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Celestyal Cruises (II): El viaje que os hará libres

Imagina echarte a la mar y recorrer mundo sobre un completísimo crucero (del que dimos cuenta aquí). Imagina despertar cada día durante una semana, asomarte al ojo de buey, a la ventana o a cubierta y toparte con un nuevo destino, puerto, mundo por descubrir. Imagina que en la travesía, en lugar de encontrar una pausa a tanto júbilo, topas con compañeros de viaje que enriquecen aún más la experiencia. Suena bien, ¿verdad? Pues rescatemos del plano abstracto toda esta ensoñación y pongámosla nombre y apellidos: Celestyal Cruises, Egeo Idílico. Bienvenido a la verdadera y auténtica celebración de la vida, a una de las aventuras que siempre recordarás, al viaje que os hará libres.


Desde que despides El Pireo en Atenas un sentimiento te invade y, sin percatarte, poco a poco va creciendo en ti. Es el síndrome del "crucerista", insaciable en los días que dura su travesía en términos de conocimiento. Conocer lugares, costumbres, personas... cada día nos regala una oportunidad de descubrir algo nuevo. He ahí la ventaja de elegir Celestyal Cruises que, en lugar de dicho día, nos regala siempre un buen puñado de horas más que permiten no sólo explorar sino regodearse en cada alto en el camino. 
Aunque nosotros no tuvimos oportunidad. te recomendamos llegar un día antes o partir un día después de finalizar
el crucero para poder visitar Atenas. Al menos tuvimos esta vista panorámica. ¿Ves, al fondo, la Acrópolis?


Al abandonar el barco siempre tendrás información sobre la hora
en la que todos tenéis que estar a bordo para volver a partir.
Véase Mykonos, clásico punto de todo itinerario por las islas griegas, acogedor y coqueto, con el mayor atractivo a pie de playa durante el día pero con una memorable jornada nocturna...que en otras compañías nunca conocerás. Por eso Celestyal hará noche en dicha isla para que no sólo disfrutes del paseo marítimo culminando en los molinos, sino que te permitirá asistir sin prisas al atardecer desde dicho enclave, regresar al barco, cenar, ducharte... ¡y retornar a Mykonos!. 

Mykonos vs. Santorini
Mykonos es coqueto e invita al visitante a explorarlo
con toda tranquilidad.
Sí, tanto en Santorini como en Mykonos podrás sumergirte en la magia que siempre inunda las ciudades cuando el sol decide esconderse. Sólo de esta manera comprobarás que, aunque el trasiego permanece, por la noche Mykonos deja de ser un enclave turístico saturado -eso sí, sólo en la calle principal, por eso prueba a perderte por sus calles y subidas hasta llegar al molino en alto e interior- para convertirse en un animado emplazamiento donde tienen cabida otro tipo de turistas. Más relajados. Más integrados. Un poquito más griegos. 
Los molinos son símbolo de Mykonos. Éste, situado en el interior en lugar de a pie de costa, es también
uno de los favoritos por su ubicación en lo alto de la isla.

En Mykonos encontrarás multitud de rincones fotografiables.
Aunque las comparaciones son odiosas, también inevitables, y déjanos decirte que si Santorini nos gustó, Mykonos nos atrapó. Aún no nos ha soltado. Quizá porque bastan un par de paseos para conocerla, y otros tantos para dominarla y hacerla tuya, algo que nunca puede ocurrir en una más amplia Santorini. 

Tanto de día como de noche Mykonos luce espectacular
a pie de costa así como callejeando.
Quizá por el rápido acceso desde el barco -a través de un autobús gratuito- que nos permitió no sólo recorrer el centro sino también, desde la parada de autobuses principal en que te deja el fletado por Celestyal, acceder a las fiestas de Paradise y Super Paradise Beach. 

De día, de noche. Mykonos.
Quizá por el crepe relleno de Nutella en cantidades casi irrespetuosas que nos acompañó en el colofón nocturno a Mykonos. O repetir el recorrido aprendido durante la mañana pero con la embriagadora atmósfera que suele rodear a las ciudades mediterráneas cuando la que reina es la luna y no el sol.

