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Real Madrid 3 - Manchester City 3 (Champions, cuartos de final): Tributo al fútbol



 Un extraordinario intercambio de golpes entre los dos mejores equipos del mundo se salda con un empate y una eliminatoria abierta que muchos decantan a favor del equipo entrenado por Guardiola. Ya veremos qué ocurre en el Etihad pero, pase lo que pase, difícilmente superará la tensión y las repetidas explosiones de emociones vividas esta noche en el bastión blanco. 


Otra vez el City, lamentaron muchos cuando salió la bolita. Otra vez el Madrid, lamentaron todos cuando ocurrió lo mismo pero se vivió desde el lado inglés. Lo hemos dicho en estas líneas decenas de veces; el coco es el Madrid. Nadie lo quiere. Tampoco uno de los mejores, si no el mejor, entrenador de la historia. Pep Guardiola sabe que el Madrid siempre vuelve, el Madrid no se rinde, el Madrid lucha hasta el final...y si bien le dio un contundente correctivo la temporada pasada, igualmente revivió con el empate al término del partido que la eliminatoria está mucho más abierta de lo que pretenden algunos. Y sabía que adelantarse en el minuto dos con el tempranero gol de tiro libre directo de Bernardo Silva de nada serviría, porque Rodrygo y Vinicius combinaban una y otra vez a la perfección con la ayuda de Bellingham arrastrando contrarios y la colocación del 11 como extremo izquierdo y de Vini como interior le resultó a Ancelotti en constantes llegadas que desarmaban el esquema de Pep. Así llegó el empate, en propia puerta sí, pero recompensa a las constantes llegadas del Madrid y al movimiento de todos los jugadores de arriba que permitían a Camavinga encontrar un disparo que, con rebote y algo de fortuna, ponía el empate a 1. A partir de ahí, duelo de titantes, de jugadas, de golazos. El siguiente round sería para el Madrid tras un pase medido de Vinicius que Rodrygo supo aprovechar en carrera y, de nuevo con la fortuna de su lado, conseguía adelantar al Real Madrid y consumar otra remontada europea. Pero el City también sabe hacer eso.

Fueron los mejores minutos del Madrid, una y otra vez el balón se dirigía a la portería del City, pero una y otra vez terminaba en las manos de Ortega. Y en Champions perdonar es pagar, y el Madrid lo pagaría con dos zapatazos del City que, efectivamente, volvía a ponerse por delante con sendos zapatazos de Foden -bestial- y de Guardiol. Se frotaban las manos los que vaticinaban una goleada del City, que no era tal pero todo valía para defender sus argumentos... olvidaban esos oportunistas, que no Guardiola, el "Hasta el Final, Vamos Real" y ocho minutos duró el 2-3. El City había demostrado que también sabía remontar, el City había dejado patente su calidad desde fuera del área y ahora tocaba al Madrid igualar una de las mejores contiendas del convertido ya en clásico del fútbol moderno. Pase de Vinicius que aterriza en el empeine de Valverde y destroza las ilusiones de los ingleses desplazados a Madrid. Porque saben que dejar vivo al Madrid es, quizá, firmar la sentencia propia. El Etihad dictará esa sentencia. Allí donde nunca ha ganado el Madrid, donde hace 30 partidos de Champions que no cae el City. Historia que tú hiciste, Historia por hacer.

Jesús Clemente Rubio