No estaba Mourinho, ni tampoco era Liga. Este derbi era distinto ya desde las gradas, copadas como acostumbran en los choques importantes, pero con una algarabía, expectación e ilusión que se habían perdido en los últimos años de los Madrid - Atleti. El broche a lo especial lo puso Don Luis, mirando desde el cielo y homenajeado en la tierra con un respetuoso minuto de silencio. Fue la única vez que el Bernabéu enmudeció. Ni siquiera el cabezazo de Arda Turán a los diez minutos -única ocasión que manchó los guantes de Casillas, acertado- incomodó a una afición que veía como los 9 antes el Madrid acosaba el área -que no la portería- atlética y, pocos después, Clos Gómez hacía la vista gorda ante las constantes marrullerías de Diego Costa y réplicas de la defensa madridista.
Antes de que Pepe mordiera el anzuelo y fuera amonestado, canalizó su rabia en la dirección correcta; destrozando un balón de Di María quien, previamente, se había escabullido entre dos contrarios. No sería justo olvidarse de Cristiano que, aunque algo gris todo el encuentro, inició la jugada con bicicleta. Tuvo que rebotar el disparo de Pepe en Insúa para batir a Courtois. La fortuna favoreció al mejor, también en el tercer tanto, esta vez previo disparo del "fideo".
En uno de los mejores partidos de la temporada, el conjunto blanco no perdió nunca el esquema ni la pìzarra de Ancelotti, circulando el balón con pases cortos, verticales y precisos gracias a los dos cerebros; el defensivo, Xabi Alonso que también recuperaba por doquier, y Modric, el jugador más en forma del actual Madrid y quizá el más completo, pues no sólo cortaba balones, sino que los metía, protagonizaba difíciles voleas e, incluso, se vestía de portero para sacar bajo palos lo que habría sido el 1-1.
La línea media no sólo era la protagonista; Ramos y Pepe estuvieron geniales anulando a Turan, Coentrao tremendamente correcto y diligente en sus intervenciones y, arriba, el Madrid mordía como un león ansioso, como un cocodrilo certero. Así llegó el segundo gol, con una genialidad de Di María -sobresaliente y premiado con una sonora ovación cuando se marchó por Illarramendi- cuyo pase en profundidad remató al primer toque Jesé. El canterano se siente veterano, matador, imparable: sólo así uno puede decidir en milésimas de segundo colocar al primer toque el pase de Di María al único lugar que el 1´98 de Courtois no le permite llegar; bajito y pegadito al cuerpo. El Bernabéu tiene ganas de cantera, y Jesé es hoy por hoy el llamado a satisfacerlas.
A todo esto, el Atlético nunca encontró su sitio quizá porque no lo buscó; parecía Simeone tener en la pizarra desatar polémica y amarrar juego, lo malo es que cuando la máquina blanca engrasa te arrolla, línea por línea, pieza por pieza. Más allá del claro vencedor por 3 goles a 0, el derbi ha sido un triunfo para la afición, para el fútbol, para los que añorábamos aquellos días de choque entre las dos principales fuerzas madrileñas con intensidad, pasión, emoción y, sobre todo, el sinónimo de fútbol: diversión.
otiuMMenester
- Diego Costa se perderá el partido de vuelta por acumulación de tarjetas (vio amarilla). El Barcelona se impuso por 2 goles a 0 a la Real Sociedad en la otra semifinal.
- Los partidos de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey tendrán lugar los próximos martes 11 a las 21 horas (Atlético de Madrid - Real Madrid) y miércoles 12 a las 22 horas (Real Sociedad - Fútbol Club Barcelona).
- Tras otra actuación arbitral para olvidar, el Real Madrid estudia pedir a la Federación cambios en la dirección arbitral.
Jesús Clemente Rubio