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Real Madrid 1 - Manchester City 0: Modric y un Real pragmático logran la segunda final madrileña

champions-2016-real-madrid-1-manchester-city-0El Madrid no jugó bonito, el Manchester City sólo saltó al campo. Pero el ejercicio blanco de hoy fue el de un equipo que avisó al Atlético de Madrid que también sabe sufrir con cierta holgura y comodidad, que a la mitad del medio gas no arranca demasiados sustos y sabe aún así ganar y consolidar la segunda final madrileña de Champions en tres años. Una proeza al alcance de pocos, de sólo dos: Real Madrid y Atlético de Madrid. Y nuestra ciudad vuelve a vencer. ¡TODOS A MILÁN!



Un Touré que dio de hablar por su sobrepeso y escasa movilidad, un equipo en semifinales de Champions que se arrastró por el campo y planteó poco y un Madrid que desactivó sus principales bazas. El equipo inglés no merece una sola línea más, así que vayamos con el Real Madrid. En su salsa, en Europa, salió el conjunto dirigido por Zidane primero con miedo reconvertido en respecto y luego desparpajo, que en la segunda llegada de verdadero peligro Bale, empeñado en demostrar para qué se le trajo, marcó otro de esos goles decisivos. Golazo, por cierto, quisiera o no ponerla ahí.


Antes y poco después, Isco siguió creando y mareando al rival y Modric haciendo lo propio además de cortar y recuperar, dosificar, marcar los ritmos... de todo hizo el croata y casi todo bien, pues el gol cantado que tiró al muñeco sólo se explica porque él, como la mitad del Bernabéu, creyó su posición antirreglamentaria y bajó demasiado pronto los brazos. Acordémonos del Buitre: acababa todas las jugadas, luego ya veríamos si eran o no fuera de juego, si había o no rechace.

Siguieron siendo los citados la nota sobresaliente de un equipo que perdió gas hasta casi quedarse al ralentí antes de marcharse a la caseta, y así regresó en la segunda parte. Se creyó que James traería frescura y lo único que hizo fue privar a Isco de más minutos, tampoco tuvo tiempo para más. Sí Lucas Vázquez por un James que no termina de sentirse cómodo, pero el joven fichaje del Madrid no encontró su ritmo, como CR7. Lo bueno de Cristiano es que, sin ser el Ronaldo al que estamos acostumbrados, mantiene las mejores cualidades de aquél, con una lucha y presión una y otra vez aplaudidas por el público. Ése que siempre está callado, dicen los que no pisan el Estadio de Concha Espina.

Serán luego los primeros que vayan -o hagan por- ir a Milán, por lo que pedimos y rogamos ENCARECIDAMENTE al Real Madrid que esta vez sea justo y dé preferencia a los euroabonados, los que depositan la mayor confianza habida y por haber en el club y de más palpable fidelidad. Porque todos los madridistas merecen estar, pero estos más, carne de Europa, número 12 en todas las convocatorias de Champions. El Real es otra vez finalista, el Atlético también, y Madrid -ciudad- campeona y capital del fútbol europeo. ¡ORGULLOSOS!

Jesús Clemente Rubio