Ir al contenido principal

Real Madrid 3 - Atlético de Madrid 0 (Semifinales Champions): El Madrid la pone, Cristiano remata

Enésimo derbi madrileño lejos del campeonato liguero y dentro de la máxima competición de clubes. La Champions League asistió a otra gran velada, esta vez, sólo teñida de blanco. El equipo de Zidane ganó en pizarra, en iniciativa, en acciones y en todo a un Atlético que exhibió pseudogarra durante apenas un puñado de minutos y se limitó a encajar los golpes más o menos violentos del combinado local. Ronaldo, Ronaldo y Ronaldo, multiplicado y omnipresente, también selló otros tantos goles que le dejan a uno de Messi en la taba de máximos goleadores y con serias aspiraciones para otro balón de oro.


La Bestia superó los 400 con el Real Madrid, los 100 en la máxima competición europea vestido de blanco. Un 'meme' ha estado circulando desde que lo ha hecho, reflejando que el crack portugués acumula más goles en Champions que todo el Atlético de Madrid en su historia. Con semejantes datos poco debate queda, por lo que toca centrarse en el partido. Así que echamos mano de la estadística: 11 tiros a 1 en la primera parte. Abrumador. Así fue un Real Madrid que, como indicó a la postre Kroos, "ha sido dominador gracias a la inclusión de cuatro centrocampistas, ahí está la clave". Recado a Zidane pero, ciertamente, la medular estuvo excepcional con Modric mostrando la versión que nunca debió perder, Kroos mucho más que cumplidor e Isco... siendo Isco. Desde Zidane "jugador", el Bernabéu no se divertía tanto ni enmudecía cada vez que un jugador cogía el esférico, atento al siguiente chispazo de magia, a la próxima sorpresa, al recurso para otros imposible y para él fácil. 

Sí estuvo fallón Casemiro, mucho, lleno de pérdidas que rápidamente eran solventadas por un Varane que sigue creciendo y Ramos con la autoridad que da el brazalete. Carvajal y Marcelo ya apuntaban maneras hasta que se lesionó el primero; no hay problema, entra Nacho, a este Madrid si se le rompe un traje tiene otro, como mínimo, de idéntica calidad. Nos perdemos entre tanta calidad y quizá parezca que olvidamos mencionar al Atlético pero, salvo un par de zarpazos de Gameiro -frenado por un gran y valiente Navas- y Griezmann, poco más que esperar al gol hizo el equipo del Cholo. Y el gol llegó de testarazo de Cristiano, tras rechace de un centro al área que Casemiro se encargó de devolver a la misma para encontrar la cabeza de La Bestia. Primer gol y euforia blanca, porque sabían que la lata estaba abierta, pero había sitio para más.


Y el sitio llegó con el segundo gol tras una muy buena maniobra de Benzemá -que, en cómputo global, cuajó un gran partido, pero el gol es ya necesario para la reconciliación con la grada- que sirvió a Cristiano para que se tomase su tiempo, diera tiempo al "silencio, se rueda" y empalase con agresividad, casta y furia el balón ante el que nada pudo hacer Oblak. Uno de los mejores porteros del mundo sí había sacado antes una prodigiosa mano al cabezazo de Varane.

Iban dos, pero faltaba el tercero, marca de la casa y que certifica el enorme equipo, PLANTILLA, que posee y ha hilado zidane. Estampida blanca en un contraataque donde Asensio, Lucas Vázquez (que habían salido por Isco, amonestado, y Benzemá, respectivamente) Cristiano corrían para terminar con el segundo sirviendo el hat trick a Ronaldo. Tres goles en semifinales de Champions ante el Atlético tras materializar 5 frente al Bayern de Munich en cuartos. Una Bestia, acompañada de un jugón -Asensio, permitan la expresión, se SALIÓ- y Lucas Vázquez que pide paso y minutos. Pie y medio en la final aunque en el fútbol, en el Calderón, todo puede ocurrir. Pero de momento dos lecturas: si este Madrid se cuida, como los buenos coches, puede carburar durante años y años y Ronaldo, al que tantas veces le han puesto el lazo para venderlo, sigue dejando patente que quizá jamás veamos otro como él, lo que es seguro es que nunca lo hemos visto. Un hombre que remata todo lo que el Madrid lo pone y, en la mayor parte de las ocasiones, a gol.

Jesús Clemente Rubio