Qué sabemos... lo que sí es cierto es que la vivirás y disfrutarás el doble que Santorini debido al inicio, al punto de partida, al traslado desde el barco hasta el punto neurálgico de la ciudad.

No te olvides de la gastronomía griega: desde las pitas hasta los
pescados, caerás rendido ante sus platos.

Y es que en Santorini el transporte desde el puerto hasta la parte superior de la isla -y calles principales- se llama funicular ycuesta 6 euros por trayecto y persona. Es decir, cada vez que bajes del crucero y tomes el barco para ir al puerto, si quieres subir a la ciudad, te costará 12 euros en total por persona. Imagínate querer regresar al barco para comer y cenar, hablaríamos de 24 euros por cabeza. Para algunos quizá no prohibitivo, pero para todos una verdadera estafa que exige presión por parte de las compañías para que la compañía que opera el funicular rebaje precios.

Las playas de arena volcánica son llamativas y amplias, pero se quedan en aceptables comparándolas
con otras españolas.

Claro que tienes otras opciones... subir en burro, algo a lo que nos negamos rotundamente por el castigo que recibe el animal además de por la dudosa comodidad; y a pie, subiendo centenares de escalones y compartiendo camino con dichos burros. 

Un buen detalle de Santorini es su excelente precio de alquiler de
hamacas y tumbonas varias. En ocasiones, incluso, son gratuitas si
consumes en el bar propietario de la terraza.
Dicho todo esto, Celestyal Cruises de nada tiene culpa, y te ocurrirá con todas las compañías por lo que aquí, si cabe, cobra aún más importancia los dos días que dedican a Santorini para que así puedas saltarte la comida y pasar, como nosotros hicimos, dos jornadas enteras en la isla. En ellas además de explorar la capital de Santori, Fira, podrás alquilar un quad, coche o motocicleta y recorrer la isla desde el norte -con el pueblo de Oia y el clásico juego estético de las casas con paredes blancas y cúpulas azules- hasta el sur, donde se ubican las mejores playas de la isla. 

El "castillo" de Santorini ofrece unas vistas que invitan a disfrutar del atarceder allí. Nosotros te proponemos,
en otra fotografía, el paisaje desde el faro. Mejor y menos masificado.
Ojo, las mejores de la isla no quiere decir las mejores que verás nunca. Es más, entendemos que para otros ojos y culturas sean enclaves bestiales, pero para españoles que conocemos mínimamente nuestras costas y playas se os quedarán algo cortas. 

Deléitate con una de las puestas de sol del viaje. Santorini.
Incluso el detalle volcánico palidece ante las que uno puede encontrar en las Islas Canarias, desde las más "normalitas" de Lanzarote hasta las caribeñas de Fuerteventura. Si nos preguntas, te diremos que si por lo que fuera te quedases sin tiempo sí subas hasta el monasterio localizado en Pyrgos, que te premiará con unas placenteras vistas y, si vas en pareja, uno de los momentos más románticos del viaje. Os sentiréis únicos allá en lo alto.
Descansa, disfruta en pareja o también haciendo piruetas. La cima de Pyrgos lo permite todo.
En cualquier caso, Santorini es otro de los imperdibles que bien merece todo el tiempo que le dedica Celestyal Cruises y que decepcionará al que no pueda dedicar allí más que una jornada. Otro punto a favor para Celestyal.

Bendito Plan B
Entre Mykonos y Santorini había una segunda parada que, durante la navegación, nos avisaron por altavoces de que sería imposible realizar. Milos quedó como asignatura pendiente para todos los que viajamos en el crucero durante esa semana ya que el viento no permitía desembarcar de manera segura, por lo que capitán y tripulación acudieron al Plan B. Bendito Plan B. Syros es una de esas islas situadas en el itinerario que recorrerán la mayor parte de los barcos y cruceros turísticos y que, sin embargo, no reparan ni se detienen en ella. Y ahí hallamos su fortaleza: es una isla griega más de enorme atractivo pero sin masificación, sin turismo, mucho más auténtica y cercana a la experiencia de integrarse con los locales que muchos viajeros buscan. 

