
Con unos cuantos años más, es decir, hace unos cuantos menos, comprobé en mis propias carnes la infinita influencia de la mujer sobre el otro sexo. ¡Qué razón tenías madre cuando decías que sois capaces de hacer de un hombre un Dios o un miserable! En ambos casos creerás tocar el cielo en algún momento.
Hoy echo un vistazo al calendario y leo: Día de la Mujer Trabajadora. Y sonrío. "¿Qué te hace tanta gracia?" -me pregunta una ofendida dama. Más ofendido respondo yo-. "Que os reserven un solo día para celebrar lo que hacéis los doce meses de cada año de vuestra vida, trabajar como trabajadoras, madres, amigas, amantes y esposas".
¡FELICIDADES MUJER! Por ser el género que más huevos le echa a la vida, si me permitís la expresión y el guiño a la igualdad.
Jesús Clemente Rubio