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Hoteles en Costa Rica I: La sonrisa de Palma Real, el idilio con Casa Luna

 

Ya os hemos contado qué visitar, ver, sentir y vivir en Costa Rica. Pero para hacerlo, es necesario contar con bases de operaciones en según qué territorios desde los que partir hacia los rincones que recomendamos. En este volumen de nuestra guía de Costa Rica os hablamos de los que fueron nuestra casa, respectivamente, en la capital del país y en una de sus zonas más hermosas. El Hotel Palma Real en San José nos atrapó en cuestión de minutos, los mismos que nos separaban de nuestro vehículo hasta la recepción donde nos regalaron la primera de muchas sonrisas durante un servicio e instalaciones impecables. En el distrito de la Fortuna y con vistas al volcán, dimos con un paradisíaco enclave llamado Casa Luna configurando el alojamiento que querías y buscabas incrustado en la naturaleza del destino de la Pura Vida. Allí comenzó nuestro idilio con la zona de Arenal y Fortuna.


 

Hotel Palma Real en San José

Si tu vehículo molesta en la fachada principal del hotel, descuida, ellos lo moverán sin problemas. Una suerte de aparcacoches que ya adelantaba el servicio diferencial de un hotel perfecto para tus días por San José y visitas cercanas. Es más, en el propio mostrador de recepción, amén de la enorme sonrisa que nos dedicaron sus empleados, encontramos que en Palma Real trabajan en exclusiva con Willy Tours, de los que te hemos hablado en anteriores volúmenes de nuestra guía de Costa Rica. Otra de esas características que hacen la vida más fácil al viajero que desee que otros se encarguen de configurar sus días en el país tico. No habían pasado ni cinco minutos y ya habíamos detectado dos servicios que no se prodigan en hoteles de este tipo.

Así despertábamos cada mañana en Palma Real.

El tercer factor importante es la ubicación, pues al situarse a 10 minutos del centro de San José gozamos de la necesaria calma para el descanso pero con la facilidad de elegir y desplazarnos al “ruido” urbano y recorrer la ciudad en todo su esplendor. Pero claro, seguro que esperáis la valoración de lo realmente importante y buscado en un hotel, sus instalaciones y habitaciones y su gastronomía. Vamos con ellos.

Desayuno buffet y habitaciones amplias en Palma Real

Con una reforma integral proyectada en las habitaciones, sí vemos ya los primeros brochazos con suelos sin moqueta –ya sabéis que no nos gustan- y, especialmente, un cuarto de baño completamente reformado y equipado y que querrás llevarte a casa. Especial mención a la presión y temperatura del agua, que tantos quebraderos de cabeza nos dan a veces en otros establecimientos y que aquí, junto con el resto del baño, son de 5 estrellas. Las camas son confortables y los colchones están en perfecto estado y todo ello en habitaciones amplias ya en su opción estándar. Como en Palma Real parece que el dar un valor añadido es una obsesión, a unos metros de tu puerta, en el pasillo, encontrarás una máquina de agua potable y gratuita funcionando 24 horas.



La renovación de Palma Real es constante, también en sus habitaciones.

Ya que hemos abierto boca y calmado nuestra sed, hagamos lo propio con el buche. Los desayunos beben mucho de la gastronomía local y, en modo buffet, disponen gallo pinto, natilla (recuerda que no es como nuestras natillas) y tortas, donde quizá el rasgo menos llamativo es el pan para tostada y el sublime las tortillas francesas, huevos fritos, tortitas –pancakes- y gofres bajo demanda y al momento. Uno echa de menos un gigantesco bote de Nutella para bañar a los dos últimos pero los siropes que emplean son también deliciosos y además más saludables. La pequeña sección de bollería, como ocurre con las estaciones saladas, cumplen y la fruta redondea un desayuno completo y que además puedes disfrutar en su colorida terraza gracias a murales que te recuerdan uno de los rincones imperdibles de Costa Rica.


Los desayunos incluyen multitud de propuestas locales.

Cena y gimnasio en Hotel Palma Real

Para rematar los valores añadidos que Palma Real posee en cada una de las facetas, en la gastronómica habéis de saber que cenar a la carta resulta igualmente sabroso y así lo comprobamos con nuestra hamburguesa y pizza pero, como están en constante mejora y renovación, van a cambiar la carta en breve.

Cantidad y calidad en la carta de Palma Real.