Alcanzada la iglesia de San Jorge, tómate tu tiempo para disfrutar de Syros, que reposa a tus pies.


El escueto paseo marítimo invita a caminar con calma repasando lo visto en Mykonos, por ejemplo, pero apenas te adentres por una de la vías principales llegarás hasta una generosa plaza con imponente edificio institucional. 

Antes de volver al barco, dedica unos minutos a despedir el sol en el
paseo costero de Syros.

Si te atreves, te espera una casi eterna hilera de escalones para subir hasta la iglesia fortificada de San Jorge. Nosotros nunca olvidaremos el ascenso pero menos aún el premio de llegar a la cima no por la iglesia, sencilla pero llamativa, sino por la gente que allí conocimos. Pero esa es otra historia que daría para ríos y ríos de tinta...


Kusadasi premia al visitante con un excelente boceto del mundo antiguo.

Por cierto, que tanto en los destinos comentados como en los dos restantes siempre tendrás a tu disposición un suculento paquete de excursiones que se corresponden con las principales actividades a realizar. Tú eliges si optar por el plano organizado -siempre más elevado de precio pero con mayor información- o por libre, pero nosotros, aún siendo del segundo "bando", recomendamos encarecidamente la excursión a la ciudad de Éfeso en Kusadashi.


Aunque nos gustó más Éfeso, cierto es que las ruinas de Heraclion
también merecen un vistazo.

Y pensarás que es extraño recomendar una de las excursiones incluidas en las tres que alberga el precio final del crucero, pero también sabrás que el Egeo Idílico es un crucero tan diferente al resto que hasta te propone, en un momento dado, elegir entre dos destinos: Samos o Kusadashi. Nosotros optamos por la segunda ya que la primera exhibe playas y vida relajada, mientras que la segunda encierra una jornada monumental, arqueológica y cercana al mundo antiguo. Y te aseguramos que fue una visita que volveríamos a hacer, con excelente organización, dosificados tiempos, detalladas explicaciones y, en definitiva, un boceto perfecto para hacerte a la idea de cómo fue la vida en esta antigua ciudad jónica, actualmente situada en Turquía. Así, de paso, siempre podrás decir que tu navegación llegó hasta Asia ;).


Idílico e inolvidable
Aquellos a los que encuentres en el camino, llévatelos hasta el destino.

Tan caóticos somos que ya te hemos adelantado la última parada sin detenernos en Creta, con Heraclion como principal pero no único atractivo si bien aquí sí echamos en falta algo más de tiempo para poder ir a una de sus playas que, cuentan y comprobamos en fotografías, eran infinitamente mejores a las de Santorini. Pero como en la vida no puede tenerse todo pero sí lo más importante, no cambiaríamos un ápice de lo que nos permitió hacer el actual itinerario del crucero "Egeo Idílico", quizá únicamente y si fuera posible que el barco se detuviera en la zona más cercana a las playas de Creta en lugar de a las urbes.

Cuando has visto varias puestas de sol, te das cuenta de que lo que las hace especiales no es el juego
de luces, sino con quién las compartes.
Una minucia en comparación con siete días en los brazos de Morfeo, pues por las noches dormíamos profundamente en los camarotes, toda vez que por el día soñábamos despiertos con un viaje incrustado ya en nuestros recuerdos. Días después, aún flotamos, corremos a la ventana en busca del mar y a cubierta con el deseo de ver a quienes allí conocimos. Lo que Celestyal y el mar nos dieron nadie nos lo quitará.


otiuMMenester

Recuerda que puedes encontrar toda la información de "Egeo Idílico" y otros cruceros de Celestyal Cruises detallada en nuestro artículo sobre el barco pinchando aquí. y en http://www.celestyalcruises.es/
Jesús Clemente Rubio