos felices con lo que tengamos o nos toque tener, retocando el boceto hasta que a nuestro gusto quede. Sal "Al encuentro de Mr. Banks".

Ella inspiró al personaje pero, en realidad,
el protagonista de la novela era otro.
La escritora australiana P.L Travers (Emma Thompson) tuvo una infancia complicada, si bien a priori ideal gracias a un fantasioso y lleno de energía padre (Colin Farrell) y una benevolente, paciente y cariñosa madre. Pero tras la fachada de película de dibujos animados, la realidad siempre esconde peros y reparos, y los de Travers derivaban de las adicciones de su padre y la desesperación maternal. Quizá por ello ni siquiera el ya genio cinematográfico Walt Disney (Tom Hanks) logra convencer a la escritora de convertir la obra basada en los Banks en otro éxito de la compañía homónima. Sin el maquillaje de Disney, la historia es en realidad un crudo drama.

El duelo Travers - Disney fue tan mágico
como el interpretativo Thompson - Hanks.
De hecho, 20 años tarda en convencerla y es en las razones del por qué sí y el por qué no en las que se apoya la película para desarrollar el resto de ejes argumentales. Tramas que, dicho sea de paso, nunca resultan casposas ni rozan lo melodramático y más bien resultan muy coherentes con la personalidad de la protagonista, el contenido de su obra, y el producto final que parieron entre ambos genios y al que llamaron "Mary Poppins". La evolución de Thompson desde una susceptible y amargada escritora atrapada por su pasado hasta una alegre, feliz y moderna mujer tiene lugar con paciencia, con decenas de matices, y con un esfuerzo por parte del personaje de Hanks y el resto de su equipo que traslada la indignación e impotencia al público, de manera que te preguntas ¿por qué? ¿cómo llegar a esta mujer?. Ambos están fantásticos, especialmente Thompson, que se luce en una lluvia de registros mientras que Hanks, aunque secundario, sí habría merecido una nominación al Oscar.

La relación del señor Banks con su hija era idílica. Lástima que con él mismo
no se llevase tan bien.
Pero sin duda el Mr. Banks "de carne y hueso", Colin Farrell, es quien se lleva la palma en los roles secundarios del film. La capacidad autodestructiva hasta del ser humano más afable, bondadoso y familiar que haya pisado la tierra nos dice que somos dueños de nuestro propio destino, estemos bendecidos o marcados por una cruz desde la cuna. Sin duda, el último producto de Disney es más adulto que infante, pero ambos saldrán de la película con la gana y voluntad de querer hacer bien las cosas, subirse al carro de su imaginación y asir las riendas con más fuerza que nunca. Porque quizá se llegue antes al final por el camino corto y fácil, pero unos cuantos baches no deberían apartarnos de la senda larga. Porque después de los baches hay llanos llenos de satisfaciones. Porque el camino de la vida, cuanto más largo, mejor.


otiuMMaximus

- Colin Farrell. Más por sus pros que por sus contras, pero es el padre soñado.
- El auténtico mensaje de Mary Poppins.
- Alguno de los actores merecía, como mínimo, ser nominado al Oscar.

otiuMMenester

- Si la película despierta tu nostalgia por aquella de la que bebe, Disney acaba de lanzar Mary Poppins por primera vez en Blu-Ray.
- Recuerda que todos los miércoles en multitud de salas y hasta abril tu entrada cuesta 3,90 euros.

Jesús Clemente Rubio