Por supuesto no iban a tener un gimnasio al uso, sino uno en la parte superior del hotel con vistas a la ciudad y una terraza que tienta al deportista con mesas y sillas donde charlar con los compañeros de viaje o ejercicio. Y en ella se viene también, nos cuentan, una zona bar chill-out para rematar una jornada de ensueño en uno de los hoteles más recomendables de la capital tica.

Más información en https://www.hotelpalmareal.com/

Gimnasio con vistas. Más no se puede pedir.

 

Hotel Casa Luna en Arenal

Queríamos repetir la experiencia de San José –no pudimos hacerlo en Manuel Antonio- en la zona del volcán Arenal, en el distrito de La Fortuna. Y ciertamente se antojaba difícil dado que cualquier creación humana palidece al lado de la belleza que presenta este enclave costarricense, bajo nuestro punto de vista el más hermoso de cuantos posee la nación centroamericana. Pero en Casa Luna fueron inteligentes cuando proyectaron y erigieron el hotel porque supieron convertirlo en un elemento paisajístico más, un punto de interés más de la naturaleza de La Fortuna con flora y fauna –verde, mucho verde- como protagonistas y una suerte de aguas termales en forma de jacuzzis íntimos y casi privados que complementan a las piscinas de adultos e infantil en las zonas comunes.

Recomendamos piscina durante el día y jacuzzi al atardecer.

Los jacuzzis privados de Casa Luna

Cuidado con las aguas burbujeantes y la tensión, ya que hablamos de una temperatura cercana a las aguas termales que bajan del volcán Arenal. Hidrátate y, si te encuentras mal, sal un rato a las piscinas normales. Pero no dejes de probar estos jacuzzis situados al final de varios caminos que parten de un punto común, alargando el acceso para derivar en la privacidad que mencionábamos anteriormente.


Eso en cuanto al atractivo hidrológico, pero hablábamos de verde, mucho verde. Verde que escoltará tu habitación de fachada blanca e impoluta con incrustaciones de madera. Un lujo hospedarse en instalaciones con el volcán y otras montañas por testigo, que dan los buenos días gritando naturaleza. Y habéis de interpretarlo de manera literal, pues nuestra segunda noche en Casa Luna nos despertó un mono aullador, el segundo animal más ruidoso del planeta. Para otros quizá un incordio; para nosotros un recordatorio de que estamos de prestado e invitados en los dominios que pertenecen a la Madre Naturaleza. Dominios que podemos recorrer además en uno de los extremos del hotel a través de un sendero de unos 20 minutos de travesía y plagado de todo aquello que amamos de Costa Rica; mamíferos -si tienes suerte y vas prontito verás alguno-, vegetación dispar y un sinfín de especies. 




El hotel incluye un sendero que condensa las bondades ticas.

Dormir entre monos y despertar con vistas al volcán

Sobre las habitaciones, la limpieza es extrema, recordemos dónde nos encontramos y todo lo que nos rodea en materia de mosquitos y otros insectos, voladores o no, además de los posibles restos también de flora. Nada. Extraordinaria limpieza, techos elevados dando una agradable sensación de amplitud y gran luminosidad gracias a los enormes ventanales. Descanso apacible y “chapa y pintura” igualmente ideales gracias a un baño y ducha de generoso tamaño.

Las habitaciones lucirán impolutas durante toda tu estancia.

Y amén de unos desayunos que te dan a elegir entre numerosas opciones pero siempre te llenan la mesa de platos y color -con popurrí de frutas, gallo pinto, tortilla francesa, huevos fritos y un largo etcétera-, en el apartado gastronómico hablaremos de Casa Luna en lo que se refiere a las comidas y las cenas. Porque seguramente haya quienes conozcan Casa Luna allí por la bondad de su carta y calidad de su mesa, con entrantes, carnes, pescados y postres que sorprenden por la belleza en el emplatado y el sabor en la degustación.




Desayunos, cócteles y postres brillan en Casa Luna.

Revuelto de pulpo y camarones, solomillo sobre cama de verduras y acompañado de salsa chimichurri o lubina mostraron la fortaleza de Casa Luna entre fogones, rematada por cócteles y postres igualmente deliciosos. Amanecer entre monos y volcanes, atardecer en jacuzzis privados y despedir el día sentado en una de las mejores mesas que uno puede encontrar en la zona. El perfecto resumen de nuestra perfecta estadía en Casa Luna.



Si bien tu pensión puede incluir menú de cena incluido, asómate a su carta.