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Elvis Vive: Y por fin el Rey vino a Madrid


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Ni tú, ni yo, ni nadie, salvo un contemporáneo que además viajase en su día a Estados Unidos, pudo ver a Elvis Presley en vivo y en directo. Una historia que te invito a que indagues y descubras por ti mismo finaliza con el Rey del Rock limitando sus giras a territorio estadounidense y, como mucho, canadiense, por lo que jamás dio un concierto fuera de dichas fronteras. Ahora, décadas después, hemos asistido a lo más cercano: el mejor imitador del mundo. Greg Miller y su banda aterrizan en Madrid, en el Teatro Fígaro y de la mano de Smedia, para premiarnos con un espectáculo de tropecientas canciones y una puesta en escena que acercará tu experiencia a la que pudieron vivir los afortunados asistentes a sus conciertos. Aplaude, ríe, llora pero, sobre todo, "rockanrollea".

Cuando el espéctaculo de imitación de Elvis Presley número 1 en el mundo aterriza en Madrid directamente desde Las Vegas, hace falta bien poco para convencer al personal de dejarse caer por el Teatro Fígaro a ver Elvis Vive: Tributo a Elvis Presley. Pero queremos contaros más. Contaros que Greg Miller lleva años rescatando de diversas bandas a los mejores músicas hasta completar un plantel que ejecuta a la perfección cada pieza y que siente idéntica pasión por la figura del Rey del Rock que la del propio imitador.
Llevando la actuación a cotas difícilmente imaginables, Greg Miller se las ingenia para hacer como aquél e introducir gags y chascarrillos entre número y número que no hacen sino engrandecer los números para los que sirve de transición. Sin olvidar las curiosas historias sobre vida y obra del rey que pasa por encima pero ilustran mejor cada canción. Con respecto al repertorio, la variedad y cantidad es brutal como fue la obra de "La Pelvis", y aquí saben jugar con arreglos y versiones reducidas de ciertas canciones para así introducir más sin resultar ni sobrecargado ni liviano. Un espectáculo a la altura justa del rey. Suspicious Minds, Love Me Tender, Jailhouse Rock, Can´t Help Falling in Love... la lista es interminable y mucho más amplia que la que recoge el programa, así que prepárate para disfrutar y emocionarte. Especialmente emocionarte.

Verás, un servidor es miope, y por un número (el de Can´t Help Falling in Love) me quité las gafas para así imaginar que, ciertamente, tenía ante mí a Elvis. No sólo se agolparon en mi cabeza instantáneas que nunca he vivido tratando de evocar cómo sería haber asistido a tamaño talento, sino también esos momentos de mi vida, compartidos o no, a los que me llevaba la canción. Prueba a hacerlo con una o varias. Así se disfruta un concierto sentado, imaginando. Soñando despierto. Y Greg Miller nos hizo soñar con que teníamos Elvis enfrente, cantando para nosotros, haciéndonos comprender porque fue, es y siempre será El Rey. Imperdible.

otiuMMenester