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Que el Ramen no te impida ver las otras virtudes de Komainu

Continuando el titular, créenos, te sentirás tentado por ello. Porque las tres vertientes de ramen aquí servidas tienen argumentos suficientes para cumplir toda expectativa de los amantes de este plato de origen chino pero rápida importación y casi apropiación japonesa. Ese contundente caldo con los tallarines como protagonistas pero otras guarniciones que elevan el sabor y lo incrustan en el paladar del comensal. Insistimos; disfruta el plato que da nombre al local, pero no dejes de pedir unos sorprendentes entrantes y postres.






Los entrantes están deliciosos. Pidas cual pidas.

Sorprendentes porque cuando Ramen Komainu coloca el nombre del plato en el de su establecimiento, uno piensa que es su mayor y casi única apuesta, que el resto de la carta servirá de mero acompañamiento. No es el caso. Aquí puedes venir incluso y comer bien sin haber pedido Ramen, porque las gyozas de kimchi son sabrosas y similares a las mejores que hayamos podido probar por ahí pero es que las de cerdo, de sabor contundente, resultan tremendamente adictivas. Lo del Kakuni es de otra liga también; una panceta de cerdo cocinada 24 horas a baja temperatura derivando en una textura de anuncio. Con sólo pasear el cubierto la carne se desmenuza y, ya en boca, encandila por su sabor y el toque de mostaza. La terna la completa un sashimi con hoja de siso de cantidad generosa para tratarse de un entrante y que, sin embargo, te hará plantearte el pedir otra ración más. No sucumbas a la tentación... te espera el ramen.



El perfecto Ramen de Komainu

Y que si quieres te puedes llevar a casa. Pero ya sabes que nunca te quedará como a ellos. Saben lo que se hacen. Desestimando las opciones picantes porque, ya nos conocéis, no somos muy amigos o, al menos, no lo toleramos excesivamente bien... nos quedaremos con el Tonkotsu que probamos con dos bases: shio, con base de sal de Tavira y Katsuobushi, dicho de otra forma, "el caldo ligero". Y el Shoyu, que cambia la base por soja y que nos resultó de sabor mucho más intenso pero no por ello mejor... recordemos que el ramen se compone de muchas otras cosas y ese equilibro les gustará a algunos más con un caldo más protagonista y a otros como mero actor secundario.

Ambos están deliciosos, y culpa de ello no es sólo la parte líquida sino el caldo cremoso de huesos de cerdo, acompañado de tallarines, panceta, vegetales y huevo marinado 24 horas. En la carta reza que es el más popular de Japón, y entendemos tanta fama, prestigio y amor, porque aquí desterramos el tópico de probado uno... probados todos. Más bien probado el Ramen de Komainu, todos te parecerán un escalón por debajo, porque quizá ninguno sea fruto del amor de un matrimonio. El que conforman Gonzalo Ibáñez (español) y Aska Okumura (japonesa), que han sabido aunar ya desde el nombre cocina japonesa milenaria con el gusto del comensal español por lo casero y lo auténtico. 



Pero esperad, que aún hay más... que cuando uno llena la cuchara de la última gota que le queda de su ramen, cuando repasa satisfecho los platos vacíos de los entrantes mencionados... se le ocurre completar con una tarta de queso con yuzu. "Los japoneses tendrán poco que hacer contra los americanos en esto de las tartas", puedes pensar... Adelante, piénsalo, equivócate. DE LAS MEJORES TARTAS DE QUESO QUE HEMOS PROBADO. Así, mayúsculo, faltando a todas las reglas sobre la escritura en Internet te lo contamos. Porque la cremosidad, el toque cítrico de Yuzu, el sabor de cobertura y base... estamos ante la tarta de queso perfecta. Y adictiva. Haz como con el ramen, no te quedes sólo ahí: prueba el mochi. El de chocolate blanco, yogur y, de nuevo yuzu. Y descubre otra razón y momento más para visitar Komainu: aunque sea sólo para el postre. Un broche de altura para un local de carta discreta y exquisitamente elaborada, pues todo resulta sublime. Desde la primera gyoza hasta el último mochi. 

Más información en https://ramenkomainu.com/

Jesús Clemente Rubio