España, tierra de toros y flamenco. Todo extranjero que se precie aprende a decir "tortilla", "óle" (sí, con acento en la o) y "flamenco" durante sus primeras horas en España, amén de una extensa retahíla de tacos. Con permiso de Andalucia, en el caso de Madrid no les falta razón: habéis de saber que en el siglo XIX Madrid llegó a tener más "tablaos" que nuestros vecinos del sur. Reductos de aquellos son los que configuran nuestra última (por ahora) visita guiada del Ayuntamiento de Madrid, apunta: por 5,90 euros tienes entrada a 5 tablaos con sendos espectáculos, invitación a sangría o vino y tres horas plagadas de historia y recorrido por el origen y devenir del flamenco. Así que nos sumamos a las voces foráneas y entonamos un ¡olé! por el Ayuntamiento de Madrid.
Las Tablas, perfectas para abrir boca. |
Para evitarnos comienzos atropellados, no vayáis a confundiros: esta vez la visita no comienza en la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor, donde conviene recoger las entradas unos 40 minutos antes, sino en Plaza de España (con que esperéis pegados a la Fuente del Agua será suficiente para que el guía os encuentre). A partir de aquí, esperan tres horas de caminata debido a la distancia entre cada tablao visitado (quizá lo único criticable y tampoco, pues es un gustazo pasear por la capital), de historia del flamenco y de pequeños retazos del arte del cante, el taconeo, las sevillanas y un eterno etcétera.
Con semejante material y una guía más que pasional y devota del género de la visita, en nuestro caso Lydia Garrido, apenas se entera uno de las caminatas entre tablao y tablao. Imposible, sin embargo, obviar lo que encontramos dentro: el espectáculo de esa noche (salvo que demos justo con el descanso), un buen refrigerio en forma de sangría o copa de vino y el arte del que tanto hablan fuera de nuestras fronteras mientras nosotros nos empeñamos en condenar al olvido en multitud de ocasiones (si no, ¿cuántas veces has estado en un tablao en toda tu vida?). Este fue, sin duda, el mensaje que más me llegó de Lydia: el delito que supone que un madrileño no conozca su propia ciudad, costumbres y elementos culturales; que un español obvie la realidad, concepto y arte flamenco cuando constituye elemento imprescindible de su cultura y, por tanto, de su condición humana al haber nacido aquí.
Así te recibe el Café de Chinitas. |
Respecto de los tablaos, encontramos de todo y, como siempre nos mojamos, os diré que sobresalen Café de Chinitas y Corral de la Morería. El primero apuesta por un concepto más puro, apegado a la tradición, rebosante de flamenco en cada esquina y detalle del local. El segundo destaca por su genial proyección internacional, no obstante es el menester de todo famoso y estrella extranjera que visita la capital (no hay más que echar un vistazo a la pared de la entrada y comprobar la cantidad de personalidades que han pasado por allí).
Si bien la cocina nos consta que es estupenda también en los dos, El Corral de las Morerías se decanta por una carta de diseño y unos platos propios de un local destinado únicamente a la comida, esto es, un restaurante. Así, si no te gusta el espectáculo (en cuyo caso merecerías que te arrancasen los ojos y oídos, dada la programación que lucen), siempre te quedará la comida.
Ambos, me comprometo en estas líneas, tendrán un más que merecido reportaje sólo por la profesionalidad que MºCarmen Mira y Armando del Rey demostraron, respectivamente, como responsables y/o propietarios de los negocios.
Entre tablao y tablao, habrá tiempo para explicaciones esporádicas sobre monumentos históricos como La Catedral de la Almudena. |
Sobre el resto, decir que Las Tablas peca de excesiva modernidad que me gusta achacar a que, como reza su lema, es un "nuevo espacio escénico" por lo que, poco a poco y con más rodaje, seguro terminarán impregnando el ambiente del auténtico aroma flamenco. Las Carboneras es la penúltima parada, erigiéndose como una combinación de los anteriores, de talante modernista, picoteo tradicional y, por supuesto, puro espectáculo. Por último, Torres Bermejas, también clásico entre clásicos, exhibe con orgullo una "mini Alhambra" en las paredes de su local, lo que unido a la tarima mejor posicionada y más destacada de todos hacen de él un excelente lugar al que dedicar una velada.
James Cameron, Lady Di o Nicole Kidman son algunas de las personalidades que han pasado por aquí. |
El auténtico protagonista de la visita. |
Como verás, esta visita guiada supone toda un guía interactiva de tablaos madrileños a precio de coste (sin olvidar las anécdotas y datos accesorios que nos proporcionó Lydia, convertida en una divertida enciclopedia). Además, su duración - de 20 a 23 horas aproximadamente- la posiciona como plan perfecto para iniciar la noche del jueves o sábado (días en que está programada), mostrar los encantos flamencos de España a cualquier visita que recibáis y, por supuesto, informaros sobre la oferta de ocio de la capital en este aspecto. Recordad que para conoceros a vosotros mismos es preciso que dominéis vuestra historia: y no hay historia con más arte, pasión y emoción que la del flamenco.
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- 5 tablaos, 5 espectáculos, 3 horas de historias y anécdotas, menos de 6 euros. Sin comentarios.
- La ambientación, la proyección internacional y el servicio de El Corral de las Morerías.
- La tradición de El Café de Chinitas.
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-¿Dónde? Recoger las entradas en Plaza Mayor unos 40 minutos antes del inicio de la visita, aunque conviene reservar previamente. El tour comienza en Plaza de España (esperar al guía al lado de la Fuente del Agua).
-¿Cuándo? Consultar nuevos días y programación en www.madrid.es/visitasguiadas
-¿Cómo? En la calle Leganitos y alrededores podrás encontrar, con suerte, aparcamiento a esas horas. Si no, tienes un parking en la misma Plaza de España.
-¿Cuánto? Tarifa normal para esta y otras visitas guiadas: 5,90 euros. Consultar descuentos en www.esmadrid.com/visitasguiadas.
Jesús Clemente Rubio